Entrevista | Luciano Huerga Alcalde de Benavente

"El Estado y la Junta deben reformar el modelo de financiación de municipios"

"Acabamos asumiendo políticas que no son competencia nuestra, como las sociales, por el bien de nuestros vecinos, pero necesitamos el dinero para ello"

El alcalde de Benavente, Luciano Huerga. | |  L. O. Z.

El alcalde de Benavente, Luciano Huerga. | | L. O. Z. / B. E.

B. E.

Luciano Huerga, alcalde de Benavente, es uno de los ponentes que participarán el próximo 27 de marzo en el Foro "Municipalismo: ayuntamientos al servicio de la ciudadanía", organizado por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, un encuentro político y empresarial en el que se abordarán los retos y desafíos a los que se enfrentan las comarcas y territorios de la provincia.

–¿Qué importancia cree que tiene la administración local en el actual Estado poliédrico que es España?

–El municipio es una clave de bóveda de toda la administración pública, porque al final es la administración más cercana al ciudadano y generalmente la primera a la que el ciudadano le pide respuestas a todos los problemas, problemas que muchas veces no son ni tan siquiera competencia de los municipios.

–Eso de que es la administración más cercana al ciudadano se dice siempre, ¿pero cómo detectan ustedes, desde los ayuntamientos, las necesidades de sus ciudadanos mejor que otras administraciones?

–Aquí no nos enteramos de los problemas de la gente por la prensa o porque te lo cuenten otros, el ciudadano te cuenta directamente cuál es su problema. Siempre que sea atendible, entendido esto como que esté dentro de nuestras competencias, tratamos de darle solución. A veces genera impotencia que te hacen una petición razonable pero no está dentro de nuestras competencias, a nosotros nos pasa mucho en temas de Bienestar Social, por ejemplo cuando te vienen a plantear problemas habitacionales de residencia o algún otro tipo de problema que la competencia es de o de la Diputación o de la comunidad autónoma, pero al ciudadano eso le cuesta comprenderlo porque concibe al Ayuntamiento como la administración de las administraciones.

Estamos ejerciendo políticas sociales para los vecinos y vecinas de Benavente e incluso a nivel comarcal

–Por eso, a veces algunos ayuntamientos acaban teniendo que asumir competencias impropias, ¿cuentan con las herramientas necesarias para ello?

–Lo que no puedes hacer es manifestarte incompetente a la hora de ayudar a la gente, y aunque no sea nuestra competencia siempre intentamos ayudar a todos, ese es el valor fundamental de una administración, sobre todo de determinadas concejalías, el ejemplo más claro en Benavente es Bienestar Social. Somos un municipio de menos de 20.000 habitantes y no nos corresponde tener políticas sociales, pero no solamente estamos ejerciendo política social para los vecinos y vecinos de Benavente, sino que en cierto modo algunos de nuestros servicios se están haciendo hasta de carácter comarcal, en casos de programas de violencia de género o de atención alimenticia, por ejemplo, no le puedes decir a la gente que no les ayudas por el mero hecho de que no tienes la competencia material. Eso también implica que tienes que desarrollar muchos recursos. Pese a no tener la competencia en servicios sociales, desde que hemos entrado hay el doble de consignación económica para estos asuntos y la Concejalía del área maneja cerca de un millón de euros de un presupuesto de 17,3 millones. Destinamos fondos propios del ayuntamiento a estas competencias impropias, pero también buscamos la colaboración interinsitucional, hasta ahora tenemos colaboración de la Diputación de Zamora, pero la Junta de Castilla y León no ha atendido nuestro requerimiento de dotar a Benavente de un estatus similar al de las capitales de provincia con un convenio económico para sufragar los gastos del área social. Por otro lado, intentamos hacer la mejor redistribución posible de fondos, detrayéndolos de otra serie de programas o de actividades, porque evidentemente consideramos que es más importante ayudar a la gente, invertir a las personas.

Las ayudas a los ayuntamientos no deberían estar condicionadas a la aportación municipal

–¿Cómo pueden los ayuntamientos en provincias como Zamora mantener todos los servicios cuando la población decrece, y por tanto también la recaudación y la consignación que reciben de otras administraciones?

–Con dificultad, intentando llevar una buena gestión económica e intentando ahorrar hasta el último céntimo. Yo creo que hay un elemento fundamental, al que debería dar respuesta a la propia Junta de Castilla y León, y es que en una comunidad donde la inmensa mayoría de los 2.248 municipios están perdiendo población, su financiación no debería estar vinculada al número de habitantes. La propia administración autonómica, que tanto pide a otras administraciones, lo primero que debería de dar es una financiación adecuada a los municipios, porque actualmente es un 30% inferior a lo que dan de media todas las comunidades autónomas a sus municipios, y en segundo lugar deberían repartir el dinero de forma incondicionada. Desde 2020, todas las líneas de financiación de la Junta están condicionadas a una aportación de dinero por parte del propio ayuntamiento, en muchos programas un 25% del total, y eso nos estrangula a municipios medianos como nosotros, y más a los pequeños.

–¿Cree necesaria una reforma del modelo de financiación autonómica?

–Sin ningún género de dudas. Estoy convencido de que la administración municipal es la que mejor gestiona el dinero público porque tenemos poco, y hay que pensar muy bien en los gastos y cuidar mucho los ingresos. Se hace absolutamente imprescindible una reforma de la financiación de las entidades locales por parte de todas las administraciones que tienen responsabilidad, que en este caso concreto es Gobierno de España y la Junta de Castilla y León. Por tanto, la participación en los ingresos tanto del Estado como de la comunidad autónoma debería aumentar.

–¿Qué es lo que anima un alcalde a seguir con su labor cada día y a seguir trabajando por la ciudad cada mañana cuando se levanta?

–Hay muchos factores, pero el primero de ellos es el querer conseguir para tus convecinos el mejor futuro posible, la mejor prosperidad posible. Por otro lado, yo tengo la suerte de ser alcalde del municipio que me vio nacer, que me ha visto crecer y en el que estoy desarrollando mi proyecto de vida, pues qué más orgullo y más motivación que precisamente es ser el alcalde de del municipio que te ha visto todo nacer, crecer, evolucionar, no hay.

Fusionar municipios atentaría contra la identidad y los sentimientos de las personas, pero se pueden compartir servicios a través de mancomunidades

–¿Qué futuro cree que le aguarda al municipalismo?

– Espero que sea próspero y que pasemos de la palabra a la acción. Yo no llevo tanto tiempo en política pero me consta que son ya 30 años hablando de la necesidad de la reforma del municipalismo, y para aquella un verdadero municipalismo en el sentido más amplio de palabra lo que tiene que tener los municipios son los fondos económicos adecuados para la prestación de sus servicios, porque lo que te puede decir cualquier alcalde es que cada vez tenemos que hacer más cosas con menos dinero, parece que la hermana pobre de la administración es la administración local. Va a haber un momento en el que los municipalistas, las personas con representación en los ayuntamientos y en las diputaciones provinciales, nos vamos a tener que plantar para exigir que haya una reforma del modelo, ya no tanto en distribución competencial, sino sobre todo distribución económica para poder ejercer nuestras competencias de una manera adecuada para nuestros vecinos.

–¿Cree necesaria una fusión de municipios?

–Yo creo en la identidad del municipio, y desde el pueblo más pequeño a la ciudad más grande merecen el mismo orgullo y el mismo sentimiento de pertenencia a su municipio. Creo que se pueden compartir competencias a través de mancomunidades, o de ayuntamientos que prestasen servicios conjuntos para los municipios de alrededor, pero sin la pérdida de identidad del municipio porque eso atenta contra los sentimientos de las personas y sería poco razonable. No es menos cierto que si nos estamos planteando esto es porque la administración competente para ayudar a los municipios no está funcionando bien, y en España son las diputaciones provinciales. Pasa en toda España, no hablo solo de Zamora, y creo que las diputaciones provinciales en su conjunto deben dotarse de los medios humanos y materiales para hacer esa labor que tienen encomendada de ayudar administrativamente a los municipios más pequeños.