Alcañices, la Pasión que ya tenía bula papal en 1515

La villa de Alcañices ha dado un paso al frente para intentar recuperar la esencia de su antigua Pasión de Cristo tras caer temporalmente en desgracia en 2022 cuando a la convocatoria de Asamblea General no se presentó nadie a la presidencia para dirigir los destinos de una Junta Pro Semana Santa que llevaba ya bastantes años desarrollando una intensa y acertada labor.

Jueves Santo estuvo pasado por agua y en Viernes Santo llegó una relativa bonanza climatológica y tras el descendimiento en el Santuario Mariano Diocesano de Nuestra Señora la Virgen de la Salud, pudo salir las procesión de la tarde con el Nazareno, el Yacente, la Verónica y la Magdalena por las calles Labradores, Hospital, San Andrés y Pérez Marrón. Por la noche regresaba la lluvia y la Dolorosa no pudo salir, se celebró dentro del templo.

El Nazareno es una de la imágenes más representativas de la Semana Santa de Alcañices que desde su inicios se procesionó en andas, hasta hace unos años en que se optó por las ruedas.

Las antiguas andas fueron cedidas al pueblo de Sarracín para procesionar a su Bendito Cristo en Miércoles Santo. La andas han regresado de nuevo a Alcañices y tras procesionar sobre ellas al Santo Cristo de la Piedad en la Procesión del Silencio de Miércoles Santo, en la tarde del Viernes Santo, con doce costaleros, procesionaron de nuevo al Nazareno.

Alcañices es una de las parroquias de la antigua Vicaría de Aliste (Arzobispado de Compostela) donde se tiene constancia escrita de que ya existía la cofradía de la Santa Vera Cruz y se celebraba la Semana Santa hace al menos cinco siglos: más concretamente 509 años. Día 20 de octubre de 1515 del nacimiento del Señor, esa fue la fecha, año tercero del pontificado del Papa León X en que Roma le concedió la bula a la Santa Vera Cruz de Alcañices. Dicha hermandad habría pervivido hasta mediados del siglo XIX, al decaer eclipsada con la presencia de la cofradía de la Tercera Orden ligada al Convento de San Francisco.

Tras el trágico incendio que en la noche del 16 al 17 de agosto de 1917 calcinó parte de la iglesia del Convento de la Orden Tercera de San Francisco (actual Santuario Mariano Diocesano de Peregrinación de Nuestra Señora la Virgen de la Salud), en 1920 era fundada la nueva cofradía de la Vera Cruz que asumía una estructura similar a la de la Tercera Orden, centrada en el cometido únicamente religioso y dentro de este la Semana Santa. Para los penitentes se eligió el hábito morado con cíngulo y guantes que variaban su colores: en Jueves Santo amarillos y blancos y en Viernes Santo negros. Como símbolo portaban una vara coronada por una cruz metálica y un sudario que debía superar en un palmo al cofrade.

Las normas fueron redactadas por gente pudiente de la Villa, vamos con posibles, y ahí surgía el primer problema, ya que muchos alcañizanos, aún deseándolo, no pudieron hacerse cofrades, al no poder costearse el hábito que costaba 25 duros (125 pesetas) toda una fortuna para los más humildes de aquella época.

Creada la Vera Cruz, entre 1920 y 1925, se incorporaba a las procesiones de la Semana Santa alcañizana la imagen de Cristo Yacente (con brazos articulados) que fue donada por Manuel Calvo Casado, pasando a ser la usada en el Descendimiento de Viernes Santo. Procesiona en la urna sufragada por Antonio Calvo Casado y obra del serrador de Alcañices, Félix Martín.

La señora Catalina Manzano donaba a la hermandad en 1950 tres nuevos pasos: la Verónica, la Magdalena y el Nazareno que venía a sustituir al antiguo Nazareno de Acacio.

Cofradía y Semana Santa comenzaban a decaer en los años setenta y los hábitos fueron desapareciendo pues se iban utilizando como mortajas de los cofrades al fallecer.

Tras un 2023 de transición, un grupo de voluntarios, integrado por una treintena de personas, ha tirado del carro este año 2024 para recuperar su Semana Santa y la idea ya con vistas 2025, tanto de la parroquia de la Virgen de la Asunción, como del Ayuntamiento de Alcañices, es seguir trabajando para que la Pasión pueda recuperar todos sus rituales de religiosos y sociales, así como relanzar de nuevo la Junta Pro Semana Santa. Alcañices y Aliste no pueden ni deben de perder sus tradiciones de la Pasión.

Suscríbete para seguir leyendo