Así ha sido la primera romería del año en Zamora: Valderrey, hasta la bandera

La romería recupera el pulso tras los años de paréntesis por la pandemia, y la pradera recibe un aluvión de visitantes para disfrutar de una jornada sin lluvia

El cura realiza la bendición de campos. |

El cura realiza la bendición de campos. | / Emilio Fraile

Valderrey regresó este domingo, su domingo, a la añorada normalidad. La pradera se llenó hasta la bandera para disfrutar de la romería tras dos años de paréntesis por culpa de una pandemia que borró el bullicio y las risas y dejó huérfana una cita ineludible para muchas familias y grupos de amigos de Zamora. Esta vez, con el virus más arrinconado, el día cobró el aspecto habitual, con el único complemento de unas mascarillas que aparecieron sobre todo dentro del templo, pero que fueron ya minoría en el exterior. Allí, el disfrute se impuso.

La zona de los bares, durante la tarde. | Emilio Fraile

La zona de los bares, durante la tarde. | Emilio Fraile / Manuel Herrera

La romería se celebró bajo el temor de que las condiciones meteorológicas provocaran otro domingo aguado, pero el cielo respetó. El sol y las nubes se alternaron sin que la lluvia hiciera acto de presencia, y los abrigos sirvieron para paliar unas temperaturas también cambiantes, pero que demandaban protección constante.

Especialmente pertrechados tuvieron que bajar aquellos que se desplazaron a Valderrey a primera hora para sumergirse en la parte más religiosa del evento. Los hombres y las mujeres que ya conviven en el seno de la cofradía arroparon al Cristo y asistieron más tarde a la misa que precedió a la bendición de los campos, el momento culmen e ineludible de la jornada.

Una familia disfruta de la jornada en la pradera. | Emilio Fraile

Una familia disfruta de la jornada en la pradera. | Emilio Fraile / Manuel Herrera

Decenas de zamoranos acompañaron a la imagen en su breve recorrido hasta el punto en el que el sacerdote cumplió con la tradición entre el gentío. El instante llevó la emoción al rostro de los miembros de la cofradía, ávidos como estaban de juntarse de nuevo para vivir el momento más especial de la vida anual del colectivo.

Varias personas comen en Valderrey. | Emilio Fraile

Varias personas comen en Valderrey. | Emilio Fraile / Manuel Herrera

En todo caso, ese no fue el final del día. Las personas que se desplazaron hasta Valderrey en transporte público, en coche, en bicicleta o a pie se quedaron a disfrutar de la jornada y de sus propias tradiciones. La pradera se llenó de grupos que bajaron con sus neveras, sus bolsas y sus fiambreras, e incluso de personas que optaron por cocinar sobre el terreno.

Además, para quienes llegaron a Valderrey de vacío, los bares instalados en la zona se convirtieron en un recurso óptimo para disfrutar de los montados y los pinchos entre cervezas, sangrías, refrescos y la compañía de un ambiente festivo que se repetirá en numerosas localidades de la provincia a lo largo de las próximas semanas.

Zamora ha entrado de lleno en la época de las romerías, y el deseo acumulado de los años anteriores augura una campaña de asistencia masiva a estas citas también en las comarcas. Es tiempo de pedir, y el deseo común de todos será esta vez que la pandemia vaya quedando cada vez más lejos en el retrovisor.