Una zamorana denuncia a su exnovio por agarrarla del cuello: "Estás muy loca"

La acusación particular pide 18 meses de prisión para el acusado y dos años de alejamiento para el investigado

Un coche patrulla de la Policía Nacional

Un coche patrulla de la Policía Nacional / Archivo

Un varón se enfrenta a 18 meses de cárcel por dos delitos de violencia de género, el último ocurrido cuando el acusado agarraría del cuello a su expareja y madre de su hijo menor de edad que denunció haber sufrido varios episodios de violencia de género, el último cuando la agarró del cuello mientras le decía "estás muy loca".

Uno de esos episodios de maltrato, por los que la acusación particular exigen una condena a dos años de alejamiento a menos de 300 metros y prohibición de tenencia y porte de armas, habría tenido lugar cuando la zamorana visitó a su exnovio para que conociera al hijo que tienen en común de 13 meses edad y terminó en una agresión del investigado, de iniciales J.S.R., que reside en Lleida, hasta donde se trasladó la zamorana el 12 de febrero de 2023.

La denunciante relata que ocho meses después vuelve a coincidir con el acusado, esta vez en el interior del vehículo en el que se encontraban, lo que motiva que ella se baja del coche en un descampado mientras él abandona el lugar que la mujer desconocía, por lo que tuvo que llamar a la policía para que acudiera en su busca, según relata la presunta víctima de maltrato en el Juzgado de Violencia de Género.

El episodio ocurrió lejos de la residencia de ella, por lo que pidió a los agentes que la dejaran en el domicilio del hombre, a petición de la propia denunciante. El hombre hizo caso omiso a las llamadas al timbre, de acuerdo con la versión de la mujer que indica que solo le abrió la puerta para agarrarle fuertemente de los brazos, lo que provocó un forcejeo entre la pareja que terminó con ambos rodando por las escaleras del inmueble.

Al levantarse del suelo, la presunta víctima declara que el investigado la empujó hacia el coche que se hallaba aparcado cerca de la casa, una acción que la llevó a golpearse contra el retrovisor, mientras la ira del presunto maltratador iba en aumento hasta agarrarla del cuello y gritarle "estás muy loca" al tiempo que le retiraba el móvil con el que ella grababa la escena, arrojó el teléfono al suelo y lo rompió.

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