El Zamora CF recolecta 3 puntos en el Stadium Gal ante el Real Unión de Irún

Por una vez, por una milagrosa vez, el fútbol quiso ser justo con el Zamora CF y su sensacional encuentro en el Stadium Gal. El joven arquero local James Wright había frustrado a los rojiblancos con una docena de intervenciones de mérito, incluido un penalti que le detuvo a Kike Márquez en el minuto 35, pero a diez minutos del final el propio Kike sellaba la victoria con un golazo que tiene muchos significados. El equipo estrena el año con una victoria fuera de casa, lo que no lograba en liga desde el 18 de octubre en Barakaldo, se pone con 26 puntos en la tabla y comienza a mirar más hacia arriba que hacia abajo. Su fútbol, su apuesta, lo merecen.

Gran susto al medio minuto de encuentro, cuando un pase filtrado de Aranzabe dejaba al local Víctor San Bartolomé en el mano a mano ante Fermín, perdiéndose por muy poco el toque del interior vasco. Furiosa salida de los irundarras, buscando la referencia de Sergio Benito en punta mientras el Zamora trataba de asentarse en un rectángulo de juego en condiciones más que irregulares.

Primer aviso zamorano a través del balón parado cuando una falta puesta al área por Kike Márquez encontraba el mal despeje local y el empalme de Clavería que se perdía por línea de fondo sin que Roni llegase por poco a embocar. Y al minuto, James Wright salvaba el cero a uno en un saque de esquina para los de Sabas, con testarazo de José Carlos que rozaba en un defensa y el meta inglés sacaba una manopla cargada de reflejos.

En el siguiente córner zamorano, apenas a los 14 minutos, otra ocasión clara en un remate de cabeza de Sergio Nieto bombeado que nuevamente sacaba Wright con apuros por encima de su larguero. Despertar furioso del Zamora en el encuentro con tres ocasiones consecutivas.

Y una cuarta a los 17 minutos cuando Kike Márquez desplegaba magisterio entrando desde el perfil izquierdo hasta el balcón del área, donde su trallazo encontraba otro paradón en vuelo de Wright.La jugada seguía y el intento de Rufo lo despejaba casi sobre la línea el zaguero Quintana salvando de nuevo un cero a uno que se cantaba en la grada.

Tresaco se unía a la fiesta ofensiva rojiblanca con una acción personal cortada in extremis por Munroe a la altura del punto de penalti, a punto de disparar en franca posición el aragonés. Hasta que por fin, el gran juego visitante dio sus frutos en un robo alto, combinación de Tresaco con Roni y el ariete definía en carrera por bajo. Cero a uno justísimo para los de Juan Sabas.

Despertó con furia el Real Unión, y después de que Tresaco pidiera un penalti a los 23 minutos, doble oportunidad vasca en remates de Sergio Benito y San Bartolomé que la defensa pudo taponar en área chica. Se defendían ahora los de Sabas como gato panza arriba, con Kike Márquez despejando luego providencial el chut cercano de Obieta.

A los 26 minutos, el acoso local acababa en penalti claro por mano de Rufo, sacando el brazo para bloquear un testarazo de Obieta. Pareció evidente y Rivero lo convertía fuerte y pegadito al palo, aunque Fermín le adivinó el costado. Tablas de nuevo en el Stadium Gal con Fermín luciéndose al momento ante el zapatazo de San Bartolomé.

Respuesta del Zamora de la mano de Tresaco, primero en un cabezazo intencionado y después con una nueva entrada vertiginosa con derribo claro de Quintana en el área. Segundo penalti de la matinal, pero esta vez James Wright le detuvo en dos tiempos el lanzamiento a Kike Márquez, mazazo antes del intermedio.

Salida fuerte del Zamora tras el descanso, un asedio controlando la posesión y llegando en oleadas al marco txuribeltz. Wright sellaba el enésimo paradón de la mañana a los ochos minutos a un zapatazo cercano de Carlos Gutiérrez que buscaba la escuadra. Poco a poco el Real Unión comenzaba a sacar contras y Fermín se lucía saliendo valiente lanzándose a los pies de Obieta. El arquero sacó la contra con talento en su servicio largo, jugada que culminó Carlos Ramos con un disparo alto desde unos 25 metros.

Dominaban los de Sabas ante un cuadro fronterizo que se defendía por orden, inexpugnable por alto y sacando contragolpes como uno a los 63 minutos que salvaba providencial al corte Edu Campabadal. A veinte minutos del final, el derechazo de Carlos Ramos en el balcón del área encontraba la inevitable intervención en vuelo de un James Wright que se doctoraba un día más en Gal.

Pero a los 79 minutos, el fútbol le hizo un guiño de justicia al Zamora. Pelota larga sobre el recién entrado Luis Rivas, que controlaba y cedía de tacón sobre Kike Márquez quien entraba en el área, se deshacía de su par con un toque sutil y de clase, definiendo con el exterior de su bota, disparo de tres dedos que hubiera firmado Luka Modric para ubicar el uno a dos en el marcador.

De ahí hasta el final el equipo supo defenderse con orden ante las acometidas de un Real Unión que mostró un día más sus carencias y que cotiza a la baja. Todo lo contrario un Zamora que dejó impronta de gran equipo en tierras guipuzcoanas en un partidazo, por cierto con un sensacional arbitraje del señor Bestard Servera. Que cunda el ejemplo.