Zamora se vacía este 2023 a un ritmo muy inferior al de las dos últimas décadas

La provincia, acostumbrada a reducir su censo por encima del millar de habitantes al año, pierde tan solo 371 entre enero y septiembre

Un hombre camina por una localidad de la provincia de Zamora.

Un hombre camina por una localidad de la provincia de Zamora. / Jose Luis Fernández

Luis Garrido

Luis Garrido

Zamora está frenando poco a poco la vertiginosa velocidad de despoblación que trae a todo el territorio por el camino de la amargura desde hace más de tres décadas. La tendencia, de hecho, coloca este 2023 como el más benévolo en materia demográfica desde hace dieciséis años. Hay que remontarse hasta el insólito ejercicio 2007, cuando el censo de población se incrementó inexplicablemente en 302 personas, para encontrar un dato mejor que el que registran las estadísticas a fecha actual. El ejemplo más claro es que la provincia ha cerrado el tercer trimestre con tan solo diez habitantes menos respecto a como lo inició. Respecto al 1 de enero, la lista de vecinos se ha reducido en tan solo 371 personas. Y eso, en una demarcación acostumbrada a ver volar más de un millar de individuos cada año, es síntoma de que algo está cambiando.

Los números dan una tregua a la enfermedad demográfica de la que adolece este territorio. La Estadística Continua de Población publicada este martes por el Instituto Nacional de Estadística coloca la cifra de vecinos en 166.280 personas al cierre de septiembre, el pasado día 30. En los últimos tres meses, la provincia ha perdido tan solo una decena de habitantes y la cifra no llega a los cuatro centenares desde el inicio del curso. Siguiendo esta progresión, Zamora terminaría el presente ejercicio con una pérdida de población aproximada por debajo del medio millar, lo que confirmaría el frenazo a una tendencia que amenaza con acabar con la vida en esta tierra y, en especial, en sus municipios más pequeños.

La serie histórica corrobora este cambio de paradigma. El pasado año 2022, la provincia cerró diciembre con 1.056 habitantes menos de los que había en enero. Si se toma en cuenta el ejercicio 2021, la pérdida fue de 1.458 personas. En el curso 2020, se fueron del censo 2.136 personas. Y fueron 2.017 en el año 2019; 2.037 en el 2018; 2.581 en el 2017; o 2.814 en el 2016. El año 2015 fue el más crítico de los últimos tiempos, puesto que se 2.828 se esfumaron de las listas oficiales de vecinos. Nada que ver, por lo tanto, con los 371 que han hecho lo propio durante los nueve primeros meses del año.

La pérdida sigue vigente, aunque con menor intensidad. Y, aunque eso no es motivo para celebración alguna, sí que abre un horizonte de esperanza para un territorio aquejado de una dolencia que todavía no ha encontrado una vacuna que realmente le funcione. Perder solo 500 habitantes al año puede considerarse, incluso, un muy buen punto de partida para afrontar el futuro.

El territorio rompe la buena tendencia del conjunto de Castilla y León

La provincia de Zamora fue uno de los tres territorios de la región que restó habitantes a la buena tendencia presentada por Castilla y León a lo largo del último trimestre. La comunidad autónoma ha ganado 2.205 vecinos durante los meses de agosto a septiembre, dejando el censo en 2,3 millones de personas a fecha 1 de octubre, de acuerdo con los datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística. En el conjunto nacional, la población aumentó en 118.667 personas durante el tercer trimestre de 2023 y se situó en 48.446.594 habitantes. Y, respecto al mismo trimestre del 2022, la población creció en España en 525.075 personas, un 1,10%.

Durante el tercer trimestre de 2023, de acuerdo con los guarismos proporcionados por el INE, la población creció en todas las comunidades autónomas, así como en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Los mayores incrementos en términos relativos se dieron en Islas Baleares (0,45%), Comunidad Valenciana (0,45%) y Comunidad de Madrid (0,42%). Castilla y León anotó el tercer menor incremento, solo por detrás de Extremadura y de Andalucía.

Por provincias, Ávila, León y Zamora perdieron habitantes tanto respecto al trimestre anterior como respecto al mismo del 2022. Por su parte, Soria ha podido celebrar buenas noticias, al situarse por encima de los 90.000 habitantes tiempo después. Valladolid, en su línea, ha sido el territorio con mayor incremento de vecinos en este tiempo.

Suscríbete para seguir leyendo