Tarde de funeral en Bercianos

Bercianos de Aliste conmemoró, con la lluvia como compañera de viaje, los 488 años de la celebración de su sobrecogedora Pasión de Cristo con las gracias e indulgencias concedidas por el Sumo Pontífice de Roma.

Día 7 de enero de 1536, parece que fue ayer y ya estamos a sólo 12 años de celebrar el V Centenario de la Bula Papal otorgada por Paulo III, a través del cardenal Francisco de Quiñones, a petición de la entonces cofradía de la Santa Vera Cruz, con los privilegios otorgados a los penitentes, hombres y mujeres de Bercianos pues la hermandad ha sido mixta desde su inicios en el siglo XV.

Las desgarradoras y sentidas voces de los cofrades de Bercianos bajo su túnica de blanco lino rompieron el sepulcral silencio de la iglesia de San Mamés: "Perdón o Dios Mío, perdón y clemencia, perdón indulgencia, perdón y piedad", asumiendo culpas propias y ajenas, camino de su Señor, el Salvador, velado por sabios ancianos de Capas Pardas Alistanas de Honras y Respeto.

La Plaza de la Pasión enmudeció dando paso a las sabías, sentidas y certeras palabras del predicador, Teo Nieto Vicente, un cura lazarino de Zamora que en 1995 llegó a Aliste y se hizo de la tierra, lo hicimos, alistano, de semblante tranquilo y sereno al que muchos de sus feligreses asemejan al de su jefe nacido en Belén.

Mirada que siembra, atempera e inspira confianza, bondad que abre la puerta a la esperanza, un hombre bueno, predicando el Sermón del Descendimiento ante Jesús con cautivadoras y certeras palabras las suyas, hechas ahora poema: "¿Cuantos clavos se necesitan para diluir las utopías y amarrar a una cruz los sueños? Siempre los mismos clavos, clavos que no siempre son de metal sino simple cotización en bolsa que continua derramando sangre, construyendo olvidos, quebrando caminos. Soledad como hambre de un Dios que hacía silencio".

Verdades como templos dirigiéndose a los hermanos de conformidad a "Vuestra tradición que yo siento como la mía: Subamos a la Cruz, pongamos nuestras manos, limpias del pecado de la indiferencia, al servicio de la humanidad sangrante que clama justicia y verdad, una creación que busca caminos alternativos a los dictados del poderoso caballero en el que hemos dejado convertir al dinero y sus sacerdotes. Subamos a la Cruz para agacharnos a limpiar los pies de tantos muertos que reclaman vida".

Y llamó a la reflexión sincera: "¡Cuantas veces en la historia borramos los nombres para poder pisotear a la personas! y ¡Cuantas veces en nuestros pueblos han diluido nuestros nombres para convertirnos en estadística, números por los que no merece la pena desvelarse! Pero hoy, aquí, quitamos este título de la vergüenza para reclamar un nombre. Porque somos Aliste, somos una cultura, somos gentes y paisajes y vamos a gritar nuestro nombre hasta que quede escrito en la historia".

Al quitar la corona de espinas el predicador Teo Nieto sentenciaba: "Quitamos esa corona para que las palabras del Maestro sigan resonando libres y que su luz se filtre por cada uno de los poros de nuestra piel haciéndonos paladear el sabor de la libertad. Una libertad que nos haga vocear, con la fuerza sentida de la gente sencilla, que nuestros pueblos no son lugares de los que compadecerse, ni a los que mirar desde la tribuna de ese pensamiento único que ata nuestras conciencias y hunde nuestros corazones en una sed inacabada".

Llegó el desenclavo y dos cofrades hicieron de Nicodemo y José de Arimatea mostrando el Yacente a la Virgen Dolorosa arropada por las mozas de Bercianos, antes de ser introducido en su féretro: Urna de Cristal: "Detengamos nuestra mirada en esa mujer, reflejo de cada mujer silenciada en una historia construida con los mimbres de varones decididos a enmudecer la voz de Dios. En su nombre está grabado el nombre de cada mujer alistana que ha hecho de la entrega un estilo de vida. Que nuestra mirada detenida sea un homenaje a la mujer de nuestros pueblos".

La lluvia hizo acto de presencia y el cortejo fúnebre no pudo cumplir con el Santo Entierro para dar sepultura a Jesús de Nazaret en Calvario, virando hacia la iglesia donde tras unos momentos de espera el Cabildo, con las máximas autoridades al frente, Emiliano Rapado Fernández (juez) y Juan Lorenzo Blanco (presidente), decidió no salir para salvaguardar las imágenes y también a los penitentes: la túnica es muy fina y la lluvia podría haber tener consecuencias entre los cofrades mas mayores y aquellos con una delicada salud.

En el templo se canto el desgarrador miserere alistano que hiela la sangre en las venas y se cantaron las Cinco Llagas: "Cuando pasas mírame y contempla bien mis llagas, mírame como me pagas, la sangre que derramé".

Pasada la anochecida la antigua matraca hecha de madera de roble volvió a recorrer las casas de puerta en puerta y a las 22 horas los vecinos y vecinas de Bercianos sacaban a la Virgen Dolorosa a procesionar a la luz de las velas por las calles del pueblo, Tintinayo, La Fuente, Concejo, La Puente, Reguero y Tintinayo, entonando el Stabat Mater (Estaba la Madre Dolorosa) una plegaria medieval del siglo XIII atribuida a un fraile de la Orden Tercera de San Francisco, donde se medita sobre el sufrimiento de María durante la crucifixión de su hijo Jesús. Procesión que este año estuvo presidida por el obispo de la Diócesis de Zamora Fernando Valera.

Bercianos pondrá hoy, Domingo de Pascua, el broche de oro a su Semana Santa con la eucaristía y la procesión del Encuentro que tendrá lugar a las 13.00 horas.

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