El Duero se eleva a su paso por Zamora tras los episodios de deshielo al norte

El río baja por la capital con un caudal próximo a 300 metros cúbicos por segundo y comienza a absorber terreno en ambas márgenes

La pasarela de los Pelambres, bajo la pérgola, completamente anegada tras la subida del nivel del Duero.

La pasarela de los Pelambres, bajo la pérgola, completamente anegada tras la subida del nivel del Duero. / Jose Luis Fernández

Luis Garrido

Luis Garrido

El río Duero a su paso por Zamora ha experimentado en los últimos días una crecida que, si bien ha sido leve en cuanto a números, sí que ha podido ser percibida por quienes acostumbran a pasear por su costado. El deshielo de las nieves caídas en las semanas recientes a lo largo del recorrido fluvial y de sus afluentes está llegando poco a poco al cauce, cuyo caudal se incrementa tanto en altura como en metros cúbicos por segundo. La estación de aforo situada en la capital demuestra cómo en las jornadas precedentes ha ido subiendo el nivel, hasta el punto de que el agua se ha colado por debajo de los ojos del Puente de Piedra situados en los extremos, en ambas márgenes, y ha trepado por encima de los paseos ribereños en algún punto concreto. Ayer, a última hora, la tendencia era de seguir hacia arriba, aunque muy lejos todavía de los niveles de alerta.

Los datos en tiempo real aportados por el Sistema Automático de Información del Duero apuntaban este pasado miércoles a un nivel que se acerca al metro de altura en el río a su paso por la ciudad de Zamora. La tendencia es ascendente, a pesar de que en las últimas jornadas no ha hecho más que descender después de alcanzar un pico el pasado domingo día 22 de enero, cuando se superó por primera vez en este año 2023 ese metro de altura, que es una cifra superior a la media de este periodo.

El río Duero en su tránsito por la capital avanza con un caudal de 260 metros cúbicos por segundo. Para contextualizar, la situación comienza a ser preocupante en el momento en que se alcanzan los mil metros cúbicos por segundo, de manera que el nivel todavía está muy lejos de cualquier tipo de alerta. No obstante, el incremento del agua es perfectamente visible, como lo es también la fuerza con la que discurre en su caminar hacia el oeste peninsular.

El agua atraviesa el ojo del extremo de la margen izquierda. | J. L. F.

El agua atraviesa el ojo del extremo de la margen izquierda. | J. L. F. / Luis Garrido

La Confederación Hidrográfica del Duero hace días que rebajó las alertas en afluentes como el Órbigo, que han registrado importantes incrementos de caudal en la provincia de Zamora. No obstante, estos episodios han servido para mejorar la situación de los embalses. Por ejemplo, Villalcampo y Valparaíso superan el noventa por ciento de su capacidad ahora mismo, con un 91% para el primero y un 94% para el segundo. También el pantano de Castro se encuentra en buena situación, al estar al 83% de agua embalsada, mientras que el embalse del Esla acumula un 80% de agua. De su capacidad de 1.145 hectómetros cúbicos, actualmente se almacenan 909, según los datos aportados por los organismos oficiales de la cuenca.

El Gobierno de España ha dado esta misma semana el visto bueno al Plan Hidrológico del Duero para el periodo 2022-2027, que recoge un ambicioso programa de medidas, al que harán frente administraciones y usuarios, con una inversión de 2.250 millones de euros. Del total, más de 1.000 millones están vinculados de manera directa o indirecta con el medio rural y, en concreto, con el regadío y su incidencia positiva en el reto demográfico, con medidas para actuaciones de modernización de regadíos, por un importe de 768 millones de euros, de aumento de la capacidad de regulación, y nuevos regadíos, entre otras medidas. El objetivo de la nueva planificación hidrológica es asegurar el suministro hídrico a los usuarios, reducir las presiones que soportan las masas de agua, mejorar los sistemas de depuración, fomentar el ahorro de agua y la reutilización y atender las demandas de agua de manera que sean compatibles con su buen estado, lo que permitirá asegurar la calidad y cantidad del recurso.

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