Amores de halcón peregrino desde la atalaya de Zamora

Brisa y Viento, una pareja de rapaces cazapalomas, cría en su nido de los Nuevos Ministerios, donde tendrán webcam

La hembra de halcón peregrino Brisa, en la Catedral de Zamora. | Cedida

La hembra de halcón peregrino Brisa, en la Catedral de Zamora. | Cedida

Solo hay que acercarse al parque de León Felipe, preferentemente por las mañanas, y mirar a lo alto del edificio de Nuevos Ministerios, en La Candelaria, para observar una caja nido y ver apostado en una de las vigas un halcón peregrino. En la cubierta del emblemático edificio administrativo de la ciudad se escribe una historia de amor de altura, que además va a marcar un hito en la investigación de la especie en España.

Imagen de uno de los halcones, durante la presentación del resultado de la iniciativa municipal de instalar una caja nido. | Jose Luis Fernández

Imagen de uno de los halcones, durante la presentación del resultado de la iniciativa municipal de instalar una caja nido. | Jose Luis Fernández / Alberto Ferreras

A finales del verano o a principios del próximo año se instalarán en el nido dos cámaras y será la primera casa de halcón peregrino de España que además de disponer de observación de sus movimientos permanente por web cam, uno de sus miembros cuente con radiomarcaje. La hembra de la pareja, Brisa, lleva a su espalda una batería solar y una pequeña mochila en la que guarda el GPS que controla sus movimientos.

Así se sabe que tras ser criada en Madrigal de las Altas Torres (Ávila) ha deambulado por distintas zonas de Ávila, Salamanca y Zamora, entre ellas la Catedral románica de la ciudad, antes de que hace unos meses conociera a Viento, un macho que procede de Villamayor (Salamanca), y éste le conquistara el corazón con sus vuelos acrobáticos y sus regalos en forma de paloma y otras capturas.

Viento, en la viga de hierro del edificio de Nuevos Ministerios de Zamora.

Viento, en la viga de hierro del edificio de Nuevos Ministerios de Zamora. / Alberto Ferreras

La pareja copuló a principios de marzo y estableció su nuevo hogar compartido en la caja nido que la asociación NaturZamora había instalado en lo alto del edificio de Servicios Múltiples. Ya han tenido descendencia, a Urraca y Madrigal, dos hembras de la especie a las que alimentan principalmente con paloma bravía y algún ejemplar de estornino negro y gorrión común.

De hecho, la instalación de esa caja nido –por la que han pasado en periodos cortos otros halcones antes de que Brisa y Viento la hicieran su hogar– tenía como objetivo el que una pareja de peregrinos estableciera su residencia en la ciudad. Fue hace siete años cuando el Ayuntamiento de Zamora optó por este sistema en colaboración con la asociación NaturZamora para controlar de forma biológica la población de palomas del casco urbano y minimizar sus efectos negativos.

Desde entonces, el integrante de la Asociación Zamorana de Ciencias Naturales Alfonso Rodrigo ha sido testigo de los movimientos del nido del edificio de Servicios Múltiples. También ha observado antes cómo fue el cortejo entre Brisa y Viento, con sus vuelos acrobáticos y los obsequios en forma de ave que él hacía a la hembra hasta conquistarla y lograr que le acompañara a su atalaya del barrio de La Candelaria.

Desde allí, en lo alto de uno de los mayores edificios de la ciudad, pueden observar a lo lejos y vislumbrar alguna presa que llevarse a la boca. Pero al margen del interés científico, la cría de halcones peregrinos en la ciudad estuvo motivada por el deseo de encontrar un método biológico de controlar la población de palomas del que se ha comprobado su eficacia. Aunque para ello se haya tenido que tener paciencia y esperar casi siete años hasta que el pasado invierno se empezase a gestar una historia de amor como la protagonizada por la pareja de halcones que ha emigrado a Zamora.

Sus movimientos los seguirá de cerca la Sociedad Española de Ornitología a través de las nuevas cámaras, que se instalarán una vez que los polluelos, Madrigal y Urraca, ambos hembras, abandonen el nido y comience un nuevo ciclo reproductivo. La historia de amor rapaz continúa.

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