Trece pueblos zamoranos refrendan su devoción a la Inmaculada

Como cada 8 de diciembre, vecinos de Villalpando y de doce pueblos más que pertenecían al señorío de los Condestables de Castilla, han revivido este viernes la recreación del primer Voto del mundo a la Inmaculada Concepción.

Los herederos de aquellos vecinos de Tierra de Campos, que el 1 de noviembre de 1466 proclamaron el Voto, refrendaron su fe y devoción a la Virgen en la iglesia de San Nicolás de Bari.

Alcaldes y vecinos de Villalpando, Cotanes del Monte, Villamayor de Campos, Quintanilla del Monte, Tapioles, Cañizo, Villar de Fallaves, Villárdiga, Prado, Quintanilla del Olmo, San Martín de Valderaduey, Cerecinos de Campos y Villanueva del Campo se congregaron en la iglesia para participar en la solemne eucaristía, que fue oficiada por el nuevo párroco de la zona, Manuel Benito García, en la que la ofrenda floral fue realizada este año por Villalpando.

Villalpando destapa la "esencia" de su festejo taurino más singular

Acto seguido, tuvo lugar la escenificación en el altar mayor del primer Voto del mundo "explícito y solemne" realizado en honor de la Inmaculada Concepción, como recordó, Pilar Casado, vecina de Villalpando. A continuación, explicó que, el punto de partida de la escenificación del Voto ha sido el "ensamblaje" de personajes, como Ramiro Mazuela, alcalde de la villa, o el escribano Diego Fernández, así como de léxicos de la época, el siglo XV, en Castilla.

En este contexto, como recordó, los trece pueblos imploraron amparo y protección a la Inmaculada Concepción ante la guerra sucesoria entre los partidarios de Enrique IV y los que defendían los derechos dinásticos del infante don Alfonso, pero también frente a la peste y la muerte. Acto seguido, tuvo lugar la escenificación del insigne Voto basada en una obra de Luciano López García, poeta e hijo de Villalpando.

Procesión

Tras la emotiva y solemne recreación, se procedió a bajar la pequeña imagen del retablo para colocarla en el carruaje que aguardaba a las puertas del templo, desde el que procesionó por la villa arropada por los fieles devotos de Villalpando y de los pueblos de su "tierra". Una charanga marcó el ritmo del desfile, en el que autoridades y vecinos se hermanaron en torno a un mismo dogma de fe y al fervor que comparten por la Inmaculada.

El histórico Voto ha sido refrendado hasta en cinco ocasiones a lo largo de los siglos y culminó en 1954 con la Coronación Canónica de la Inmaculada. Cuatro siglos después de su proclamación, el papa Pío IX promulgó el Dogma de la Inmaculada, aunque existen documentos que atestiguan que ya en el siglo XII en Villalpando se honraba a la Purísima.

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