La colza gana terreno en Zamora

La colza es la planta oleaginosa más cultivada en la Unión Europea y en los últimos años ha ganado terreno en Zamora. La floración de la colza impregna de un intenso color amarillo el campo zamorano, que desde hace años se extiende a lo largo y ancho de la provincia, lo que revela el aumento de la superficie destinada a su siembra y que tiene su origen en el incremento de la demanda por la industria de biodiésel, aunque su principal uso es el alimentario.

De hecho, el aceite que se extrae de las semillas de colza es el más consumido en Europa, salvo en España por el "miedo" generado a raíz de la intoxicación masiva registrada en el año 1981.

El coordinador regional y presidente provincial de COAG, Lorenzo Rivera, destacó que la expansión de la colza en Zamora ha sido progresiva desde el año 2000, cuando su siembra se inició en parcelas del Bajo Duero. Con el paso del tiempo, agricultores zamoranos han apostado por un cultivo del que obtienen una mayor rentabilidad.

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En la presente campaña, según Rivera, la superficie sembrada de colza en la provincia puede llegar a superar las 10.000 hectáreas, aunque la cifra definitiva se conocerá una vez que finalice el plazo de solicitud de la PAC, lo que evidencia que se ha consolidado como una "alternativa real" a otros cultivos tradicionales como el cereal.

De hecho, según los datos recopilados por la Junta y correspondientes al pasado año, en Castilla y León se sembraron 47.320 hectáreas de colza y Zamora fue la provincia que destinó una mayor superficie al cultivo de la oleaginosa, con 9.885 hectáreas, seguida de Valladolid con 8.385.

En cuanto a la producción, el responsable provincial de COAG subrayó que puede rondar los 3.000 kilos por hectárea si se siembra en terrenos de secano y superar los 4.000 en regadío.

La siembra de colza también beneficia a las parcelas cultivadas ya que, por su raíz pivotante, mejora de la estructura y calidad del terreno, airea el suelo, reduce la erosión y aprovecha todos los nutrientes depositados en el subsuelo. Del mismo modo, facilita el control de las malas hierbas y contribuye a romper el ciclo natural de enfermedades y de plagas.

Sobre el precio de la colza, Rivera apuntó que será necesario esperar a que finalice la campaña, pero reconoció que, en principio, superará los 350 euros por tonelada, mientras que el del cereal podría rondar los 200 euros, diferencia que ha animado a más agricultores a su siembra por su mayor rentabilidad.

Por su parte, el presidente provincial de Asaja, Antonio Medina, precisó que, aunque la colza es un cultivo "económicamente atractivo" también presenta una serie de "inconvenientes", ya que obliga a los agricultores a "tener muy bien preparadas las tierras" y la producción dependerá en buena medida de las heladas.

Y es que, como matizó, la siembra de la colza se suele realizar entre septiembre y octubre en terrenos de secano y la nascencia tiene que producirse antes de las heladas invernales, aunque las más tardías también pueden provocar daños.

Sobre las "ventajas" que presenta su cultivo, Medina incidió en que, por sus raíces, "oxigena mucho el terreno", se adapta bien a la rotación de cultivos y la recolección se realiza con una cosechadora, lo que facilita el trabajo del agricultor, al margen de su mayor precio, mientras que los costes de producción son "similares" a los de otros cultivos.

En cuanto a sus usos, Rivera recordó que el aceite de colza es la más consumida en Europa, por lo que la cosecha obtenida en la provincia será exportada para abastecer a diferentes países. En España, según el responsable provincial de COAG, por el "miedo" generado tras las muertes provocadas por la "intoxicación" registrada en 1981, el aceite de colza no se utiliza con un fin alimentario cuando, en su opinión, "es injusto", ya que lo ocurrido hace 43 años fue "una negligencia" y otras contaminaciones alimentarias no han tenido el mismo reflejo en otros cultivos.

Las previsiones para la presente campaña son "buenas" y en la actualidad la colza "está en plena efervescencia de floración", aunque los agricultores deberán estar pendientes del descenso de las temperaturas, ya que las heladas tardías puede provocar daños.

Si las condiciones meteorológicas respetan el desarrollo del cultivo, las organizaciones agrarias auguran una buena campaña para una planta oleaginosa que cada año gana terreno en la provincia y que ha desplazado a otros cultivos tradicionales. Además, en plena primavera, la floración de la colza convierte el campo zamorano en un espectáculo para la vista al teñirse de un intenso color dorado.

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