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El banquillo del Balonmano Zamora Enamora: de "balsa de aceite" a "trituradora" de entrenadores

Fran González, el último en salir de un conjunto pistacho que ha tenido cinco técnicos desde 2020

Fran González da instrucciones a los suyos. | A. B.

Fran González da instrucciones a los suyos. | A. B. / P. F.

El Balonmano Zamora ha hecho oficial la salida de su entrenador Fran González. Una marcha que deja al colista de la División de Honor Plata nuevamente sin su técnico con la temporada en marcha, como ocurriera ya el pasado año. Circunstancia que, hasta estos últimos años, nunca se había dado y que pone en evidencia la falta de inestabilidad en el banquillo pistacho. Un lugar que, antes de la pandemia, era sinónimo de tranquilidad.

La salida de Fran González es la cuarta marcha de un entrenador del Balonmano Zamora Enamora desde que el COVID-19 puso en jaque al planeta. El coronavirus detuvo el deporte nacional en la campaña 2019-2020 y, desde entonces, el club que ahora preside Iñaki Gómez sale a técnico por campaña. Una curiosa coincidencia pues, antes de la pandemia, la realidad era otra en el banquillo de los "Guerreros de Viriato".

La pandemia puso fin a las mejores épocas

El COVID-19 puso fin anticipado a la División de Honor Plata en 2020. La competición se detuvo y el Balonmano Zamora aprovechó tal circunstancia para mover ficha y preparar la campaña siguiente con tiempo. Así, a finales de abril, se ponía fin al periplo de Leo Álvarez en Zamora y dejaba vacío un banquillo en el que la figura del leonés se había mantenido durante mucho tiempo.

El entrenador de León inició su etapa en Zamora como mano derecha de un Eduardo García Valiente, quien estuvo al frente de la parcela deportiva nada menos que once temporadas, las primeras en solitario; para después, cuando el salmantino se marchó en verano del 2018, situarse al frente del cuadro de Viriato, lugar que Álvarez solamente pudo ocupar durante dos cursos.

Leo Álvarez fue el último entrenador que llevó a un "play-off" de ascenso a Liga Asobal al Balonmano Zamora Enamora, el disputado en Puerto Sagunto. Un intento por regresar a la gloria que no pasó de la disputa de semifinales, cediendo ante un conjunto local que se mostró muy superior en el OVNI.

Ocurrió en la primera temporada del leonés al frente de los "Guerreros de Viriato" y la única completa. En la siguiente, tras un empate ante el UE Sarriá, la competición tocaba a su fin antes de tiempo por la pandemia y las posibilidades pelear por el ascenso, una pugna en la que los pistacho perdían fuelle, quedaron en un condicional imposible de saber. Un "y si" que cerró la salida de Álvarez.

El cambio de rumbo con Margareto

La directiva, viendo al equipo fuera de puestos de "play-off" de ascenso a Liga Asobal en mucho tiempo y atendiendo a otros detalles, decidió poner el equipo en manos de Ricardo Margareto. Suya fue la responsabilidad, desde principios de junio de ese año, de dirigir de nuevo hacia la gloria al Balonmano Zamora Enamora. Un relevo que, como el anterior, se antojaba natural, ya que antes de tomar el cargo formaba parte del cuerpo técnico.

"Ricky", sin embargo, falló en su intento. El conjunto pistacho, fruto del COVID-19, se enfrentó a una nueva competición a la que nunca se adaptó y pronto se vio abajo. El equipo de esa temporada, en la que la liga se partió en dos (con dos grupos y luego, una segunda fase para eludir el descenso o lograr el ascenso), pasó a pelear por evitar volver a Primera Nacional. Un cambio de tendencia que obligaba a un cambio de técnico.

De poco le sirvió a Margareto firmar una segunda fase de liga brillante o que el equipo se salvara sin apuros. El Balonmano Zamora anunciaba que prescindía del técnico antes de acabar la liga, si bien terminó la campaña, y se ponía en la búsqueda de un nuevo entrenador. Un final que no gustó al técnico, que acabó firmando por un Base Oviedo cuya ascendente trayectoria habla por sí sola.

Iván López, la apuesta por un "desconocido"

Buscando un perfil que se asemejara al de García Valiente, que tan buen resultado ofreció al club, el Balonmano Zamora depositó su confianza en un entrenador sin relación hasta entonces con los zamoranos: Iván López. Un técnico andaluz cuyos métodos de trabajo, conocimiento táctico y currículo transmitían buenas sensaciones.

López, sin embargo, no logró hacer volver al Balonmano Zamora Enamora a sus mejores años. Fichado en junio de 2021, el sevillano acabó su primera temporada logrando la salvación en División de Honor Plata a pocas jornadas del final del curso. Un duro inicio al que espera una segunda campaña aún peor.

Iván López se despide del Balonmano Zamora tras el partido disputado ayer en el Ángel Nieto.

Iván López se despide del Balonmano Zamora en el Ángel Nieto. / Jose Luis Fernández

Superado ese verano y después de una pretemporada prometedora, el Balonmano Zamora Enamora abrió la campaña encadenando siete derrotas consecutivas (incluyendo la Copa del Rey) al comienzo de la campaña 2022-2023, y eso hizo que Iván López tuviera que poner fin a su etapa en Zamora. Un desenlace, hasta entonces, inaudito; era la primera vez que un entrenador del club pistacho no llegaba en el banquillo hasta acabada la liga, aunque fuera por decisión del propio técnico.

Un año y adiós a Fran González

El adiós de López abrió las puertas al banquillo del Balonmano Zamora Enamora y, si bien Sergio Navarro se hizo cargo del equipo durante una jornada y salió victorioso de la pista de BM Ikasa (25-26), el 21 de noviembre fue presentado como nuevo entrenador del equipo pistacho Fran González. Un entrenador con mano firme, amante del trabajo y que revitalizó el apartado físico de un equipo hundido.

Sin embargo, la etapa de Fran González acaba como las anteriores. Sin éxito, con el equipo peleando por evitar el descenso y alargando la dinámica negativa de un Balonmano Zamora Enamora condenado a buscar de nuevo una figura que encauce su camino.

El club pistacho ha iniciado ya la búsqueda de un entrenador, un valiente para que quiera sentarse en el banquillo pistacho, convertido en "trituradora" desde 2020. Uno de los problemas derivados de la marcha del cuerpo técnico y los jugadores que hicieron vivir un sueño a Zamora. Una generación que no encontró reemplazo, yendo a más la dinámica negativa del primer equipo del club cada año hasta la fecha.

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