Entrevista | Juan Andrés Blanco Catedrático de la Universidad de Salamanca

"La desventaja comparativa de Zamora no la genera la organización autonómica"

"Hay gente y partidos que, incluso estando dentro del Gobierno de la Comunidad, niegan este sistema como el más adecuado"

Juan Andrés Blanco.

Juan Andrés Blanco. / José Luis Fernández

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

El catedrático de la Universidad de Salamanca, Juan Andrés Blanco, vinculado a la UNED de Zamora, será el encargado de inaugurar el curso gratuito "Cuarenta años de autonomía en Castilla y León", que arranca este próximo lunes en la sede de la universidad a distancia de la capital, con su ponencia "La larga marcha hacia una autonomía incierta"

–¿A qué se debe el calificativo de "incierta" en su conferencia en la UNED?

–A que no está definida cómo va a ser de antemano. El papel de esta tierra en la creación de la Corona española es fundamental, desde el idioma hasta la creación de muchas de las instituciones propias del Estado. No hay una identificación regional separada de ese modelo de Estado unitario, mientras que en otros lugares, ya en el siglo XIX, comienzan a surgir proyectos de descentralización administrativa y también de cierto autogobierno y reconocimiento de peculiaridades propias culturales e incluso institucionales. Aquí también surge, pero con más dificultades.

–¿Cuándo se observa esa corriente?

–En el siglo XIX hay un cierto movimiento regional que primero tiene que ver con los intereses fundamentalmente agrarios, en esa disputa entre proteccionismo y librecambismo. Es una disputa fundamentalmente con el textil catalán. Todo ese movimiento del regeneracionismo pretende modificar la política en el plano institucional, educativo, cultural o económico y va a incidir en lo que ha sido el papel de Castilla en la conformación de España. Hay una reacción frente a las acusaciones que vienen de ciertos movimientos periféricos, de tipo regional y nacionalista, fundamentalmente Cataluña, también el País Vasco y, en menor medida, Galicia y otros ámbitos. Se da una respuesta defendiendo el papel de Castilla y cuestionando algunos de esos planteamientos de estos regionalismos y nacionalismos.

–¿Qué pasos se dieron?

–En buena medida, surge un regionalismo reactivo que, poco a poco, se transforma en proactivo, tratando de establecer ciertas propuestas que se van a concretar en la Segunda República, aunque sin éxito político. Hay un movimiento de defensa no solo de lo que ha supuesto estas tierras en la conformación de España, sino también incluso de proyectos como un propio estatuto, que ni se aprueba ni cuaja. Se continúa también esa reacción frente la aprobación de estatuto catalán en el 32 y luego la guerra lo corta todo.

Zamora. Juan Andrés Uned

Juan Andrés Blanco. / José Luis Fernández

–¿Cuándo se inicia el proceso actual?

–Es en realidad en el contexto de la Transición española cuando se plantea un modelo de organización administrativo territorial distinto, es decir, descentralizado, con el Estado de las autonomías, donde se dan pasos en distintos ámbitos. Pero todavía quedan muchas dudas, qué opinan los distintos territorios y las diversas posiciones diversas, como el intento de Santander de tener una autonomía uniprovincial, lo mismo La Rioja, o el intento de Segovia de estar fuera de la autonomía de Castilla y León, aparte de la situación de León. En definitiva, es un proceso incierto que finalmente se va a concretar en alguna medida a partir de lo que se hace en otros sitios y en la última etapa del cierre del Estado autonómico, incluso con la decisión del Tribunal Constitucional que obliga a Segovia a pertenecer a este ámbito territorial y a León a incorporarse en el proceso. En 1983 nace el Estatuto de Autonomía, que es el último de esta organización autonómica en España.

–¿Hay un sentimiento diverso de autonomía en España?

–El espesor regional de autoconciencia de las distintas regiones es muy variado, como bien sabemos, y no está estrictamente claro qué es Castilla y León en ese marco, qué percepción tienen las propias gentes de esta tierra y que no hay un modelo unívoco a seguir. Por ejemplo, históricamente, una parte de Valladolid y Palencia también pertenecen al Reino de León, incluso una parte de Galicia. La historia no avala estrictamente el proyecto que finalmente se establece, pero tampoco lo niega.

Zamora. Juan Andrés Uned

Juan Andrés Blanco / José Luis Fernández

–¿Cuál es el objetivo de estas jornadas organizadas por la UNED, en colaboración con las universidades de Salamanca y Valladolid?

–Lo fundamental del encuentro es valorar lo que han supuesto estos 41 años de organización autonómica, si se ha desarrollado esa conciencia de pertenencia a un mismo ámbito de carácter económico, administrativo, territorial e incluso cultural, qué es lo que se ha hecho realmente, porque el estatuto de autonomía del 83 ha tenido sucesivas modificaciones, y cuáles han sido las competencias que se han aceptado, las que se han demandado y las que no se han conseguido. La organización territorial autonómica se entiende que supone acercar a los ciudadanos las decisiones políticas, más que en un Estado estrictamente centralizado, ver cómo ha funcionado y cómo se ha percibido, analizando la valoración de los ciudadanos a través de las elecciones y los resultados obtenidos.

–¿Es difícil analizar todas estas variables?

–Se trata de un curso académico, no político. Nosotros no vamos a tomar ningún planteamiento político, aunque hagamos referencia a los partidos, que tienen unas posiciones determinadas, como cuestionar la actual organización autonómica. Desde el punto de vista doctrinal, tendrán todo el derecho, pero la gente también tiene el derecho a votarlo y eso es lo que analizamos.

Juan Andrés Blanco, en la sede de la UNED de Zamora. | Jose Luis Fernández

Juan Andrés Blanco, en la sede de la UNED de Zamora. / Jose Luis Fernández

–¿Cuál es la situación concreta de Zamora con respecto a este modelo territorial?

–Sabemos que la desventaja comparativa de provincias como Zamora no las genera la organización autonómica, sino que vienen de atrás, con total seguridad. La política aplicada ha beneficiado mucho más a otros territorios, clarísimamente, pero esta situación la comunidad autónoma la arregla, la incrementa o la deja igual. Eso también lo analizaremos, porque la finalidad del cambio en la organización administrativo territorial es mejorar no solo la percepción que tiene la gente, de ahí viene luego el voto, sino la realidad económica. Esos datos se comparan con los estándares europeos, de España y dentro de la propia comunidad. Hay a veces una percepción de que la comunidad autónoma ha beneficiado a Valladolid, así que vamos a ver si es mito o realidad. Hay gente y partidos que, incluso dentro del gobierno de la Comunidad, niegan el sistema autonómico como el más adecuado. Vamos a analizar todo ello, pero sin entrar en valoraciones políticas.

–¿A qué público interesa?

–A todos los ciudadanos, porque son temas que están en la calle y la organización autonómica ahora tiene un ámbito competencial muy importante.

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