Guadramil, la aldea lusa que declaró la guerra a Riomanzanas en mayo de 1538

El historiador Martín Benito desgranó en Nuez las disputas por las Ferrerías y la Castañal, tierras muy fértiles para "pan, leña y pastos"

Riomanzanas. Al fondo a la derecha, España, y a la izquierda, Portugal. | Ch. S.

Riomanzanas. Al fondo a la derecha, España, y a la izquierda, Portugal. | Ch. S. / Chany Sebastián

La Raya de España y Portugal fue durante la Baja Edad Media y parte de la Edad Moderna el escenario de varios conflictos, desde el Guadiana al Miño, en una lucha por los términos a uno y otro lado de la frontera hispanolusa, frontera que se instauró en Alcañices el día 12 de septiembre de 1297. Luchas que enfrentaron a diferentes aldeas alistanas y trasmontanas "por el control y la posesión de la tierra".

Una de las zonas donde se registraron los episodios más violentos con robos, asaltos, ataques, maltrato a mujeres en sus casas y muertes fue en la ribera del río Manzanas y en los enfrentamientos entre Guadramil (Concelho de Braganza) y Riomanzanas (Aliste) y Santa Cruz de los Cuerragos (La Carballeda). 

La historia renació 486 años después gracias a José Ignacio Martín Benito, catedrático de Geografía e Historia y miembro de la Real Academia de la Historia, en su ponencia dentro de la Semana Cultural de Nuez de Aliste: "Estas desavenencias se materializaron en la intrusión, roturación y labranza de terrenos y aprovechamientos forestales y de pastos; las acciones más comunes en estos enfrentamientos fueron el cambio o derribo de mojones, deslabranza de los terrenos, tala de panes antes de la cosecha o prendimiento del ganado y de objetos personales". 

Las desavenencias desembocaron a veces en acciones violentas, que terminaron en agresiones y asaltos en los que intervenían vecinos armados con lanzas, espadas, ballestas y arcabuces. 

Los episodios más violentos acaecieron en 1538 entre Guadramil y Riomanzanas y entre 1679 y 1681 entre Guadramil y Santa Cruz de los Cuerragos. Las disputas se centraban de manera muy particular en los terrenos del valle Las Ferrerías donde, según Martín Benito: "la lucha por la tierra tenía como telón de fondo el aprovechamientos de los pastos y de los montes: madera, leña y bellotas. En estos enfrentamientos participaron activamente los vecinos mediante el uso de la fuerza y las armas, instigados y amparados por sus concejos". 

Ya en 1450 los portugueses acusaron a Diego de Almanza, Señor de Alcañices (de 1444 a 1465), de tirar los marcos fronterizos, poner otros y meterse media legua en el termino de Braganza, donde Alamanza mandó hacer una ferrería para sacar hiero. En el año 1538 los vecinos de Guadramil optaron por el uso de la fuerza "como medida de presión mediante la formación de varios grupos armados que intervinieron en la corta y tala de árboles, prendimiento del ganado y asalto a mercaderes" en su lucha contra Riomanzanas. 

 Lugar perteneciente al Señorío de Alcañices que se quejó al Consejo Real en la primavera de los sucesos acaecidos los meses de febrero, abril y mayo con agravios cometidos por los de Guadramil en la ribera del río Manzanas contra sus vasallos. El río Manzanas marcaba La Raya, entonces y ahora, a excepción de Riomanzanas cuyo término en el siglo XV se extendería mas allá de la ribera hacia el oeste. 

Los de Guadramil defendían que desde mediados de dicho siglo por mandato del Marqués de Alcañices Luis Almanza se metían en su término con la complacencia del alcalde de Braganza Joao Gomes, calificando la tierra supuestamente asaltada como "mucho buena de pan y pasto de aguas y mucho fruto". 

En febrero alrededor de 50 hombres armados, de Guadramil, pasaron los términos y mojones que dividían los dos reinos de Portugal y Castilla y entraron en el monte Las Ferrerías, en el valle de El Castañar, donde llenaron 25 carretas de leña que se llevaron. Ese mismo día a un vecino le llevaron un rocín y más ganado. 

El día 7 de abril, 40 hombres armados, a pie y a caballo, asaltaron a varios vecinos de la Villa y Tierra de Alcañices cuando se dirigían a la feria de La Puebla de Sanabria. A un mercader le dieron tres lanzadas y una pedrada derribándole del rocín que montaba, le tomaron la cabalgadura, una espada y un paño que llevaba a la feria y le dejaron por muerto. El Marqués de Alcañices pidió permiso al Rey para "hacer otro tanto" en Portugal como respuesta a unos hechos que se venían sucediendo habitualmente. 

El 3 de mayo 1538 los portugueses asaltaron Riomanzanas con lanzas ballestas y arcabuces. 

La Sentencia pronunciada el 31 de julio de 1538 condenaba al concejo y vecinos de Guadramil "a que no entraran ni pasaran dentro de los límites, marras, mojones y camino en el lugar de Riomanzanas y a que no tuvieran ningún aprovechamiento en estos, por ser término de Castilla". Al mismo tiempo se condenaba a 35 vecinos de Guadramil, caso de ser hallados en Castilla, a ser apresados y llevados a la cárcel. 

José Ignacio Martín Benito imparte una charla en Nuez. | Ch. S.

José Ignacio Martín Benito imparte una charla en Nuez. | Ch. S. / Chany Sebastián

En dicha sentencia estableció la demarcación fronteriza quedando por término de Castilla y del Marqués de Alcañices el camino que iba hacia Sanabria desde Riomanzanas por la rodera vieja, así como los valles de Las Ferrerías y La Castañar "como los habían tenido lugar y vecinos de Riomanzanas de tiempo inmemorial a esta parte".

La investigaciones históricas de Jose Ignacio Martín Benito ha permitido poner fechas y nombres a una guerra que no enfrentó en sí a dos de sus pequeños pueblos cuyo termino se situaba a la derecha del río Manzanas (Guiadramil) y a la Izquierda (Riomanznas).

El marqués de Alcañices logró su propósito y el Consejo Real del Reino de Castilla comisionaba al licenciado Juan Verdugo que sería el encargado de recabar lo acaecido (visitó Riomanzanas y Guadramil hasta en tres ocasiones) junto con el juez nombrado a su vez por el rey de Portugal: Fernao Lopes (corregidor de Miranda) el cual ni se presentó. Los demandados de Guadramil no se presentaron al pleito y fueron declarados en rebeldía.

La averiguaciones de Juan Verdugo dejaron constancia de la brutalidad en el asalto a Bartolomé de Sayago, mercader de paños, al que tras varias lanzadas le derribaron y ya en tierra el vecino de Guadramil Pedro Domínguez "con una gran piedra con ambas manos dio con ella de toda su fuerza al dicho Bartolomé de Sayago en la cara y ojos y cabeza de que le dejaron por muerto".

Unos asaltos en los que participaron padres e hijos, entre otro el propio alcalde pequeño de Guadramil Simón de Ferrera. También se tomaron cuatro carneros propiedad de Andrés Bergará llevándolos a Portugal.

El capitán luso Melchor Juarez mostró su propio argumento: el mercader fue detenido por el alcalde de sacas y cosas vedadas puesto por el rey de Portugal y el Duque de Braganza al transitar por un camino que según él estaba en tierras portuguesas.

En cuanto al Valle do Castanhal en la actualidad se encuentra dentro de Portugal, hacia el noroeste del término de Guadramil. Desde hace ya muchos años la paz y la armonía reinan entre los moradores de Guadramil y Riomanzanas.

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