Sucesos en Zamora

La Fiscalía de Zamora: "Él decidía si su pareja salía y cuándo, elegía su ropa, la controlaba"

La joven víctima de la capital acusa a su exnovio de instalarle una aplicación para escuchar sus conversaciones

El acusado testifica en el juicio. | S. A.

El acusado testifica en el juicio. | S. A. / S. A.

Llegaría a instalar en el móvil de su pareja una aplicación espía para controlar con quién estaba y de qué hablaba cada vez que salía del domicilio común sin que él estuviera presente, una muestra más de la "actitud totalmente controladora" por parte del acusado de violencia de género, de iniciales A.J.F., que la Fiscalía de Zamora da por acreditada y que enroca con el trato que la joven zamorana recibía de su compañero sentimental desde hacía dos años y con el que tiene dos hijos.

"Ella tenía siempre el teléfono al lado", apuntó una amiga y corroboró la hermana para explicar que "él la obligaba" para poder "escuchar las conversaciones privadas" que la joven mantenía con ellas en sus propias casas cuando el acusado no estaba presente.

"Él decidía cuándo podía salir, si iba sola o no, a dónde y cuándo, elegía la ropa" que la mujer debía ponerse, concretó la fiscala en la vista oral celebrada en el Juzgado de lo Penal contra el imputado para el que ha solicitado un año y medio de cárcel por un delito de violencia de género y otro de coacciones. Para asegurar la protección a la denunciante, pide a la jueza que una orden de alejamiento de seis años en total a menos de 500 metros y otros tantos sin poder usar o tener armas.

Una versión verosimil para la Fiscalía

El Ministerio Fiscal dio total credibilidad a la versión verosimil de la denunciante porque "es la misma desde el primer momento en que denuncia, la propia Guardia Civil la invita a denunciar" cuando acude a ella para que la pusieran en contacto con el policía que ya conocía de la Unidad Mujer y Familia (UFAM) de la Comisaría de Zamora, uno de los encargados de dar protección a víctimas de violencia de género.

La hermana y una amiga explicaron que esta mujer "dejó de vestir ropa ajustada y mallas, la tiró varias y pantalones cortos. Ella cambió". También "dejó de llevar a su hija al colegio porque se quedaba después a tomar un café con un conocido y él tenía celos", apuntó la familiar.

La obsesión del imputado llegaría a tal punto que "de repente cerraba su negocio y aparecía en el supermercado" en el que estaba su novia, según declararon testigos que indicaron que la joven tuvo que ir a vivir dos días con una amiga porque "él cortó la luz". La víctima contó cómo acabó por arrebatarle el teléfono móvil, romper una rueda de la sillita de su hija y un cable de la furgoneta para impedir que saliera a la calle.

Este aislamiento durante más de un día, en el que la denunciante no envió ni un mensaje ni realizó ninguna llamada a sus amigas y familia, alarmó a su hermana porque ya conocían la conducta agresiva del procesado hacia ella, de acuerdo con el testimonio que prestó ayer ante la jueza, quien concretó que "una madrugada mi hermana me llamó para que fuera a su casa a dormir porque tenía miedo por cómo venía" a casa el procesado.

Como temía la denunciante, "él entró llamando zorra a mi hermana, yo estaba despierta, salí de la habitación en la que estaba con el niño cuando la estaba diciendo "hija puta, come pollas, que andas como una puta. La saqué de la habitación para llevarla a la cocina, él se quedó blanco cuando me vio".

La amiga que prestó declaración en el juicio indicó que, tras el día y pico sin saber de la joven, decidió presentarse con su pareja en la casa de aquella, donde la encontró sin el móvil y sin posibilidad de salir a la calle. "Después de esto me contó que él no la dejaba hablar conmigo", precisó la testigo.

"A ver dónde andas, no se te ocurra salir de casa"

Una amiga de la joven corroboró que A.J.F. le maltrataba, que la vigilaba constantemente. "Sabía frases que habíamos dicho en conversaciones privadas con ella, ¿cómo podía conocerlas si no estaba presente?". La explicación sería la aplicación para espiar a quien era su pareja.

La abogada de la víctima quiso aportar mensajes de audios y de WhatsApp en los que el varón amenazaba, vejaba e insultaba a la denunciante, pruebas que fueron desestimadas por no presentarse en el momento adecuado. "La coaccionaba, yo he visto los mensajes", explicó la hermana, "le decía "a ver dónde andas", "no se te ocurra salir de casa". La tenía amenazada", afirmó la testigo.

Forzar relaciones sexuales

La denunciante contó que su exnovio le obligó a mantener relaciones sexuales, la arrastraría de los pelos del salón hasta el dormitorio. Las vejaciones eran constantes, indicó, como las amenazas, según la acusación particular que exige tres meses de prisión por un delito de violencia de género y un año y medio por los delitos de amenazas y de coacciones; además de tres años de alejamiento de la víctima a menos de 200 metros.

La abogada de la acusación particular solicita a la jueza de lo Penal medidas de protección para su clienta durante el periodo en el que se resuelvan los recursos que puedan interponerse a la sentencia que dicte, así como una indemnización de 2.500 euros por los daños morales y por el teléfono móvil de la mujer que desapareció.

La defensa: una denuncia por venganza

El acusado negó los hechos y manifestó que ella era celosa, mientras su abogado alega que detrás de la denuncia había una cuestión de dinero, "malas relaciones", y de regulación de visitas y de la custodia de las hijas que tienen en común.

El letrado, que advirtió a la jueza de lo Penal de que la Fiscalía de Violencia de Géneroes especialmente dura en la calificación de este tipo de delitos, mientras cuestionaba a la acusación particular por acusar a su cliente de lesiones leves durante la instrucción y cambiar la tipología a graves en el acto del juicio "cuando no están demostradas", arguía al tiempo que trataba de echar abajo los testimonios de la hermana y la amiga de la denunciante "porque no presenciaron" las agresiones denunciadas.

El letrado, que reprochó a la jueza que no le dajara presentar pruebas en el juicio, afirmó que la mujer le había amenazado con denunciarle si no le daba dinero y que llegó a decir a su cliente "ahora podrás irte con otras chicas", tras iniciarse el procedimiento judicial que ha terminado en juicio.

El abogado quiso desvirtuar las declaraciones de las testigos porque no presenciaron los hechos denunciados directamente. Tampoco considera probado que hubiera roto el carrito de bebés ni el cable de la furgoneta, puesto que "no hay facturas de las reparaciones" que lo confirmen. Por todo ello, apelo al principio de indubio pro reo: ante la duda, la sentencia debe favorecer al acusado.

Denunciar o pedir ayuda

Los recursos para solicitar ayuda o para denunciar casos de violencia de género son:

  1. eteléfono gratuito 016 que atienden personas expertas en asesorar y prestar auxilio
  2. Policía Nacional, al 091
  3. Comandancia de Zamora, 062
  4. 900 22 22 92, del programa Atenpro
  5. Unidad de Violencia de Género de la Subdelegación de Zamora.
  6. Las mujeres que sufren violencia de género pueden solicitar ayuda en el teléfono gratuito de información y asesoramiento jurídico 016, en funcionamiento las 24 horas del día con asesoramiento de profesionales especializados. Atiende en 51 idiomas.
  7. Los menores de edad que consideren que alguien de su entorno está sufriendo violencia de género, pueden llamar a ANAR, al número de teléfono 900 20 20 10.
  8. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha creado una web de prevención y ayuda que permite la localización de los recursos policiales, judiciales y de información, atención y asesoramiento, más próximos a tu localidad.

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