Sucesos en Zamora

Una anciana acusa a su asistenta en Zamora: "Me llevó todas las joyas y 450 euros"

Una zamorana niega haber entregado las alhajas para su venta en una tienda de oro en la que halló uno de los anillos robados

Una anciana acusa a su asistenta en Zamora Me llevó todas las joyas y 450 euros

Una anciana acusa a su asistenta en Zamora Me llevó todas las joyas y 450 euros / S. A.

"¿Qué estará haciendo esta mujer, que tarda tanto, lo que menos pensé es que estaría revolviendo en mi casa?". La zamorana de 96 años obtuvo la respuesta días después de que la empleada que le asistía se despidiera porque había encontrado otro trabajo de ayuda a domicilio. "Me llevó todas las joyas y 450 euros un sobre que tenía a mano", reiteró sin género de dudas la anciana, convencida con decepción de que la mujer a la que "trataba como a un familiar y me llevó todo lo que tenía".

Una acusación a la que la imputada, de iniciales M.L.C.M., replicó que la persona a la que asistía "me dijo que quería vender sus joyas, me dio dos o tres veces bolsas con cosas que yo no sabía ni lo que llevaban". La procesada manifestó ayer en el Juzgado de lo Penal que "íbamos juntas a la tienda de oro" .

Mientras su jefa se quedaba en el coche, ella entraba para vender los objetos, pero, al regresar al vehículo, "yo le daba todo el dinero; la llevaba hasta casa y me marchaba". La mujer nunca le dijo para qué quería ese dinero, contestó a preguntas de la Fiscalía.

La anciana negó que hubiera salido nunca de casa con esta empleada y explicó que no podía sospechar de nadie más porque con el COVID "no entraba nadie" en su piso, y reafirmó la acusación del teniente fiscal, Evaristo Antelo, que pidió un año de cárcel por un delito de hurto para la procesada, así como el pago del valor de lo robado, que deberá concratarse en sentencia.

La perjudicada repitió con todo lujo de detalles ante la magistrada cómo fue atando cabos hasta sospechar que la empleada de ayuda a domicilio, que nunca le anunció que iba a dejar de trabajar en su casa, podía haberle robado. Recordó que "una vez la vi con mi bolso pero no sospeché porque era de total confianza" porque había cuidado a su marido hace unos veinte años, cuando enfermó.

Tras esa marcha repentina, "una noche pensé "no me habrá llevado todo", la caja con las joyas la tenía a la vista y ella lo sabía". Cuando la mujer fue a comprobar si tenía fundamento su corazonada, "se había llevado hasta un pendiente suelto" de un par que le habían regalado sus hijas, del que se estropeó uno y por eso lo había dejado allí.

Esta zamorana casi centenaria, que acudió al juicio ayudada de familiares y caminando con dos muletas, señaló a la imputada sin ningún género de dudas.

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La anciana se quedó sin nada. Solo le quedó intacto un anillo, "el resto ya no existía" en el negocio de compra de oro donde la procesada admitió haber vendido esos artículos de valor. Estas tiendas conservaban solo las últimas piezas adquiridas, "funden rápidamente el oro", lo que dificulta la identificación de los bienes, incluso, las fotografias que toman de ellos "porque están obligados" por si proceden de robos no se realizan al detalle ni con calidad, explicó el policía judicial que participó en la investigación de la denuncia. La explicación podría ser que con ello se obstaculiza el reconocimiento por parte de sus dueños, como ocurrió en este caso.

Los agentes comprobaron que la imputada había realizado doce operaciones de este tipo "entre abril y julio de 2021", fechas que coincidían con el tiempo durante el que M.L.C.M. trabajó para quien dijo considerar "como una madre", según manifestó la acusada. A preguntas del fiscal y su propia abogada sostuvo que acudía a la casa de la anciana para hacer las labores y que sí se despidió de ella porque encontró otro empleo en una residencia.

Admitió que había vendido en otras ocasiones joyas, pero que nunca había robado las que la que desaparecieron del domicilio en el que trabajó.

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