El obispo de Zamora advierte: "No es de recibo el plantón de algunas cofradías"

Las hermandades díscolas callan, mientras el prelado recuerda el "nuevo estilo" debatido en un Consejo Rector antes de la Pasión

Un momento de la asamblea. En la mesa presidencial, desde la izquierda: Miguel Ángel Hernández, Antonio de la Higuera, David Gago, Rufo Martínez, Isabel García, Fernando Valera, Ángel Blanco, José Calvo, Ramiro Silva, Pilar Alonso y Alberto de la Fuente.

Un momento de la asamblea. En la mesa presidencial, desde la izquierda: Miguel Ángel Hernández, Antonio de la Higuera, David Gago, Rufo Martínez, Isabel García, Fernando Valera, Ángel Blanco, José Calvo, Ramiro Silva, Pilar Alonso y Alberto de la Fuente. / Ana Burrieza

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

"Tenemos que ir rompiendo dinámicas que enturbian nuestro modo de vivir y de actuar. No es de recibo la deslealtad institucional de algunas cofradías (que) cuando invitamos a todas las instituciones, hoy no estén presentes y no hayan mandado ningún representante. No es de recibo. Y no es de recibo nuestro caminar. Podemos estar en desacuerdo, podemos discutir, pero no podemos ser desleales". Interrumpido por los aplausos de los presentes el obispo diocesano, Fernando Valera, expresó de esta forma su malestar por el plantón de Buena Muerte, Vera Cruz y Santo Entierro en la asamblea general de la Junta pro Semana Santa de este lunes, una postura que va justo en dirección contraria del camino que quiere implantar la diócesis.

Y es que antes de Semana Santa se celebró un Consejo Rector en el Obispado para, dijo Valera, "ir profundizando en un estilo, en una forma, en un camino que quiere ser el signo y la seña de esta Iglesia de Zamora". Recordó las palabras del papa: "Cuidado con las profecías de desgracias, cuidado con gastar energías en dar cuenta de los fallos, de echar en cara amarguras, hay que mantener los ojos fijos en el bien, que a menudo sabéis que no hace ruido".

Asamblea de la Junta pro Semana Santa de Zamora

Asamblea de la Junta pro Semana Santa de Zamora / ANA BURRIEZA

Hay que, por tanto, "mirar a Cristo y mirar algo muy importante que supone la Semana Santa, las heridas de la carne de Cristo, causadas siempre por el pecado y a veces, dice el papa, con frecuencia, por los hijos de la Iglesia". Llamó al entendimiento "en nuestras cofradías, ese espacio donde germinen sueños, susciten profecías y visiones, se hagan florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, entretejer relaciones, resucitar una aurora de esperanza, aprender unos de otros y crear un imaginario positivo que ilumine las mentes, enardezca los corazones, dé fuerza a las manos e inspire a los jóvenes la visión de un futuro lleno de la alegría del Evangelio".

Ninguno de los tres presidentes de las cofradías que dieron el plantón en la asamblea han querido expresar públicamente las razones de una medida tan extrema y que disgustó profundamente al inquilino de Ramos Carrión. Todo parece indicar que fue una acción coordinada y que trasciende lo que es un mero desacuerdo con las cuentas de la Junta de cofradías y puede tener un mayor calado, aunque ciertamente están en franca minoría y no cuentan con el apoyo de otras hermandades que también son críticas con la actual presidencia de la Junta de Semana Santa, aunque sin romper la unidad de acción.

Presupuesto

Formalmente lo que se ventilaba en esta asamblea eran los asuntos económicos. Para 2024 el presupuesto real se mueve ligeramente por debajo de los doscientos mil euros. Y es que la Semana Santa, económicamente hablando, es un gigante con pies de barro: depende exclusivamente de las subvenciones públicas para sobrevivir. Casi la mitad de los ingresos proceden del Ayuntamiento, que aportará este año 86.000 euros y otra partida importante del Patronato de Turismo de la Diputación, 45.000 euros. Más discreta es la subvención de la Junta, 16.645 euros.

Una partida importante prevista son los 47.000 euros que se esperan ingresar del siniestro de la Panera, la inundación del piso superior que provocó daños en el patrimonio de las cofradías. Colaboradores y cuotas de socios suponen cuatro mil euros.

Pérdidas de 40.000 euros en 2023 y un préstamo instrumental

Tras acabar el año 23 con unas pérdidas de 40.000 euros, asumidas por el colchón que había en la cuenta corriente, la Junta pro Semana Santa ha aprobado para 2024 un presupuesto equilibrado de 278.645 euros. Una cantidad "inflada" con un crédito de 80.000 euros de Caja Rural de Zamora que figura tanto en ingresos como en gastos, ya que se va a devolver dentro del año y que tiene como misión evitar tensiones de tesorería y poder afrontar los pagos sin estar tan pendientes de las fechas en que llegan las subvenciones. Es un préstamo meramente instrumental y no un recurso al endeudamiento para cuadrar las cuentas.

El mayor gasto es el alquiler de las dos carpas de partida y llegada de las procesiones, 54.450 euros a los que habría que sumar siete mil euros de seguridad. Los seguros se llevan 22.000 euros, la megafonía 21.000 y el arreglo del tejado de la Panera 15.400 euros.

El apartado de restauraciones se reduce a diez mil euros para este año

El apartado de las restauraciones se reduce a diez mil euros y en sueldos y en seguros sociales se van 11.300 euros. A estas grandes partidas se van sumando cantidades menores, como los 8.200 euros de la Revista Barandales, 7.145 de gastos de representación y protocolo, 7.100 de promoción, exposiciones y carteles, siete mil de alarmas, cuatro mil de intereses y comisiones del préstamo, 3.600 del alquiler de la oficina del Seminario y mil más de un trastero, cinco mil euros del impuesto del IBI al Ayuntamiento, 400 euros del recibo de basura municipal, 1.500 euros de extintores, la misma cantidad de material de oficina y otra similar para pagar el teléfono y mantener la página web, 1.600 de las palmas del Domingo de Ramos, dos mil euros del apartado de correos y partidas menores como luz, agua, comisiones del banco o la comunidad de la Panera.

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