Entrevista | José Miguel Gaona Psiquiatra, conductor de «La reunión secreta»

"La existencia de Dios y la ciencia son perfectamente compatibles"

"Para mejorar la salud mental, a veces más efectivo que un profesional sería ser capaces de pagar las facturas cada mes"

Jose Miguel Gaona

Jose Miguel Gaona / Cedida

B. B. G.

El podcast "La reunión secreta" será uno de los programas que el público asistente al congreso Ahora Ilusión pueda ver en directo. Al frente se encuentra el médico y psiquiatra José Miguel Gaona.

–¿Qué aporta hacer en directo el programa con público?

–Los miembros de "La reunión secreta" solemos estar en contacto diario con aquellas personas que siguen el programa, que son los "guardianes", así que aprovechamos aquellas oportunidades donde nos podemos encontrar con esos seguidores. A muchos de ellos los conocemos por sus nombres y apellidos e incluso no es extraño que se pasen por nuestra sede en Madrid, en la misma puerta de Alcalá, un sitio emblemático y simbólico para todos los españoles y también conocida en el mundo entero.

–¿Cómo surgió la oportunidad de poner en marcha este programa y qué hueco de la actualidad considera que cubre?

–Surgió como contrapunto a las informaciones oficiales que, en algunos casos, están sesgadas por intereses políticos o comerciales. Tratamos temas que muchos medios de comunicación no se atreven y que, muchas veces, son los que los que trabajamos en medios convencionales de comunicación comentamos durante el espacio publicitario, pero que se autocensura en cuando está encendido el piloto rojo de la cámara.

–¿Cuál es el perfil del oyente?

–Suelen ser personas de todo tipo de condición social y educativo, pero creo que tienen un denominador común: el ansia de información que no esté sesgada por los intereses imperantes o menos aún por la nauseosa " corrección social". Intentamos llamar al pan pan y al vino vino, le duela a quien le duela. Tenemos muchos oyentes en España, pero también en Hispanoamérica y en Norteamérica en las comunidades que hablan español, que cada día son más numerosas. A veces, nos escribe, por ejemplo, personal hispanohablante del ejército norteamericano que se encuentra estacionado en Corea del Sur. Sitios que nunca habías pensado que podrías tener seguidores.

Diferentes percepciones

–¿Ha sido el coronavirus uno de los momentos más complicados a nivel mundial que se han vivido en las últimas décadas?

–Ciertamente, ha sido un momento complejo a nivel mundial, pero, vamos a ser honestos, sobre todo en el mundo occidental, donde llevamos una serie de décadas viviendo en una más o menos opulencia. Tengo amigos en África y Sudamérica que, aunque desde el punto de vista informativo fue un verdadero huracán, su calidad de vida no se vio más mermada de lo habitual, ya que sus posibilidades de tener problemas serios de salud o seguridad habituales eran mucho mayores que los de contraer el virus en cuestión.

–¿Cómo eligen los temas que van a tratar en cada episodio?

–En este aspecto somos muy dinámicos, si bien casi siempre incluimos algún tema de corte científico de primer nivel como, por ejemplo, desde candidatos al Premio Nobel siguiendo por investigadores que se encuentran en la punta de lanza de muchos trabajos internacionales. Prácticamente, hacemos conexiones con medio planeta. En otras ocasiones, nos interesa también temática de corte social, por ejemplo, ¿cómo es posible que a nuestros agricultores se les exijan una serie de requisitos que prácticamente hacen imposible la agricultura y que, sin embargo, se importen alimentos de terceros países que no cumplen con la legislación europea, por lo tanto, podemos considerarlos ilegales y que, no sólo eso, sino que en algunos casos como el de Marruecos, además se les financien con programas de ayuda económica?

Una visión más amplia

–¿Cree que su amplia formación académica le da una mayor credibilidad a algunos de los temas más controvertidos que puedan tratar?

–Mi formación académica puede ayudar, en ciertas ocasiones, a tener una visión amplia y un poco más profunda sobre todo en los temas científicos, particularmente en los médicos. La ventaja es que los que tratamos cuestiones relacionadas con la mente humana también nos encontramos vinculados en esa búsqueda de la salud mental con otro tipo de asuntos que pueden ser sociales o económicos. Por ejemplo, muchas personas piden más psicólogos o psiquiatras para mejorar la salud mental del país, cosa que seguramente es necesaria. Pero quizás no podemos olvidar que pueda ser mucho más efectivo sobre la ansiedad o la depresión algo tan sencillo como ser capaces de pagar a final de mes la factura de la electricidad. En cualquier caso, una máxima que tenemos en la reunión secreta es que nos podemos equivocar, pero no te vamos a mentir.

El podcast surgió como contrapunto a las informaciones oficiales, sesgadas por intereses

–Usted es un claro ejemplo de hombre de ciencia que no se cierra a aquello que aparentemente no tiene una explicación lógica, ¿cómo se interesó por este mundo más misterioso?

–Algo que me ha caracterizado desde siempre es intentar obtener el máximo conocimiento y, sobre todo, de conclusiones mediante el estudio personal de cada problema. Respecto a lo misterioso, creo que esa es justamente la finalidad de cualquier persona que se dedique a la ciencia: arrojar luz sobre lo que no se conoce. En ocasiones es incómodo, ya que existen otras personas que, a pesar de dedicarse a la ciencia, opinan sobre este tipo de temas tan sólo habiendo leído algo sobre ello en algún suplemento dominical. La ciencia debe ser algo abierto, transparente y en ocasiones se descubren cosas tan "sorprendentes" (ironía) como que la tierra gira alrededor del sol, o bien que no existe la generación espontánea o como le ocurrió a Hans Berger, inventor de la electroencefalografía, descubrir que existían potenciales eléctricos dentro del cerebro. Cuestiones que hoy en día nos parecen plenamente admitidas pero que en su momento fueron diana del ridículo de la comunidad científica.

Doble interpretación

–¿Qué ha descubierto cuando se ha adentrado en el mundo de la neuroteología?

–He descubierto que tanto las experiencias espirituales como la existencia de Dios y la propia ciencia son perfectamente compatibles. Nuestro sistema neurológico puede ser interpretado de dos formas: como el sitio donde se producen todos aquellos fenómenos propios de la espiritualidad, pero que no deja de ser un artificio por parte de los humanos atribuirlos a la existencia de un ser superior, o bien que dichas estructuras neurológicas se encuentran previamente diseñadas para que, de alguna manera, podamos tener esa experiencia divina. De alguna forma, alguna estructura como lóbulo temporal, particularmente el derecho, podría servir de verdadera "antena de Dios". Por ahora, me inclino más por la segunda hipótesis y no soy el único, ya que existe una larga lista de científicos, incluyendo numerosos premios Nobel, que son creyentes. Es evidente que existe una inteligencia que rige todo el universo.

–¿Todavía queda mucho por descubrir del cerebro humano?

–Sin lugar a dudas, cada vez se sabe más de las conexiones anatómicas, del hardware de nuestro cerebro. Sin embargo, hay conceptos que se nos siguen escapando. Quizás uno de los más importantes es el de la conciencia. ¿Dónde nos encontramos dentro de nosotros mismos?, ¿cómo es posible que tengamos conciencia de nuestra propia existencia?, ¿hasta dónde puede llegar nuestro cerebro?, ¿sería posible entrenarnos en algunos tipos de función como la telepatía, las premoniciones o la visión remota? Desde el momento en que nacemos se nos castra en relación al desarrollo de nuestro cerebro. Tanto es así que en las primeras dos décadas de nuestra vida existe una verdadera "poda neuronal". La gran pregunta es: ¿en qué se podrían utilizar? Es un tema fascinante.

La importancia de divulgar

–¿Se siente cómodo en su faceta de divulgador?

–La verdad es que empleo más tiempo en aprender que en divulgar. El aprender me da una perspectiva nueva acerca de cómo interpretar el mundo. Me es profundamente importante. El divulgar, al igual que hago que cuando escribo un libro, me ayuda a ordenar mis conocimientos. Quizás, uno de los "secretos" del conocimiento es interrelacionar disciplinas. Si conoces la medicina y también la neurología y quizás has estudiado psicología y teología y cualquier otra cuestión potencialmente relacionada, te descubres un día tendiendo puentes entre unas y otras y eso es muy enriquecedor.