César Pérez Gellida desvela en Zamora su secreto para convertirse en un autor de éxito

"Descubrí la escritura como método para combatir el insomnio y no molestar a quien dormía a mi lado", reconocía César Pérez Gellida durante su visita a Zamora para participar en el ciclo "Otras formas de leer", organizado por la Dirección Provincial de Educación y los CFIE de Zamora y Benavente.

Con muy buena letra

Escritor atípico, confesó sin rubor que nunca había escrito antes "ni me atraía el contar historias", pero una de esas noches en vela inventando relatos decidió que quería dejar constancia de ellos en papel, "aunque sin ánimo de publicar nada", advirtió. "Poco a poco, se volvió una obsesión lo de sacar tiempo para escribir y, finalmente, el manuscrito de esa primera novela cayó en manos de alguien ligado al mundo editorial como era Michael Robinson, así que tuve la suerte de no tener que tocar nunca las puertas de las editoriales", agradeció.

Hasta el Premio Nadal

Ese primer libro era "Memento mori" y, a partir de ahí, la historia es ya más que conocida, hasta lograr el Premio Nadal 2024 con su último trabajo, "Bajo tierra seca", del que también habló en Zamora.

Lo que sí ha sido siempre es un ávido lector y, obviamente, la novela negra es el género que más consume. "Pero también es la que más me decepciona, aunque hay compañeros a los que admiro mucho. Lo que pasa es que sufro el síndrome del pastelero, pensando que mis dulces son los mejores, mientras que los otros reposteros no saben ni montar bien la nata", se confesó entre risas ante el público que aplaudió esta distendida conferencia impartida en el salón de actos del Campus Viriato.

Sin planificación

Otra sorpresa para su séquito de lectores fue la confesión de que nunca planifica las tramas de sus libros. "Mi forma de escribir es muy anárquica", admitió, diferenciando entre escritores de mapa —los que antes de ponerse frente al folio en blanco tienen una estructura bien consolidada— y los escritores brújula –aquellos que se guían por la intuición para avanzar– y señalando que él no pertenece a ninguno de los dos grupos. "Yo voy escribiendo por escenas y una me lleva a otra", detalló.

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Y en eso está ahora mismo, a menos de una veintena de secuencias para terminar lo que será su novela de 2025, "aunque todavía no sé cómo va a terminar la historia". Y esa técnica la utiliza para despistar al lector.

"Si sé hacia dónde voy desde el principio, el lector puede intuir mis pasos y lo que quiero es engañarle", aseguró, añadiendo además que le gusta "incomodar" al lector con sus novelas.

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Generación sin creatividad

Agradecido a quienes disfrutan con sus libros, Gellida lamentó que, en general, las nuevas generaciones no tengan esa pasión por la literatura. "La lectura convierte las palabras en imágenes y a ellos eso les supone un esfuerzo, porque están acostumbrados a consumir las imágenes por sí mismas, lo que les hará menos creativos", argumentó.

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