La Politécnica de Zamora investiga las materias primas del futuro

"Es una gran oportunidad para aquellos estudiantes de la Politécnica a los que le guste la investigación". El profesor Roberto Guzmán anima a los alumnos de las diferentes ingenierías del Campus Viriato a decantarse por la investigación y que lo hagan en el nuevo espacio que se ha puesto en marcha este curso, el laboratorio de ingeniería mecánica aplicada al diseño, fabricación y aplicaciones de materiales compuestos. "Los investigadores pueden centrarse en temas innovadores, dentro del campo de los materiales y los procesos de fabricación", invita.

Uno de los primeros investigadores de este laboratorio es Carlos Izquierdo, zamorano que se queda en su tierra tras finalizar el pasado curso Ingeniería Mecánica. Inmerso en un proyecto de estructuras bioinspiradas —es decir, con la naturaleza como inspiración— este ingeniero se ha decantado por el nácar. "A través de una serie de cortes, se reproducen este tipo de estructuras y se mejoran las propiedades del material", explica. A esto se añaden todo tipo de ensayos, por ejemplo de tracción, y se analizan las características morfológicas o la conductividad eléctrica.

Ensayos de materiales compuestos

Entre probetas para hacer ensayos de tensión compacta en estos materiales compuestos, Izquierdo analiza después la fractura que se produce para comprobar la resistencia del material, formado por un aglomerante "con una serie de refuerzos, como puede ser, en este caso concreto, la fibra continua de carbono", apunta. "Cada uno de ellos lo que hace es aportar resistencia, mientras que la matriz, que en este caso es del termoplástico, aglomera o une todo el conjunto", detalla.

Sobre la aplicación práctica de este trabajo, el investigador explica que los materiales compuestos tendrán mucho que decir en sectores como la automoción o la aeronáutica, "donde se requieren buenas propiedades mecánicas, reduciendo al mismo tiempo el peso y aligerando la estructura", valora.

Física y Química, en el laboratorio

En el grupo de investigación también están la química Elena Hernández y el físico Jorge Bautista —ambos con carreras cursadas en la USAL—, que han llegado al Campus Viriato atraídos por esta oportunidad. "Estamos utilizando una máquina CNC (control numérico computarizado) que hemos modificado para adaptarle una punta de ultrasonidos que se utiliza para homogeneizar soluciones líquidas, aunque nosotros la usamos para calentar el material y pegar tiras", detallan. Con esta adaptación se consigue un material más robusto , "porque nosotros queremos conseguir una pieza de la que, en base a cómo esté colocada cada tira, estudiemos sus propiedades mecánicas", resumen.

Los objetivos de su trabajo pasan primero por entender cómo funcionan los materiales para "descubrir si sirven para algo práctico, como la fabricación de caravanas o bicicletas", aspiran, sabiendo que el primer paso es lograr ese "material óptimo" en el laboratorio zamorano. "Queremos ir primero con cosas pequeñas y luego aspirar a más", reconocen.

Desde Argelia

El argelino Saber Maamri también forma parte de este equipo multidisciplinar. Lleva cuatro años en el Campus Viriato, donde llegó para realizar su doctorado, tras finalizar sus estudios de Física de Materiales en su país, puesto que la investigación es un campo que le apasiona. "Estoy desarrollando unas máquinas de ultrasonidos y una impresora 3D para hacer muestras que puedan mejorar las cualidades de la fibra de carbono, con mejores propiedades mecánicas", explica.

Apoyo institucional

Todos estos trabajos se insertan en diferentes proyectos como el Plan Complementario en Materiales Avanzados MA2TEC, el Programa Técnicos de Apoyo de la Junta o el Programa Investigo con fondos Next Generation y también apoyado por la administración regional. Precisamente, gracias a la Junta ha sido posible comprar equipos muy necesarios para este tipo de investigaciones, que transcurren por las líneas de la fabricación de materiales compuestos, el diseño de materiales multifuncionales desde el nivel nanoscópico o las nuevas tecnologías de fabricación aditiva.

Una gran variedad de campos para los que este nuevo laboratorio de la Politécnica abre sus puertas a investigadores con ganas de innovar y descubrir materiales que marcarán la fabricación en un futuro no tan lejano.

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