Robos en Zamora | La desaparición de 328 estacas de viñedo sienta a un anciano en el banquillo

El acusado sostiene que tras la denuncia por robo solo hay "un ánimo de venganza hacia mi"

La desaparición de 328 estacas de 1,30 metros de alto de un viñedo ha sentado a un anciano en el banquillo de los acusados y le enfrenta a una pena de un año de prisión y al pago de 413,28 euros de indemnización. Una imputación que la Fiscalía de Zamora ratificó ayer en el Juzgado de lo Penal, tras escuchar al dueño de la finca y a la persona que le ayuda "cuando puedo" en las tareas agrícolas para el mantenimiento y el cultivo de las viñas.

El denunciante y este testigo aseguraron haber visto cómo el imputado caminaba con dos estacas de las arrancadas y cómo las tiró al suelo cuando vio al dueño de la finca llegar con el coche quien estaba vigilante porque "le venían desapareciendo" estos elementos, hechos que la fiscala dio por probado en las conclusiones finales del juicio.

El testigo confirmó que vio cómo alguien "arrancaba una estaca" de la propiedad del denunciante, al que avisó para que comprobara si le falta, si bien no pudo reconocer a esa persona que estaba a 200 metros, según indicó. Recalcó que tanto el denunciante como el amigo que le ayuda con las fincas "reconocieron sin lugar a dudas las estacas que faltaban del viñedo en la finca del imputado porque son más estrechas por un lado y más anchas por otro".

El acusado alegó que detrás de esta denuncia había un ánimo de venganza y negó ser el responsable del hurto e insistió en que ese día paseaba con su perro por la zona, pero que nunca tocó ninguna estaca. Hizo uso del derecho a tomar la palabra al final del juicio para decir que "esto es totalmente falso, no sé por qué esta venganza hacia mí. Yo no le conocía de nada y me encuentro ahora en esta situación".

Su abogada pidió la absolución y cuestionó que el testigo pudiera haber visto cómo arrancaban las maderas pero no identificar a la persona que lo hacía. Tampoco dio credibilidad a que el dueño de la finca hubiera estado vigilante, "lo dice ahora en el juicio" y se refirió a la inspección de la Guardia Civil que solo vio dos maderas arrancadas en el suelo.

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La letrada subrayó que los dos hombres "manifiestan que faltan más estacas, pero no hace fotos aunque lleva teléfono móvil y no le dice a la Guardia Civil que le faltaban más de 300, ni al testigo que le ayuda" con las fincas, que es quien realizó el recuento, según él mismo testificó. La letrada llegó a decir que su cliente "tendría que haber utilizado un vehículo para llevarse las estacas, por el tamaño y el número de las sustraídas", dada su edad, 82 años.

El amigo del denunciante tampoco observó que hubiera marca alguna en el terreno de la parcela de la que se extrajeron las maderas cuando él mismo acudió a comprobar el número de las robadas. Corroboró que el denunciante le había manifestado que "vio las maderas en una finca que debía de ser del imputado" y que él pudo comprobar que estaban "tapadas con un poco de hojarasca. Había bastantes y vi que eran de la finca de mi amigo", aunque la propiedad estaba a más de 200 metros.

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