El director de la DGT anuncia peajes en las autovías en 2024: así afectaría a Zamora

La medida deslizada por Pere Navarro afectaría a 34.000 zamoranos, que son los que cada día se desplazan por carretera

El director general de TráficoPere Navarro, ha provocado un incendio en el Gobierno a menos de 10 días para las elecciones generales. En una entrevista televisiva ha anunciado que en 2024 España deberá iniciar el proceso de implantación de peajes en las autovías "por imposición de Bruselas". Después de que el PP utilizara esta afirmación para acusar de nuevo al presidente del Gobierno de "mentir", ya que el lunes en el cara a cara con Alberto Núñez Feijóo desmintió esta posibilidad, Navarro ha reculado en declaraciones a Efe: "Mi departamento no tiene ni información directa ni competencias para pronunciarse sobre dicha implantación".

La medida de introducir peajes en toda la red de autovías podría empujar a más de 34.000 zamoranos a circular por carreteras peligrosas, con el inconveniente que eso supondría para la seguridad vial. Desde que la administración dirigida por Pedro Sánchez anunciara su intención de trasladar a Bruselas esta posibilidad dentro del plan de recuperación, han sido demasiadas las voces que han surgido en contra de una iniciativa que podría recuperar el tráfico en aquellas vías a las que el progreso había dejado en el ostracismo. En el caso de Zamora, la provincia con más kilómetros de vías de alta capacidad de toda Castilla y León, las consecuencias podrían ser nefastas y supondría volver al punto de partida de hace décadas, cuando las vías convencionales eran la única opción.

La estadística experimental que el Instituto Nacional de Estadística ha trazado en los últimos años para controlar la movilidad de los españoles ha permitido saber que un 20% de los zamoranos se desplazan diariamente para acudir a sus responsabilidades laborales a otra localidad distinta a la que viven, siendo Salamanca, Valladolid y León los destinos más recurrentes. Tres lugares a los que se llega por autovía y que, de prosperar la iniciativa del Gobierno, tendrían un precio que supondría un auténtico menoscabo para quienes necesitan desplazarse de manera habitual.

En el caso de Zamora, sería necesario pagar para ir a Benavente o a Salamanca por la A-66. También para viajar hasta Valladolid por la A-11, y para desplazarse desde Villalpando a Benavente por la A-6 y desde Benavente hacia el límite con Galicia por la A-52

En el caso de la provincia de Zamora, implantar esta medida supondría volver a cargar de vehículos tramos de carreteras convencionales considerados peligrosos como el de la N-122 entre Zamora y Tordesillas, o regresar a tiempos pretéritos en los que la A-66 no estaba concluida para conectar las ciudades de Salamanca y Benavente, obligando a realizar ese recorrido mediante la carretera N-630. Igualmente, afectaría de manera directa a la comarca sanabresa con la A-52, cargando la N-525, y a la zona de Tierra de Campos, por donde se conecta Tordesillas con Benavente a través de la autovía A-6.

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