Renovación bajos los banzos en la Semana Santa de Zamora

Una nueva generación de hermanos de paso de varias cofradías accede a la carga con fuerza e ilusión renovadas

Alejandro Velasco conversa con un compañero bajo la mesa la Esperanza el pasado Domingo de Ramos. | J.L. Fernández

Alejandro Velasco conversa con un compañero bajo la mesa la Esperanza el pasado Domingo de Ramos. | J.L. Fernández / Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

Han conocido de primera mano las alegrías y los sinsabores que conlleva la carga a través de sus padres, abuelos, tíos o hermanos y ahora ellos y ellas toman el revelo. Una nueva generación de cargadores se incorpora a la Semana Santa zamorana en un momento en el que en otras latitudes comienza a existir problemas para completar sus plantillas de costaleros.

A sus 18 años Teo Hernando López aguarda con "mucha ilusión" la tarde del Jueves Santo cuando debutará como cargador del paso de El Prendimiento de Jesús. Su padre le inscribió en la Vera Cruz y en este paso nada más nacer y confiesa que siempre ha tenido claro que quería cargar.

Teo Hernando López junto a su padre y su hermana delante del paso que cargará antes del cierre del Museo

Teo Hernando López junto a su padre y su hermana delante del paso que cargará antes del cierre del Museo / Cedida

"Voy a disfrutar y a seguir los consejos que me han dado los veteranos de cómo colocarme al parar y al levantarme de los fondos", atestigua este semanasantero que está en la lista de espera del campanil del Espíritu Santo, Jesús camino del Calvario, la Piedad y la Virgen del Encuentro.

A Héctor Sever Alonso su madre le ha inculcado "el amor por la Semana Santa y especialmente por la Virgen de la Esperanza". Este joven ha debutado en la plantilla de la Esperanza el Martes Santo y el Jueves Santo volverá a subir la imagen de Cabañales a la Catedral.

Héctor Sever, con traje, rodeado de sus compañeros de la Esperanza. | J.L.F.

Héctor Sever, con traje, rodeado de sus compañeros de la Esperanza. | J.L.F. / Natalia Sánchez

"Tengo el sentimiento de que todos los hombres que cargan esta Esperanza pueden con ella y yo también quería sentir lo que es llevarla y levantarla delante de toda Zamora", sentencia este nuevo integrante de la plantilla de la Esperanza constituida por 28 cargadores, entre los que también se encuentra su hermano mayor Carlos.

La Borriquita ha contado este Domingo de Ramos con su primera cargadora, Laura Martínez Madrigal. "He sido tambor, he llevado estandartes, pero esto... ha sido una experiencia realmente especial", confiesa esta fotógrafa que tiene muy frescos los recuerdos de ir a buscar a su padre al final de la procesión cuando salía de debajo de un paso, se saludaba con sus compañeros de fatiga y posteriormente entregaba las flores del paso a su familia con la que fundía en un abrazo.

Laura Martínez Madrigal junto a sus compañeros de paso el pasado Domingo de Ramos

Laura Martínez Madrigal junto a sus compañeros de paso el pasado Domingo de Ramos / Cedida

De su primera experiencia arrastrando un grupo se queda con "ver a mi padre y a mi madre a través de los agujeros de la mesa desde dentro del paso teniendo a mi lado a mi hermano". Tiene claro que, en un futuro, le gustaría probar la carga "convencional".

La semanasantera Sonsoles Martínez González lleva dos años ayudando a avanzar al Santo Cristo de Nuestra Madre, tras cinco años de lista de espera. La joven optó por esta imagen que va a ruedas por "mi unión con este Cristo y dado que estoy muy vinculada a la Nuestra Madre", cofradía a la que pertenece desde niña por tradición familiar.

El debutante en la Esperanza Alejandro Velasco Peláez, de 18 años, afirma que la carga "se lleva en los genes" y atestigua que "era mi gran ilusión desde niño pues soy de una familia en la que la Semana Santa se vive con intensidad".

Su compañero Pedro González, de 20 años, hijo y nieto de cargador, aporta que en este ámbito "haces muchos amigos y tiene un algo muy especial", comenta este joven que es titular en La Agonía, la Urna y la Virgen del Encuentro y está en espera en La Despedida.

Futuro

Sobre el futuro de la manera de llevar los pasos en Zamora, José Toribio que a sus 19 años que forma parte de dos plantillas, se muestra optimista y ve lejos la necesidad de recuperar las ruedas para los grupos escultóricos, mientras que Teo Hernando López defiende que "los que somos más jóvenes tenemos que intentar dar a conocer lo que es la carga entre nuestros amigos, como han tenido que hacer nuestros padres. Como tuvo que hacer mi padre cuando se puso a hombros el paso de El Prendimiento hace 25 años. Atraer a la gente para tener las listas que teníamos y... no nos podemos descuidar".

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