"Impro Valladolid" consiguió lo que parecía imposible la noche del sábado, convirtió el teatro Latorre en una macro sala de improvisación para todas las edades. La agrupación teatral pucelana ha pasado como un terremoto por las tablas toresanas: su desparpajo, alegría y valentía han cosechado un triunfo sin parangón en su actuación.

"Pensábamos que iba a ser más frío el público y nos hemos llevado una grata sorpresa", afirma Berta Monclús, directora de la compañía. Y es que durante los 90 minutos que duró el espectáculo los espectadores pasaron de ser elementos pasivos a una parte más de la actuación, las sillas quedaron como meros adornos, ya que la mayor parte del tiempo, como si de un concierto se tratase, el público se mantuvo de pie.

Durante los prolegómenos ya se notó que la noche iba a estar movida, al poco de presentarse, los artistas de la improvisación pidieron al público que se desplazara en sentido opuesto a donde estaban sentados: los de las primeras filas al fondo, los del fondo al pie del escenario, los orillados a en los asientos de la izquierda a la derecha y viceversa. Este fue el comienzo de una noche definida como "genial" por "Improva" y de "desternillante" por el público toresano.

La técnica usada por esta agrupación consiste en elaborar historias a partir de mensajes, conceptos e impulsos que son mandados desde el patio de butacas hacía el escenario. La libertad de los sueños, un mundo sin dientes o "No me llames Dolores, llámame Lola" fueron algunos de los temas que cobraron vida en las tablas.

"Improva", además, añadió algunas técnicas usuales en el mundo de la actuación sin guión como es el cambio de estilo, desarrollaron una misma historia al estilo de Lorca y al de Tarantino; o también la técnica contrarreloj: consiste en crear una historia de dos minutos y emularla posteriormente en un lapso de un minuto, de 30 segundo e, incluso, de 15 segundos.

Otro de los momentos álgidos de la noche los protagonizó la historia de amor de una pareja del público. A través de las indicaciones que los enamorados dieron a los artistas, estos realizaron una histriónica parodia de su relación a través de la hipérbole de los detalles íntimos.

Generalmente, una obra de teatro mide su éxito o no por los aplausos del final de la misma. En la performance realizada ayer por la agrupación pucelana el termómetro del éxito lo marcaron las risas, una constante durante la hora y media que duró la improvisación. Desde "Improvisación Valladolid" destacaron al público de Toro como uno de los que "mayor feedback positivo nos ha transmitido".

Para el futuro, la compañía está centrada en el TAC de Valladolid del 27 de mayo, es un proyecto centrado en el teatro en la calle. Asimismo, este mismo año "Improva" organiza el primer encuentro nacional de improvisación en el teatro Zorrilla en la capital castellanoleonesa. A la cita acudirán agrupaciones de todo el país con la intención de reivindicar la actuación sin guión como una técnica teatral.

Además, los artistas vallisoletanos están inmersos en su proyecto "Teatro para Todos". La iniciativa consiste en llevar a la compañía a municipios de menos de 900 habitantes que no puedan costearse una compañía profesional. Para llevarlo a cabo el 80% de los ingresos de "Improva" se destina a este fin.