Todas las casas de apuestas de Zamora, a menos de 300 metros de un centro educativo

Faltan unos minutos para que el reloj marque las nueve de la mañana y la calle de Obispo Nieto presenta el trajín habitual de los días de diario. El ruido de las ruedas de las mochilas golpeando los adoquines es la banda sonora del trayecto. La gente del barrio, camino de la escuela del barrio. La mayoría de las familias van por la acera de la izquierda, tomando como referencia la dirección hacia Gaza. Por el otro lado hay un capricho urbanístico en forma de isla que hace más complicado el cruce para los viandantes. En este recorrido, desde hace semanas, se ha colado un invitado no deseado. Es una casa de apuestas que se sitúa en las inmediaciones del colegio público que lleva el mismo nombre que la avenida. La oposición del AMPA no ha sido suficiente para evitar que el negocio se abra paso, prácticamente a codazos. Ni el Ayuntamiento de Zamora, ni la Junta de Castilla y León. Ni la ley, ni la compasión. Nadie ha podido frenar la apertura de este local que, como todos los de su tipología, escoge estratégicamente sus ubicaciones en busca de los más vulnerables. En este caso, los niños.

La Junta de Castilla y León ha modificado recientemente la Ley Reguladora del Juego para proteger a los menores de edad. Entre las medidas propuestas, se encuentra la ampliación de la distancia mínima entre casas de apuestas y centros educativos desde los 100 metros actuales hasta los 150 tras la reforma. "Eso nos hubiera salvado", se lamenta Pablo Tejedor. Este zamorano forma parte del AMPA del CEIP Obispo Nieto, que desde 2021 ha estado en permanente lucha frente a la apertura de un negocio de este tipo en las inmediaciones del colegio. "Ha sido darse constantemente contra una pared", recuerda del engorroso proceso que, finalmente, ha terminado en apertura del local.

La ley

La ley es clara al respecto. Habla de que la distancia entre los dos puntos debe medirse por el camino más corto entre las perpendiculares de ambas puertas. Una medición siguiendo estos preceptos fue la que echó por tierra las aspiraciones del AMPA. "De puerta a puerta nos dio 106 metros, cuando el límite de la normativa estaba en 100", explica el representante de las familias. Seis metros acabaron con el ánimo de decenas de madres y padres. Máxime, siendo conscientes de que esa medida era tramposa. "La puerta de la casa de apuestas está a 40 metros del patio del colegio, desde donde los chavales la pueden ver perfectamente", apunta Tejedor.

La de Obispo Nieto es la quinta sala de juegos que abre sus puertas en la ciudad de Zamora. Todas ellas están, estratégicamente, en un radio menor de 300 metros de algún centro educativo. Lo suficientemente lejos para no saltarse las normas, lo suficientemente cerca para que los chavales tengan a mano la tentación. En el entorno de la plaza de la Puebla hay un local por el que pasan a diario los menores de San Lázaro camino al colegio Divina Providencia. En Santa Clara hay otro negocio, con entrada por la calle de los Pavos, a menos de 200 metros del Seminario. Uno más funciona en Tres Cruces, a 200 metros del CEIP Arias Gonzalo. Y el más flagrante de todos se encuentra en la avenida del Príncipe de Asturias, con el Sagrado Corazón de Jesús "Amor de Dios" en la otra acera y los institutos cruzando el pasaje trasero.

La pregunta que surge tras la modificación propuesta por la Junta de Castilla y León es si realmente quiere desplazar las casas de apuestas de los colegios o es solo un gesto hacia la galería. Desde el AMPA de Obispo Nieto, el último en sufrir las consecuencias de estos negocios, lo tienen claro. "¿Ampliar 50 metros? Eso no va a ningún lado, buscarán un local un poco más allá y solucionado", insiste Pablo Tejedor. A su juicio, tras el proceso que ha vivido en primera persona, lo que falta en la Ley del Juego es ambición. "Ellos tienen perfectamente estudiadas las ciudades, los barrios, la gente y las distancias de los centros educativos; cumplen todos los requisitos, así que hay que ponérselo más difícil", añade.

La proliferación de salones de juego es un asunto preocupante para las familias, que ven en las apuestas otro problema más que han de enfrentar con sus hijos de por medio. Eso ha obligado a mover ficha a la Junta de Castilla y León, que trabaja en el control de la oferta para evitar que estos negocios sigan campando a sus anchas en zonas de paso de escolares hacia sus centros educativos. La otra pata del trabajo es la de la reducción de la demanda. Y es ahí donde el Ayuntamiento de Zamora se emplea a fondo desde hace un par de años, con trabajo directo con los menores y campañas de sensibilización dirigidas a los diferentes agentes situados en la cadena.

Plan Municipal de Drogas

Miguel Ángel Ortiz es el coordinador del Plan Municipal sobre Drogodependencias y uno de los responsables de la campaña "Si te la juegas, pierdes seguro", con la que la administración local quiere que los menores tengan en su mano toda la información relativa a las apuestas. Bajo la experiencia adquirida de estos dos años profundizando sobre el tema, reconoce que el juego con dinero es un fenómeno emergente entre los jóvenes. "Es una práctica que se ha incrementado de unos años hacia acá", apunta. Dentro de la prevención de conductas adictivas, una de las variables principales es la percepción del riesgo y la normalización de la actividad. El trabajo de Ortiz y su equipo es tratar de que ese listón no baje y, si puede ser, que suba.

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Campaña de sensibilización

Es importante destacar que esta campaña no es de prevención, sino de sensibilización. La experiencia piloto se desarrolló el pasado curso en el IES María de Molina de la capital zamorana, donde agentes del Plan Municipal sobre Drogodependencias se desplazaron para realizar un trabajo de campo con los chavales. "En primer lugar, tanteamos cómo perciben el juego con dinero, después intentamos incrementar la percepción de riesgo con información de calidad y finalmente apelamos al corazón", enumera.

Pero, ¿qué es exactamente apelar al corazón? "Animamos a que ellos mismos se conviertan en agentes preventivos. Si un menor empieza a tener problemas de juego con dinero, es difícil que sus padres se enteren al principio, pero su amigo lo sabe seguro", reconoce Miguel Ángel Ortiz. La pandilla es la clave en todo este asunto. Salvar al compañero. Hacer lo que sea necesario por el bienestar del grupo. Como señala el coordinador del Plan Municipal sobre Drogodependencias, el instinto de protección está muy presente entre los jóvenes y ese es el punto a donde llega esta actividad. "Muchas veces infantilizamos a los chavales; lanzamos una campaña para ellos, pero sin contar con ellos, cuando lo que hay que hacer es incentivarlos para que incrementen la percepción de riesgo con información y con participación", ahonda.

La prevención es clave para evitar que los menores se enganchen al juego con dinero, pero el sistema debe funcionar como un engranaje en el que todas las piezas han de estar listas y en marcha. La varita mágica aquí no funciona. Y tan importantes son los talleres de sensibilización impulsados desde el Ayuntamiento de Zamora, como que cada centro educativo cuente con un programa de prevención, como que los padres estén enterados y participen de esos programas. Por supuesto, también es necesario que los chavales, principales protagonistas de esta historia, tengan recursos y alternativas de ocio. "Tiene que funcionar todo; en nuestro caso, que nos dedicamos a la reducción de la demanda, si alguna pieza falla nos quedamos cojos. La otra parte es la del control de la oferta, que requiere leyes más restrictivas", afina Ortiz.

La Junta de Castilla y León es la que está en este último afán, porque de ella depende establecer las normas. En virtud de la protección al menor, ha decidido subir hasta los 150 metros la distancia entre los salones de juego y los colegios. Aunque solo habrán de cumplir los negocios de nueva apertura. Centenares de escolares zamoranos, por lo tanto, seguirán pasando cada mañana por delante de estos centros en su camino hacia clase. Y será tarea de todo el sistema evitar que un día entren y dinamiten su entorno con algo tan sencillo como una primera apuesta.

Aquí sí hay perspectiva de género: las mujeres son solo el 17%

Las adicciones sin sustancia o comportamentales, especialmente las relacionadas con el juego de apuestas (sea presencial u online), se han incorporado en los últimos tiempos a la Estrategia Nacional sobre Adicciones. La Junta de Castilla y León, por su parte, recopila datos sobre toxicomanías relacionadas con admisiones a tratamiento ambulatorio por juego patológico. Según su base de datos correspondiente al año 2021, el último cerrado, la edad media al inicio de cada tratamiento fue de 38 años. Una cifra en consonancia con la trabajada por Asaljar, organización de referencia para los pacientes zamoranos. El estudio arroja datos interesantes, como un número medio de 12 años de utilización del juego o una mayor frecuencia en trabajadores. Además, aquí sí hay perspectiva de género: se trata a dos mujeres por cada ocho hombres. En cuanto al tipo de juego, el más referido son las apuestas deportivas en tiempo real, seguido de máquinas tragaperras y juegos de ruleta, Black Jack y otros de casino.

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