La Raya adora a la Virgen de la Salud

Alcañices acogió la romería número 481 de la patrona de Aliste: el domingo se reencontraron las siete hermanas de España y Portugal

Alcañices se convertía ayer en la capital de la Raya con el encuentro mariano internacional de las siete hermanas de España y Portugal que acogieron bajo su manto a miles de devotos y romeros, muy en particular alistanos y trasmontanos, llegados a la villa para buscar el amparo de su protección divina, manteniendo una costumbre y una tradición que pervive desde hace 481 años y que anteriormente tuvo sus orígenes en el eremitorio franciscano de la ribera de Campazas en El Poyo.

Nuestra Señora la Virgen de la Salud (patrona de Aliste) vivió su romería transfronteriza estrenando oficialmente su distintivo de Fiesta de Interés Turístico Regional de Castilla y León, un logro conseguido por su cofradía y por el Ayuntamiento de Alcañices.

Cada vez que el día 2 de julio cae en domingo las siete hermanas se reencuentran

El histórico santuario mariano diocesano de peregrinación de Nuestra Señora la Virgen de la Salud, signo vital, piedra angular y seña de identidad de la religiosidad popular transfronteriza hispanolusa, volvía a ser el gran protagonista, como manda la tradición cada 2 de julio, desde que fue abierto al culto en 1542 por los frailes observantes de la Orden Tercera de San Francisco.

Aliste no puede ni sabe vivir sin su venerada patrona, ni la Virgen de la Salud sin sus siempre fieles protegidos alistanos y alistanas. Incluso en tiempos pasados donde las labores de la cosecha marcaban los tiempos del verano, sin vagar para fiestas, los alistanos hacían un alto en el camino para coger la burra e ir a venerar a su patrona, comprar las hoces y el 3 iniciar la siega del centeno.

Cada vez que el día 2 de julio cae en domingo las siete hermanas se reencuentran y allí estuvieron fieles a su cita con sus imágenes y estandartes: los españoles de Carbajales de Alba con la Virgen de Árboles, Villalcampo con la Encamación y Trabazos con la Soledad; los portugueses de Constantim con la Virgen de la Luz, Póvoa con la Virgen del Naso y Quintanilha con la Riberiha, recibidas en su templo por la Virgen de la Salud de Alcañices.

Misas en dos idiomas

A las ocho comenzaron las misas, tres de ellas en castellano y una en portugués, mientras los confesores iban atendiendo a los feligreses. Algunos como ya es tradición, Tola y San Juan del Rebollar son un ejemplo, peregrinando a pie desde sus pueblos.

Abuelos octogenarios y nonagenarios de boina negra y abuelas de pañuelos negros y merinos, de rostros marcados por la dureza del campo y de la vida, por la sencillez y la honestidad de esas adorables almas que dieron y lo dan todo a cambio de nada; esos que trabajaron de sol a sol para sacar a sus familias adelante y llenar de vida los pueblos: una especie de buenas gentes, únicas e irremplazables, declaradas en peligro de extinción por el éxodo de antaño y la despoblación rural galopante de nuestros días.

Emotiva misa de acción de Gracias oficiada por el arcipreste de Aliste, Fernando Lorenzo Martín, que en agosto dejará las tierras alistanas, a donde llegó en 2008 a Valer, para encargarse, ahora, en su nueva etapa, de Fuentesauco: "Nos une María y la la fe. Esta tradición de como celebramos lo hemos heredado de nuestros mayores y antepasados, es el gran legado que nos han dejado. La tradición y fe recibidas y mantenidas, tienen que ser transmitidas a las nuevas generaciones. La salud es lo que nos preocupa a todos, es el sentido de nuestras vidas: pedimos fortaleza para los mayores y enfermos. La fe sigue estando viva".

Retransmisión en directo

La Virgen de Luz llega a Alcañices desde Constantim, al otro lado de la Raya . | Ch. S.

La Virgen de Luz llega a Alcañices desde Constantim, al otro lado de la Raya . | Ch. S. / Chany Sebastián

La eucaristía estuvo amenizada por el coro de la asociación cultural Villa de Alba de Villalba de la Lampreana dirigido por Feliciano Fernández Cuerdo; cantando una misa obra del alistano Esteban Ferreira Fernández.

La retransmisión fue un éxito con más de 2.000 seguidores desde residencias de ancianos y desde todo el mundo. La Virgen de la Salud abría la multitudinaria y emotiva procesión seguida de sus seis hermanas, de alistanos, trasmontanos y albarinos, algunos de ellos descalzos, rindiéndole tributo, ofreciéndole sus ofrendas, dándole las gracias por los favores recibidos y pidiendo por la salud propia, de familiares y allegados.

Manteos y Monteras, –cada año lo hace altruistamente como ofrenda–, abrieron la comitiva al son de las gaitas de fole, dulzainas y tamboriles, poniendo las tonadas y también las danzas ante las siete grandes señoras.

La tradicional comida de hermandad y convivencia tenía lugar en el Auditorio Municipal. Por la tarde llegaba la novena para despedir luego a las siete hermanas.

Hay que destacar el trabajo y tesón de altruista grupo de voluntarios de 24 alcañizanos que, coordinados por Javier Campos Santiago, prestaron su apoyo para que cada acto saliera a la perfección. Importante fue como ya es habitual también la labor de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil Virgen de la Salud de Alcañices que tiene como jefe a Carlos Rego Rivas y de la Guardia Civil y Policía.

La víspera contó con la procesión de las antorchas y la quema de urces en las puertas del antiguo convento rememorando una tradición que tiene sus orígenes en los feriantes y devotos de Tras os Montes que llegaban el día antes (víspera) y la lumbre les daba luz. Al finalizar hubo una convidada a pastas y limonada por cortesía de la cofradía.

Los actos continuarán hoy. La comitiva saldrá desde la ribera para subir por Labradores hasta el santuario donde tendrá lugar la ofrenda floral. Tras la misa saldrá la tercera y ultima procesión acompañada por el grupo folclórico Doña Urraca.

Si concurridos estuvieron los actos religiosos no menos lo estuvieron los lúdicos como feria de artesanos y mercadillo, así como las citas obligadas con la mejor gastronomía en los diferentes bares. Como suele ser habitual en las visitas a Alcañices muy demandados fueron los churros y como no los borrachos de Alcañices, auténticos manjares para los paladares.

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