La adulteración de la miel puede generar problemas en la salud del consumidor

Investigadores recomiendan en la V Feria Apícola Internacional de Zamora adquirir productos "de confianza" de profesionales locales

Los investigadores Jafet Cárdenas y Jorge Cáceres posan en la entrada de la feria Meliza. |

Los investigadores Jafet Cárdenas y Jorge Cáceres posan en la entrada de la feria Meliza. | / Cedida

La adulteración de un alimento saludable y totalmente recomendado puede provocar que al consumirlo se consigan los efectos contrarios. Esto es lo que ocurre con la miel avalada por sus extraordinarias propiedades aliadas frente al cáncer y aconsejadas para personas que padecen de hígado graso o para combatir la cirrosis. Beneficios que pueden evaporarse, e incluso convertirse en nocivos si lo que creemos que consumimos no es en realidad una miel pura y de calidad sino un sirope.

"No consumir miel, la miel pura que uno espera estar tomando, pues evidentemente produce otros efectos en el organismo", explica Jorge Cáceres, profesor en la Universidad Complutense de Madrid, y encargado de ofrecer una de las ponencias que dieron forma al programa de la V Feria Apícola Internacional de Zamora Meliza.

Durante la charla, el investigador disertó sobre las contradicciones en torno a este producto para muchos consumidores que se deben principalmente al fraude. "Se dice que la miel engorda, si es un sirope pues sí que engorda, pero una buena miel funciona exactamente al revés, en realidad se puede utilizar incluso para adelgazar", revela Cáceres.

El problema de la miel adulterada es cada vez mayor dejando desprotegidos a los consumidores y causando un fuerte daño en el sector apícola profesional. "La situación actual no es buena, estamos fatal. El año pasado la Comunidad Europea elaboró un informe donde se demostraba que un 74% de las mieles chinas que eran sospechosas de estar adulteradas, lo estaban, y el 93% de las mieles turcas que habían detectado como sospechosas, también lo eran", expone.

El estudio generó una gran "revolución" dentro de la comunidad europea porque se ponía de manifiesto que el tema de la adulteración se había convertido en un gran problema que, como explica, tiene además connotaciones sobre la salud: "las mieles tienen muchas propiedades, cuando tú la diluyes con un sirope no solo le estas quitando esas propiedades de la miel sino que estás consumiendo miel que piensas que es pura y en realidad, al ser un sirope, pues te puede incluso producir problemas graves de salud", alerta.

Afirmaciones demostradas por la ciencia y que evidenció también en la feria su compañero Jafet Cárdenas en su conferencia sobre los polifenoles de la miel como reguladores de la microbiota humana y la salud.

Etiquetado claro

Contra este fraude, la Comunidad Europea ha aprobado una propuesta para que se incorpore el porcentaje de miel de cada país que forman parte de la mezcla de mieles respondiendo así a una de las reivindicaciones peleadas desde hace mucho tiempo por la Plataforma de Etiquetado Claro que reclamaba incluir el país de procedencia con el porcentaje de la miel.

No obstante, por el momento, solo se ha aprobado que figure el país de procedencia de la composición de la mezcla y no el porcentaje. Un hecho que crea confusión. "Si tú tienes una miel española al 50% y una miel china al 49% se pone esa miel como que es española.

Ya se ha hecho un estudio muy amplio por la organización agraria COAG que ponía en evidencia el extraño caso de la miel china que había desaparecido de España a partir de que se incluyó la normativa de poner el nombre de los países.

Entones, aunque la normativa obligue a poner el país, es fundamental los análisis de adulteración", afirma. Detectar la miel adulterada, pero también saber si ha sido manipulada.

"Otra reivindicación fundamental es que se incluya en la etiqueta si la miel ha sido calentada porque la miel es un compuesto vivo que va cambiando con el tiempo y si sobrecalientas la miel destruyes todas las enzimas y vitaminas que tiene y la conviertes en un producto muerto que no sigue progresando o madurando", pronuncia Cáceres.

Informar al consumidor

El profesor califica de positivos los acuerdos alcanzados en Bruselas. "Cada país decidirá si lo incorpora o no y eso implica tiempo, pero al menos ya se reconoce la necesidad de informar sobre ello a los consumidores lo que es un logro importante", comenta.

Frente al fraude, su equipo de investigación de la Universidad Complutense ha desarrollado un método que presentó en esta quinta edición de la Feria Apícola Internacional. Un instrumento económico y sencillo que "se puede permitir cualquier asociación o cooperativa de apicultores" que consiste en poner una gota de la miel sobre el instrumento para medir si está adulterada o no.

"La banda de absorción es fácilmente manejable para cualquier persona sin necesidad de mucho entrenamiento. Es un gran avance porque las técnicas analíticas que hay actualmente necesitan personal cualificado", desarrolla.

Invento que ya se está dando a conocer entre los profesionales en ferias y mediante su publicación en prestigiosas revistas de impacto para ayudar a la lucha del apicultor local frente a las falsificaciones.

Una miel española de calidad no se puede producir a un coste tan bajo de tres euros

No obstante, Cáceres reitera la urgencia de un etiquetado más explícito para proteger al consumidor que debe tener en cuenta que "una miel pura, una miel española de calidad, no se puede producir a un coste tan bajo de tres euros como se vende en muchos supermercados".

El experto tiene claro su consejo para las personas que quieran consumir buena miel.

"En España tenemos una producción de miel de una calidad excepcional que está en ferias como la de Meliza en la que se dan cita muchos productores y también el resto del año se puede uno acercar a los apicultores locales", aconseja.

Un acercamiento privilegiado en provincias como Zamora donde "es más fácil ya que en Madrid llegar a un apicultor puede ser algo más complejo, pero se puede aprovechar para visitar pueblos muy bonitos en los que se lleve a cabo una producción local que es la que yo recomiendo consumir", sugiere.

Mieles españolas que están en lo mas alto del ranking siendo muy reconocidas internacionalmente ya que "más de la mitad de la miel que se produce en España se va fuera y hay muchos apicultores con premios internacionales por la calidad de su miel", alega.

Por ello, anima a aumentar el consumo medio de miel en el país, que actualmente se cifra en un kilo por persona al año. Un número inferior comparado con otros países.

Suscríbete para seguir leyendo