Roales y La Hiniesta, dos pueblos zamoranos unidos por la tragedia
Ambos municipios comparten el duelo por la muerte de Arancha Corcero y arropan al propietario de los perros que atacaron a la joven en un camino
El alcalde de La Hiniesta destaca la "conexión especial" entre ambas localidades, reforzada ahora por un suceso que ha conmocionado a sus vecinos
Una asociación de Roales recuerda a Arancha con un poema y flores / M. J. C.
Una estrecha carretera de apenas 2,5 kilómetros conecta Roales con La Hiniesta, dos pueblos "hermanos" y unidos por la tragedia.
La muerte de la joven de Roales, Arancha Corcero Girón, provocada el pasado lunes por el ataque de los perros de un pastor de La Hiniesta, ha desgarrado el corazón de los vecinos de ambos municipios. Y por si fuera poco, los habitantes de La Hiniesta han tenido que sumar a ese intenso dolor otra pérdida irreparable; la de un joven vecino de 24 años de edad, fallecido el jueves en un accidente de tráfico, cuyo padre es natural de Roales.
"Ha sido una semana muy dura", reconoció el alcalde de La Hiniesta, Ricardo Casas, quien está muy pendiente de las familias azotadas por la tragedia, porque "están destrozadas y no veo visos de recuperación a corto plazo".
Sin olvidar a la familia de Arancha, el alcalde habla todos los días con P. G. R., el pastor propietario de los perros que atacaron a la joven de Roales en un camino de concentración de La Hiniesta.
"Es incapaz de hablar tres palabras seguidas sin echarse a llorar", matizó el alcalde, porque al pastor "también se le paró la vida" el pasado lunes. De hecho, P. G. R. "no se atreve a salir de casa", en la que permanece acompañado en todo momento por su pareja o su hermano, quien mantiene una "buena relación" con la familia de Arancha, a raíz de esa "conexión especial" entre Roales y La Hiniesta.
Vecinos pasean por una calle del entorno de la iglesia de La Hiniesta / M. J. C.
Reconoció Casas que "todos los vecinos de ambos pueblos se conocen" e incluso "hay muchas familias vinculadas", situación que complica aún más digerir un "mazazo" inesperado.
En este punto, recordó que, durante un tiempo, el bar de La Hiniesta permaneció cerrado y los vecinos se acercaban a Roales "a jugar la partida o a tomar algo", desplazamientos que sirvieron para reforzar una relación especial con sus vecinos que, además, contribuyó a "generar convivencia".
Por esa estrecha y cercana relación, la muerte de Arancha "nos rompe un poco a todos", matizó el alcalde, quien también reconoció que "tenemos que aprender a asumir lo que nos ha pasado, nos costará mucho tiempo, pero los dos pueblos tenemos que ser capaces de asumirlo juntos".
Esa especial vinculación también se percibe en Roales, pero la tristeza y la presión mediática han encerrado a buena parte de sus habitantes en sus viviendas.
La iglesia y el bar siguen siendo el punto de encuentro de unos vecinos, que no dudan al asegurar que "llevamos una semana para olvidar". Tampoco esconden su pesar por el duro trance por el que está pasando la familia de Arancha y se compadecen del pastor, al que todos conocen en Roales y que, como aseguró otro ganadero, está sumido en una pena que "le va a durar toda la vida".
Por otra parte, al llamamiento al "respeto" realizado por el alcalde de Roales, David García, se ha unido su homólogo en La Hiniesta. Y es que, como subrayó Casas, al dolor que sienten los vecinos hay que sumar su "ira" por la presión mediática de los últimos días.
Presión y "acoso"
Incluso, el alcalde de La Hiniesta, reconoció que "en algún momento me he sentido acosado" y la continua presencia de medios de comunicación nacionales en el pueblo ha acabado por generar "cansancio y agobio" entre sus vecinos, además de dificultar, por ejemplo, la captura de el séptimo perro de la jauría que, desde el primer momento estuvo localizado junto a las ovejas.
Sin embargo, como relató Casas, cuando el pastor, en colaboración con el Seprona, se acercaba para capturarlo, "aparecían las cámaras" en su continuo seguimiento al propietario de los animales.
Habitantes de Roales transitan por la Plaza Mayor de la localidad / M. J. C.
En este sentido, advirtió de que "corremos el riesgo de que, si alguien desde fuera dice cosas que no son verdad, lo emocional se convierte en irracional". En unos momentos tan duros, el alcalde de La Hiniesta "agradece" que la Justicia "sea lenta" y más en el caso de la muerte de Arancha, porque espera que la investigación permita esclarecer "todos los hechos" y que "la conciencia social sea más racional".
Actividades suspendidas
En las calles de Roales se respira la tristeza y el dolor de unos vecinos que tardarán mucho tiempo en recomponerse de la inesperada y cruel pérdida de Arancha, una joven enfermera que había decidido dedicar su vida a ayudar a los demás.
Por este motivo, se han suspendido las actividades programadas para los próximos días en el pueblo. "El ánimo no está para celebrar nada", ha asegurado "Ubuntu-Roales" en un comunicado. La asociación ha rendido su particular homenaje a la joven con un emotivo poema, rosas y un crespón negro colocado en la puerta de su sede.
En señal de duelo y de respeto hacia Arancha y su familia, el colectivo ha decidido suspender las actividades que había programado para el martes 31 de octubre, con las que tenía previsto celebrar Halloween. Del mismo modo, su junta directiva ha adoptado la decisión de aplazar, hasta nueva fecha, la comida solidaria programada por el domingo 5 de noviembre, a favor de la Asociación Zamorana de Esclerosis Múltiple.
A esa comida solidaria no hubiera faltado Arancha, una joven dulce, afable, deportista y muy participativa en la vida de su pueblo, aunque sus compañeros en centros sanitarios de la capital o en el de Corrales también guardan de ella un grato recuerdo.
En La Hiniesta también se han suspendido las actividades preparadas para celebrar Halloween en señal de duelo por la muerte de Arancha y de Manuel, el joven que perdió la vida en un accidente.
Una etóloga elabora un informe sobre los cinco perros
Una veterinaria experta en etología, rama científica que estudia el comportamiento animal, elabora un informe sobre la conducta de los cinco perros de pastoreo que mataron a la joven zamorana Arancha Corcero Girón.
Los perros serán sacrificados por su "enorme peligrosidad"
El juez ordena el sacrificio inmediato de los perros que mataron a Arancha porque "no existe un informe realizado por expertos que descarte de forma absoluta que en caso de volver a quedar en libertad no puedan volver a cometer un hecho similar, lo cual acredita la enorme peligrosidad de los mismos".
Ingresa en prisión el dueño de los perros que mataron a Arancha
El juez decreta prisión sin fianza para el pastor de La Hiniesta cuyos perros mataron a la joven Arancha Corcero Girón, del pueblo vecino de Roales del Pan (Zamora). La medida llega casi cuatro meses después del tráfico suceso, cuando la joven paseaba a las seis de la tarde del 23 de octubre de 2023 a 50 metros del rebaño que cuidaban los cinco canes que la atacaron por la espalda quitándole la vida.
Se suspenden actividades lúdicas
En las calles de Roales se respira la tristeza y el dolor de unos vecinos que tardarán mucho tiempo en recomponerse de la inesperada y cruel pérdida de Arancha, una joven enfermera que había decidido dedicar su vida a ayudar a los demás. Por este motivo, se han suspendido las actividades programadas para los próximos días en el pueblo. "El ánimo no está para celebrar nada", ha asegurado "Ubuntu-Roales" en un comunicado. La asociación ha rendido su particular homenaje a la joven con un emotivo poema, rosas y un crespón negro colocado en la puerta de su sede.
En señal de duelo y de respeto hacia Arancha y su familia, el colectivo ha decidido suspender las actividades que había programado para el martes 31 de octubre, con las que tenía previsto celebrar Halloween. Del mismo modo, su junta directiva ha adoptado la decisión de aplazar, hasta nueva fecha, la comida solidaria programada por el domingo 5 de noviembre, a favor de la Asociación Zamorana de Esclerosis Múltiple.
En La Hiniesta también han suspendido el "truco o trato" previsto para este 31 de octubre en señal de duelo también por el joven fallecido en accidente de tráfico el pasado jueves, natural de La Hiniesta.
A Pedro "también se le paró la vida"
"Es incapaz de hablar tres palabras seguidas sin echarse a llorar". Así cuenta el alcalde de La Hiniesta, Ricardo Casas, el estado en el que se encuentra el pastor propietario de los perros que mataron a Arancha. Y es que a él "también se le paró la vida" el pasado lunes. De hecho, P. G. R. "no se atreve a salir de casa", en la que permanece acompañado en todo momento por su pareja o su hermano, quien mantiene una "buena relación" con la familia de Arancha, a raíz de esa "conexión especial" entre Roales y La Hiniesta.
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