Zamoranos en trabajos de calor: un desafío de altas temperaturas

Las altas temperaturas ponen en riesgo la salud de trabajadores y ciudadanos aumentando las posibilidades de sufrir un golpe de calor

Un cocinero soporta el calor del horno mientras trabaja en la pollería.

Un cocinero soporta el calor del horno mientras trabaja en la pollería. / EMILIO FRAILE

Jorge Peña

En medio de uno de los veranos más abrasadores, la provincia de Zamora está experimentando condiciones meteorológicas extremas que han dejado una marca inclemente en sus habitantes y trabajadores. El pasado año, el sofocante calor se cobró la vida de 11 personas, y este año, la situación parece ser igualmente preocupante.

El verano siempre ha sido caluroso en Zamora, pero en los últimos años, las altas temperaturas han alcanzado niveles alarmantes. Según el Instituto Nacional de Meteorología, las temperaturas superaron un récord histórico hace un año, llegando a sobrepasar los 41 grados. Para los ancianos, los niños y las personas con problemas de salud, esto se ha convertido en una verdadera amenaza para sus vidas. Y los golpes de calor están a la orden del día en esta época.

La situación es aún más complicada para ciertos grupos de trabajadores que deben enfrentar duras condiciones laborales durante la temporada estival, como los bomberos forestales, los empleados en la construcción, los agricultores, los trabajadores en fábricas e industrias o lo barrenderos, entre otros.

Bomberos forestales

De hecho, los bomberos forestales se encuentran entre los héroes anónimos que luchan incansablemente contra los incendios que pueden declararse. Con el termómetro alcanzando niveles peligrosos, estos valientes hombres y mujeres se adentran en terrenos abruptos y ardientes para proteger los recursos naturales y las vidas humanas. Solo hay que recordar la heroicidad de muchos cuando el pulmón de la provincia estaba siendo abrasado el pasado año.

Un bombero forestal apaga un fuego. | Emilio Fraile

Un bombero forestal apaga un fuego. | Emilio Fraile / Jorge Peña

"El calor es abrumador. Llevamos equipos de protección pesados y tenemos que cargar herramientas adicionales. Nuestro trabajo es físicamente exigente incluso en condiciones normales, pero el calor intenso nos agota rápidamente. Hacemos todo lo posible por mantenernos hidratados, pero siempre existe el riesgo de deshidratación y agotamiento por el calor, el pasado año los propios habitantes de los pueblos fueron los que más ayuda nos brindaron dándonos comida y bebida en los escasos ratos de descanso durante la catástrofe", expresaba uno de los héroes de la Sierra de la Culebra.

Trabajadores junto a hornos industriales

Otro grupo afectado por el calor extremo son los trabajadores en fábricas y hornos industriales. Estos afrontan temperaturas abrasadoras mientras trabajan en condiciones adversas. "Los hornos alcanzan temperaturas asfixiantes. A veces, el termómetro dentro de la fábrica supera los 50 grados. Es difícil mantenerse fresco e hidratado durante toda la jornada laboral", compartía una trabajadora.

Y es que uno de los principales problemas, es el llamado "estrés térmico", el cual puede tener consecuencias devastadoras para la salud. Los síntomas iniciales incluyen fatiga, debilidad, mareos, náuseas y calambres musculares, lo que indica la gravedad del problema. Estos efectos negativos sobre la salud pueden llevar a que los empleados deban tomar bajas laborales para recuperarse, algo que afecta tanto a su bienestar personal como a la productividad de las empresas, por ello estas deben de extremar sus cuidados en verano.

Un trabajador en una pollería soportando el calor del horno.

Un trabajador en una pollería soportando el calor del horno. / EMILIO FRAILE

Pese a tratar de llevarlo con filosofía y ser conscientes del peligro al que se enfrentan, los trabajadores no pueden dejar su empleo. Todos preferirían estar en una piscina refrescándose y disfrutando del verano, pero existen facturas que pagar. El Gobierno aprobó recientemente la limitación de jornada para condiciones climáticas extremas en puestos al aire libre. Pero no todos los puestos de trabajo en el interior disponen de aire acondicionado.

Una camarera coloca sombrillas en la terraza de un bar. | Emilio Fraile

Una camarera coloca sombrillas en la terraza de un bar. | Emilio Fraile / Jorge Peña

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