Opinión | Zamoreando

Pobre Francisco

El obispo que tenemos en Zamora es una suerte que celebro todos los días

Pablo de Rojas besa la mano de Ricardo Subirón

Pablo de Rojas besa la mano de Ricardo Subirón

No hay derecho a que se ceben de la forma que lo están haciendo con el Santo Padre. Unos pocos que apenas cuentan le están complicando la vida y el papado. No creo que Francisco sea un peligro para la religión católica, para los católicos en general y para la Iglesia de Pedro. Sin embargo se están produciendo episodios de lo más peregrino, insultante y, en algunos casos, aberrante como el de las monjas de Belorado y el imbécil profundo que responde al nombre de Pablo de Rojas.

Se están sucediendo una serie de episodios inaceptables. Episodios como el de los tres sacerdotes toledanos que desearon la muerte de Francisco. Me parece absurdo y desproporcionado. Utilizar un canal de Youtube para lanzar a los cuatro vientos frases como "rezo mucho para que el papa Francisco pueda ir cuanto antes al cielo" es un deseo criminal travestido de una metáfora que no cuela. A gente así hay que separarla de inmediato porque es tóxica, es contagiosa. Y ya hay bastantes satélites pululando por las cercanías de la Iglesia Católica y aún en el mismo seno de la Iglesia como para permitir que sigan el rumbo que se han fijado.

A diferencia de gente así, no puedo llamarles sacerdotes, el papa dio la contestación más acertada: "Les tengo lástima, no es gente mala, es gente triste". En el "no es gente mala" iba implícito el perdón. Lamentablemente hay mucha gente "triste" que se refugia en la Iglesia. Como el falso obispo de Rojas y una abadesa que se ha pasado de lista. El hábito no hace al monje y al susodicho se le nota que las prendas talares que viste son de guardarropía, de puro atrezo para seguir con su representación.

Yo siento un respeto imponente por los sacerdotes, bien cierto es que no por todos, y especialmente por el obispo que tenemos en Zamora, una suerte que celebro todos los días. Bien es verdad que de pobreza, obediencia y castidad algunos curas se alejan considerablemente, como el tal Rojas y los de los malos deseos. Que bien harían, ya que abrazaron tan hermoso "oficio", imitar la vida de Jesucristo que, por más tiempo que pase, sigue apasionándome.

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