Entrevista | Pablo Ibarburu Cómico

Pablo Ibarburu, cómico: "Crecí viendo comedias de adultos, soy un fan del género más que cómico"

"En mi humor indago en lo que mueve a la gente a hacer las cosas y he llegado donde estoy gracias al trabajo en directo"

pablo ibarburu

pablo ibarburu / Cedida

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

El cómico Pablo Ibarburu pisa nuevamente el escenario del Teatro Ramos Carrión. El humorista, que desciende de Zamora, actuará el sábado 16 de marzo a partir de las 20.00 horas.

–Esta semana ha hecho un guiño a Zamora en el programa de "La Resistencia" en el que dejaba entrever su vinculación con la provincia, pero ¿cuál es exactamente su relación con esta tierra?

–Mi madre es de la capital, mis abuelos son de Zamora, aunque solo vive ya mi abuela. En Zamora residen mi abuela, mis tíos y cuatro primas. Actuó en la tierra de mi madre a la que he ido mucho en Semana Santa, que me gusta mucho. Hace un tiempo que no voy, pero me gustaría regresar y mostrársela a mi novia porque quien no la conoce no se imagina lo bonita que es. Me gusta mucho la procesión nocturna de las Capas, pero a quien no está familiarizado quizá les puede sorprender.

–En Zamora presenta su nuevo espectáculo que lleva por título "Chico glamour".

–El espectáculo anterior hablaba un poco de mi adolescencia y de mi etapa en la universidad, mientras que este es mucho más actual. Hablo de mi relación con mi novia, con la que llevo tres años ya, y como no nunca había tenido una relación seria, hablo de lo que supone, de las expectativas que tienes y de cómo es la realidad.

–¿Se desnuda mucho, metafóricamente hablando?

–Cuento cosas muy personales en las que me pongo a mí mismo en ridículo. La verdad es que quizá sea que me falta creatividad y lo baso todo en mí mismo, pero lo que hago es a partir de mis vivencias personales, exagerarlo. En última instancia indago en lo que mueve a la gente a hacer las cosas y la persona que mejor conozco soy yo mismo y a partir de ahí me salen los chistes.

–¿Qué le diría a alguien que no sepa si quiere ir a verle actuar en el Ramos?

–Lo primero que consulte la agenda cultural y como hay también un concierto de marchas en el otro teatro de la ciudad, pues que intente asistir y si no lo logra, pues qué venga a verme porque no hay otra cosa más interesante que hacer en Zamora (risas). Ellos sabrán porque en dos semanas podrán oír las marchas de Semana Santa y yo voy a ser más divertido, (risas).

–¿Cómo llega un chico de San Sebastián a convertirse en cómico?

–Yo desde niño era el gracioso de clase, pero no era un niño que me portara mal. Hacia comentarios y creo que, a veces, incluso las propias profesoras agradecían que hiciera alguna tontería. Además, en mi niñez, como mis hermanos con bastante mayores que yo, pues me sacan diez años, veía comedias, como "Friends", con ellos. Yo en vez de ver dibujos crecí viendo comedias de adultos, lo que sin duda me ha marcado (risas).

–¿Qué le movió a dar el paso y a probar suerte haciendo un monólogo en un escenario?

–En Donosti no hay tanta oferta cultura en cuanto a comedia se refiere. En aquel momento no había ningún bar de comedia para hacer los monólogos. Tuve primero que acabar en la universidad e irme a Madrid y empezar a hacer monólogos. Yo quería hacerlos desde que tenía unos 18 años, pero en mi ciudad no había donde hacerlo y probé tras concluir en la universidad.

–Se traslada a Madrid y entonces…

–En Madrid es más sencillo porque hay muchos bares que tienen la posibilidad de micro abierto donde un cómico monta un espectáculo e invita a seis y siete compañeros que suben al escenario unos diez minutos y pruebas textos y chistes. Al principio te dejan tres minutos y si no te funciona, te echan. (risas).

–¿Se acuerda de su primera actuación?

–El primero me fue bien. Lo hice en Nueva York. Yo en la universidad me fui un año a Texas y de allí me fui a Nueva York, donde estuve un verano entero participando en micros abiertos. Empecé de una manera muy sencilla (risas). Recuerdo que el primero que hice en Madrid me fue muy bien, y luego el segundo, el tercero y el cuarto te salen mal y piensas que eres un "matao" y que te tendrías que dedicar a otra cosa.

–En esos momentos más bajos ¿qué le impulsa a seguir en el humor?

–La verdad es que no se me ocurre otra alternativa. Yo realmente quería trabajar de guionista en la tele, pero no encontraba la forma de que me conocieran y pensé que haciendo monólogos me podía descubrir alguna persona vinculada con la tele.

–¿Y ha sido así?

–Gracias a los monólogos he conocido a varios guionistas de "El Intermedio" que me recomendaron para un programa de Antena 3 y luego a partir de ahí, empecé a trabajar en un programa que hacía Dani Mateo "Yu", donde trabajé como guionista en la productora que lo hacía. Todo fue gracias a los monólogos. La gente que es cómica va recomendando a los cómicos que ven, es decir que nos recomendamos unos a otros. Nos ayudamos unos a otros porque somos fans unos de otros. En mi caso soy fan de la comedia más que cómico y si me gusta un cómico, al final lo voy a recomendar.

El cómico en una actuación

El cómico en una actuación / cedida

–¿Cómo se consigue estar en la primera línea como lo está usted ahora?

–Diría que estoy en la séptima línea como mucho... (risas). He logrado estar donde estoy gracias al trabajo, aunque muchos compañeros lo consiguen a través de las redes sociales. Antes pensaba que si era el que mejores chistes hacía me darían trabajo, pero ahora compruebo que hay gente que piensa que si se les ve mucho en las redes, luego pueden empezar a hacer chistes. Se centran en TikTok o los "reels". No se me da bien el marketing, ni promocionarme creo que si me contratan es porque sé hacer bien mi trabajo.

–¿Qué prefiere ser guionista o actuar?

–Ahora prefiero actuar, pero porque no tengo que trabajar tanto, soy un poco vago.

–¿A quién admira en este sector?

–La verdad es que a todos los españoles que nos movemos en el mundillo, desde Dani Broncano, Ignatius, Jorge Ponce o Valeria ... sobre todo a la gente con la que trabajo porque tengo la suerte de que eres fan de alguien, te acercar a conocerle y finalmente acabas conociéndole y luego te haces amigo.

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