Residencia San Salvador, en un entorno privilegiado

Los usuarios de este centro en Rabanales, al pie de la Sierra de la Culebra, valoran estar cerca de sus pueblos natales y "con la gente que conocen"

Residencia San Salvador, en un entorno privilegiado

Residencia San Salvador, en un entorno privilegiado / T. S. R.

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Ubicada en plena naturaleza al pie de la Sierra de la Culebra, la residencia San Salvador tiene amplios jardines y un entorno familiar en el que los recién llegados se encuentran, generalmente, con gente conocida, lo que facilita el comienzo en un lugar nuevo. "Enseguida hacen amigos", comenta María de los Llanos Soriano, directora de un centro provisto de 111 plazas, 25 concertadas con la Gerencia de Servicios Sociales.

Residencia San Salvador, en un entorno privilegiado

Residencia San Salvador, en un entorno privilegiado / T. S. R.

Los residentes proceden, en su mayoría, del entorno del centro, en la comarca de Aliste. Los hay foráneos, pero no es lo habitual, al margen de los residentes que regresaron al lugar de origen tras vivir años en Madrid u otros puntos del país. La cercanía con sus pueblos natales es, precisamente, lo que más valoran. "Quieren estar en su entorno, con la gente que conocen", señala la directora.

Varios son ya centenarios. Media docena, exactamente, en una residencia con una media de edad que se acerca a los 90 años. Las mujeres son el doble que los hombres.

Entre las actividades, las excursiones que realizan, tanto por el magnífico entorno en el que se encuentran, como a Zamora capital, donde han visitado el Museo Etnográfico y recorrido en "tren" el Casco Antiguo de la ciudad. La excavación arqueológica El Castrico, Santa Marta de Tera, Braganza o el Lago de Sanabria son también destinos en las escapadas organizadas por el centro. Sin olvidar los atractivos del propio pueblo donde residen, Rabanales, donde han visitado el Museo Micológico.

Están "bastante activos". En los últimos días han estado inmersos en actividades por el día de la Mujer Trabajadora. Igual que celebran el Carnaval, la Navidad, la Feria de Abril y hasta Halloween, aunque esta última celebración "no les gusta mucho". Incluso tienen un huerto en el que poder disfrutar del contacto con la naturaleza.

El planteamiento del edificio favorece la relación entre residentes, con diferentes salas donde poder conversar y espacios soleados para disfrutar del paisaje.

El edificio, en el centro de amplios jardines y con vistas a la Sierra de la Culebra, tiene tres plantas decoradas por colores, más que como mero elemento decorativo, como una gran ayuda orientativa a los mayores que viven este centro enclavado en un entorno privilegiado.