Dos Cristos de Zamora serán restaurados antes de la Semana Santa de 2024

El Cristo del Espíritu Santo y el Cristo Yacente del Santo Entierro serán mejorados en los próximos meses.

Sobre ambas piezas, que estarán listas para la Semana Santa, se efectuarán tratamientos de conservación y restauración dentro del convenio de mejora del patrimonio artístico de la Semana Santa de Zamora establecido entre la Junta pro Semana Santa capitalina y la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, a través del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, con sede en la población vallisoletana de Simancas.

La intervención de ambas piezas, que tiene un plazo de ejecución de dos meses y un coste total que asciende a 3.605,80 euros, está encaminada a "paliar los deterioros y reintegrar cromáticamente las lagunas presentes con el fin de restaurar" el potencial estético de las tallas, según figura en el documento de adjudicación de la Consejería de Cultura.

Crucificado del Espíritu Santo

En el caso de la imagen titular de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo el crucificado, "una imagen medieval considera la más antigua que procesiona en la Semana Santa de Zamora", presenta sus principales deterioros "en los estratos de aparejos y polícromos, viéndose comprometidas la adhesión y cohesión de los mismos en determinados puntos".

Después de su "redescubrimiento", entre las paredes del templo románico del Espíritu Santo, en la primavera del año 1963, hubo que proceder a la restauración y reintegración de la figura, una mejora a cargo del tallista Julián Román Gonzalo "Alito" y del restaurador Fernando Núñez Colodrón. En esta actuación el primero efectuó la extremidad izquierda de la que carecía el crucificado y unió los pies, mientras que Núñez policromó las nuevas piezas y realizó una nueva cruz de reminiscencias arbóreas.

Posteriormente a mediados de los años 80 en el taller de restauración de la Diócesis de Zamorase efectuó un fijado puntual de la policromía, una reintegración de colores por pequeñas pérdidas de capa pictórica y un barnizado. Una década más tarde la propia hermandad afrontó la mejora que le devolvió a sus características originales.

Yacente del Santo Entierro

La imagen del Yacente de la Real Cofradía del Santo Entierro de Zamora está datada en el siglo XVII. Es conocido bien como el Cristo del Descendimiento, bien como el Yacente articulado del Santo Entierro o bien como el Cristo de "Filuco", dado que fue el polifacético artista zamorano José Gutiérrez quien intervino a finales del siglo XIX sobre el rostro del crucificado, según figura en la web de la cofradía, lo que, sin duda, atestigua su fuerte vinculación con la ceremonia del Descendimiento del Viernes Santo.

El crucificado presenta "sus principales deterioros en las badanas y pieles localizadas en las articulaciones de los hombros" y además se "aprecian puntuales pérdidas de policromía y dorados en la urna que lo alberga".

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