La raza asnal Zamorano-Leonesa, estable gracias a 1.532 cabezas y 458 granjas

El programa para la conservación integra a 896 burras nodrizas y 127 sementales: en 2022 nacieron en Zamora 32 machos y 29 hembras

Imagen de una de las ferias asnales de San Vitero. | Ch. S.

Imagen de una de las ferias asnales de San Vitero. | Ch. S. / Chany Sebstián

La raza autóctona asnal de pura sangre "Zamorano-Leonesa" cuenta en la actualidad con 1.532 ejemplares, de 458 ganaderías activas dentro del Libro Genealógico gestionado por Aszal, distribuidas por 13 comunidades autónomas diferentes. Se mantiene estable el censo, pues en 2021 había 1.535 reses.

En parte positiva del año 2022 está la cooperativa Buleza con la que se está consiguiendo rentabilizar la leche de burra y obtener un extra para las familias ganaderas: "el año ha sido muy bueno".

En el lado negativo, el principal problema lo originó el trágico Incendio de Losacio del día 17 de julio que calcinó parte de las instalaciones de Aszal en Santa Croya de Tera. Para empezar a trabajar con la recuperación lo primero será la retirada de las techumbres de uralita, lo cual supondrá un alto coste pues lo tiene que realizar una empresa especializada para su posterior reciclaje: "Tenemos 6.800 euros. Sin ayuda será imposible recuperar el centro de reproducción".

Programa de conservación

La Asociación Nacional de Criadores de la Raza Autóctona Asnal Zamorano-Leonesa (Aszal) ha sido, es y será parte vital para salvar la pura sangre. El programa de conservación y cría de Zamorano-Leonesa integra a a 579 ganaderos, de los cuales 204 son asociados, 254 no socios y 121 colaboradores.

En sus inicios, allá por 2011, los ganaderos eran 912 entre los socios (317), los no socios (310) y los colaboradores (285).

En el Libro Genealógico las hembras vivas inscritas se incrementaron a lo largo del último año pasado de 651 a 896, situándose, aún así, lejos de las 1.310 que había en 2020. En total hay registrados 127 sementales.

Por regiones las reses se distribuyen de la siguiente manera: Castilla y León con 1.308 ejemplares (Zamora 744, Valladolid 137, Salamanca 130, León 121, Palencia 104, Ávila 62, Burgos 11, Segovia 11 y Soria 8); 58 en Madrid, 51 en Cantabria, 28 en Galicia (Lugo, Pontevedra, La Coruña y Orense), 18 en Andalucía (Cádiz, Granada, Huelva y Sevilla)), 10 en Extremadura (Cáceres y Badajoz), 8 en Asturias, 6 en Castilla-La Mancha (Guadalajara y Toledo), 5 en Valencia, 4 en Cataluña (Gerona y Bercelona) , Murcia (4), 3 en Aragón (Teruel), 3 en el País Vasco (Guipúzcoa, Vizcaya y Alava) y 1 en Navarra.

A lo largo del pasado ejercicio se hicieron un total de 35 valoraciones morfológicas que corresponden a un total de 24 ganaderías de diferentes provincias, con 8 machos como sementales y 27 hembras como nodrizas.

Natalidad de la raza estabilizada

La natalidad se mantiene más o menos estable pues a lo largo del año pasado se inscribieron 95 buches de los cuales 47 eran hembras y 48 machos. La provincia de Zamora sigue siendo el paraíso de la Zamorano-Leonesa con 61 nacimientos (32 buchas y 29 buchos): el resto se repartieron por Salamanca (14), León (8), Valladolid (4), Ávila y Palencia (3 en cada caso) y Lugo.

Como ya es habitual durante la temporada los garañones de pura sangre se han distribuido, como en años anteriores, por diferentes localidades por cesión durante la temporada reproductiva entre los ganaderos particulares que poseen un considerable número de hembras. Los machos se rotan cada tres años o se movilizan al final de cada temporada.

Por otra parte, se mantienen sementales, alguno de los cuales pertenecen la proyecto "Garañón", en ganaderías particulares de: Villardondiego, Zamora, Andavías, Cuelgamures, Venialbo y Alfaraz en la provincia de Zamora; y fuera de ella en León, Palencia, Salamanca, Valladolid, Cantabria, Ávila y Madrid.

En el centro de recría de machos jóvenes no se seleccionó ninguno en 2022; permaneció cerrado durante todo el año debido, sobre todo, al Incendio de Losacio que afecto a las instalaciones situadas en el término de Santa Croya de Tera.

Hay que destacar la magnífica labor de Aszal en el asesoramiento técnico a las explotaciones, con una gestión intensiva para regularizar explotaciones y poner al día sus libros de explotación, visitando sus instalaciones.

A nivel de formación Jesús de Gabriel Pérez desarrolló en su explotación diversos ciclos sobre adiestramiento y arreglo de cascos, tras verse afectadas las instalaciones de Santa Croya de Tera por los fuegos veraniegos.

Aszal ha tenido serias dificultades en la implementación del programa de cría y las acciones que la favorecerían: "Nos hemos basado en desarrollar actividades, haciendo mas controles de paternidad y repartiendo sementales a los ganaderos colaboradores". Varios ganaderos han dejado de criar por las dificultades de ventas de los animales. No obstante parece que el problema en 2023 se va solucionando.

La leche de burra, un proyecto ganador

En el lado positivo, el proyecto de ordeño está despertando el interés entre los criadores y el proceso de comercialización de los derivados de la leche (quesos) está en funcionamiento. El Centro de Reproducción de Santa Croya de Tera de Aszal, debido, primero a la pandemia, y luego al Incendio de Losacio, ha quedado gravemente afectado, principalmente las edificaciones: "Nos hemos visto obligados a pedir un cese temporal de la actividad de control reproductivo, que esperamos dure poco tiempo".

Por llevar más de dos años sin inseminar en el centro de Reproducción de Santa Croya de Tera, se propone realizar un cierre temporal

Las ayudas recibidas se reducen a algo de comida para los animales por parte de la Junta de Castilla y León, más 4.800 euros de Caja Rural y 810 de Vafer (meso Wisky). Los daños , por su parte, son cuantiosos.

Juicio crítico de Aszal en los planes de promoción y perspectiva para este año 2023: "Vemos que las lineas de colaboración con las administraciones y las ayudas a los ganaderos por partos, cría e inscripción en el libro definitivo, hacen que se queden en las explotaciones los animales jóvenes. Esto facilita que el esfuerzo de años anteriores en el programa de cría se consolide".

Mediante la promoción en precios de la feria monográfica de San Vitero de 2022, más las noticias de perspectivas para actividades productivas a base de la leche de burra, ha aumentado el número de ganaderos que están cubriendo sus burras.

Por llevar más de dos años sin inseminar en el centro de Reproducción de Santa Croya de Tera, se propone realizar un cierre temporal con posibilidad de reabrirlo antes de tres años.

En este año 2023 "Nos planteamos reabrirlo para inseminar y estudiar la creación de un centro de extracción y congelación para banco de semen germoplasma”.