La inflación alcanza el 10,9% en Zamora, impulsada por la energía y los alimentos

La subida de la luz y el gas amenaza los bolsillos de los ciudadanos tras un mes en el que también creció el coste del transporte privado

Dos churreros trabajan en un establecimiento de Zamora.

Dos churreros trabajan en un establecimiento de Zamora. / JOSE LUIS FERNANDEZ

La subida de precios ha afectado tanto a los bolsillos de los ciudadanos que no hacían falta estadísticas para percatarse del elevado nivel de inflación que está sufriendo Zamora, en línea con el resto del país. Pero, por si acaso, el dato provincial del Índice de Precios de Consumo (IPC) ha venido a confirmar que la energía, la alimentación o el uso del transporte privado han encarecido la vida de tal modo que la tasa de variación anual alcanza el 10.9% en el territorio.

El dato de Zamora se sitúa en la línea del resto de la comunidad autónoma y 1,1 puntos por encima de la media del país. Lo que más ha subido en el último año son las cuestiones relacionadas con la electricidad, el gas y otros combustibles, cuyo precio alcanza una tasa de variación anual del 81,2%.

Vehículos y alimentos

También se ha encarecido de forma considerable la utilización de vehículos personales, que ha subido un 27,7%, aunque todos los costes en general se han elevado de manera evidente. Otro ejemplo se encuentra en los alimentos, cuyo precio se ha incrementado un 6,7% en la tasa interanual, un dato similar al de las bebidas no alcohólicas, que se han disparado un 6,3%.

Curiosamente, el aumento de las bebidas alcohólicas ha sido algo menor, de un 5,8%, mientras que el tabaco se ha incrementado en un 2,4%.

Clientas en uno de los puestos del Mercado de Abastos. | Emilio Fraile

Clientas en uno de los puestos del Mercado de Abastos. / Emilio Fraile

Por otro lado, llama la atención la considerable subida de vestido, con un precio un 8,2% superior al del año anterior, o de la cristalería, la vajilla y los utensilios del hogar, que se encuentra ahora un 9,5% por encima, según los datos oficiales del IPC de marzo.

Otros productos y servicios que se han encarecido mucho en este periodo son lo muebles y accesorios, la adquisición de vehículos, los costes de alojamiento o determinados servicios de carácter financiero. En general, la tendencia es de incremento en la práctica totalidad de los artículos tras unos meses en los que la Guerra de Ucrania ha incidido en una tendencia alcista complicada de encajar para las economías más delicadas.

Un trabajador, en una gasolinera situada a las afueras de la capital. | Ana Burrieza

Un trabajador, en una gasolinera situada a las afueras de la capital. / Ana Burrieza

Las pequeñas excepciones que confirman la regla del encarecimiento

El encarecimiento de los costes es una realidad en casi todos los productos y servicios que se evalúan. La variación anual arroja una inflación desatada que rompe cualquier registro existente en la provincia y que mantiene la inercia con respecto a los meses anteriores. Aún así, hay cuestiones que se han convertido en la excepción que confirma la regla de esa tendencia alcista y artículos cuyo coste ha disminuido con respecto al año anterior. En ese capítulo aparecen, por ejemplo, los aparatos domésticos, cuyo precio ha bajado un 0,4%, los equipos de telefonía y fax, que han visto cómo su coste disminuía un 3,2%, los equipos audiovisuales (-2,2%), los paquetes turísticos (-1%) o los servicios recreativos (-0,1%). También ha habido subidas que se han situado sensiblemente por debajo de la media y que no alcanzan el 1% anual, como las de las herramientas y equipos para el hogar, los productos, aparatos y equipos médicos o los servicios hospitalarios, entre otros. La expectativa de la ciudadanía es que los precios en general, especialmente los de los bienes y servicios de primera necesidad, se vayan reduciendo progresivamente en aras de un mejor control de la economía doméstica de las familias.