Sucesos en Zamora

Un centenar de hijos e hijas de maltratadores corre el riesgo de sufrir violencia vicaria en Zamora

"El menor oculta las agresiones para no dañar a sus madres, detectar los casos precisa de más coordinación interdisciplinar", indican expertos

Un niño de 22 meses atado a una pared.

Un niño de 22 meses atado a una pared. / Efe

Aunque las estadísticas del Ministerio de Interior cifra en una decena el número de menores víctimas de violencia vicaria en Zamora -de hijos e hijas utilizadas de padres maltratadores para hacer daño a sus exparejas- lo cierto es que ese número se elevaría hasta el centener como consecuencia de convivir en situación de vulnerabilidad o riesgo con sus madres, de acuerdo con los datos registrados en 2023 por el Ministerio de Interior.

Esa decena, pues, haría referencia a aquellos menores ven en auténtico peligro su integridad física, indican los casos tipificados por el sistema VioGén que estandariza los niveles de riesgo y de vulnerabilidad para las mujeres que sufren violencia machista y para sus hijos e hijas.

En multitud de ocasiones, el criterio que siguen los equipos especializados de Policía Nacional y Guardia Civil para determinar esa situación no coincide con la calificación del delito por el juzgado, puesto que las agresiones físicas o psicológicas del progenitor maltratador a los menores "ocurren en el ámbito privado, comete el delito cuando está a solas con su hijo o con su hija", cuando aquellos saben que nadie le puede ver, explica el doctor en Estudios Interdisciplinares de Género y Políticas de Igualdad por la Universidad de Salamanca, el abogado Raúl Arturo Hirakawa Andia.

"Qué mejor arma que atacar a hijos e hijas"

Los menores tienden a ocultarlo "para salvaguardar a sus madres", por lo que la realidad trampea a las estadísticas. Otro factor que desvirtúa el valor de los fríos números es que el juzgado solo dará credibilidad al relato del menor o la menor "si existe un informe psicológico y una intervención interdisciplinar que lo acredite, ahí hay que incidir, trabajar mucho todavía", apunta el experto.

Además, si no hay denuncia de violencia de género, no hay rastro de esa violencia vicaria que conlleva siempre. Ese disloque entre estadísticas y realidad obedece a la reciente incorporación de la violencia vicaria en la legislación española como una consecuencia del terrorismo machista que busca destruir a la mujer que deja a su maltratador y "qué mejor arma que atacar a los hijos e hijas".

La instrumentalización de las visitas y la custodia compartida

La instrumentalización del régimen de visitas o de la custodia compartida por parte del maltratador es una conducta mucho más habitual de lo que se cree cuando se denuncia. "En el 90% de las visitas, el padre maltrata a sus hijos e hijas o los amenazan con hacer daño a su madre, "si tú no te quedas conmigo, yo mato a tu madre", esa advertencia se da a menudo", apunta el abogado zamorano Hirakawa Andia.

"El niño o la niña sufre miedo y cuando tiene 15, 16, 17 años ni se queja para proteger a su progenitora", apunta el doctor en la materia para subrayar que "la madre no es consciente hasta que ese daño, eso dolor que sufre su hijo o su hija, eclosiona".

Así, pues, aunque la violencia vicaria tiene por finalidad exclusiva "hacer sufrir a la mujer", los menores son también víctimas. Y para lograr su fin, "el machirulo hace débil al hijo o la hija con ese trato violento". No pocas veces, el maltratador desatiende a su hijo o hija, incluso, "se lo lleva durante días sin que le toque" para inquietar a su exmujer.

Por todo ello, el Juzgado de Violencia de Género ordena, en caso de riesgo alto o extremo para la madre, que las visitas de esos maltratadores se desarrollen en los puntos de encuentro para proteger al menor o la menor.

El caso irreversible es el asesinato, "matan a los hijos e hijas porque es el máximo sufrimiento que pueden infringir a la madre. "Tú ya no eres mía, te quito a los hijos y los mato". Ese es el planteamiento del machista que está obsesionado y maquinando constantemente sobre cómo hacer el mayor daño posible".

Una amenaza a la que está añadiendo su suicidio en los últimos casos, siempre tras matar a la exmujer y los hijos e hijas, agrega el abogado especializado en la materia, causas en las que, al desaparecer la mujer maltratada porque la mata, ya no se estima, con la ley en la mano, que ha habido violencia vicaria.

PARA DENUNCIAR O PEDIR AYUDA

Los recursos para solicitar ayuda o para denunciar casos de violencia de género son:

  1. eteléfono gratuito 016 que atienden personas expertas en asesorar y prestar auxilio
  2. Policía Nacional, al 091
  3. Comandancia de Zamora, 062
  4. 900 22 22 92, del programa Atenpro
  5. Unidad de Violencia de Género de la Subdelegación de Zamora.

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