Los hijos de Zamora llenan el vacío: 133.000 forasteros disfrutan de la provincia

Las estimaciones del INE indican que, en las fechas centrales de agosto, las áreas de la provincia acogen a 133.000 personas que no residen habitualmente en los pueblos

Varios jóvenes se divierten durante una de las actividades organizadas en las fiestas de Venialbo. |

Varios jóvenes se divierten durante una de las actividades organizadas en las fiestas de Venialbo. | / Emilio Fraile

Sucede cada mes de agosto. Las calles de los pueblos, estampa de la quietud cuando el frío aprieta, se llenan de bullicio, de coches y de algo que cada vez se ve menos por allí: de juventud. Las casas vacías dejan de estarlo por un par de semanas y los parroquianos invernales del bar, si es que lo hay, se ven rodeados de repente por un frenesí de manos alzadas para pedir las cañas. Los que llegan no son turistas, son los hijos de quienes marcharon; gente que mantiene el arraigo y que vuelve para las fiestas y los reencuentros. Y no son precisamente pocos.

Varios grupos de personas, a la espera de un festejo taurino en Villalpando. | Emilio Fraile

Varios grupos de personas, a la espera de un festejo taurino en Villalpando. | Emilio Fraile / Manuel Herrera

Las estimaciones realizadas entre 2020 y 2021 por el Instituto Nacional de Estadística (INE) señalan que, en las fechas centrales de agosto, las áreas de la provincia de Zamora acogen al mismo tiempo a más de 133.000 personas que habitualmente residen en otras zonas. El estudio realizado en base a la tecnología de los dispositivos móviles deja patente que, en su pico, el territorio zamorano puede superar tranquilamente los 250.000 vecinos, aunque el reparto varía según las comarcas.

El caso paradigmático de Sanabria

El caso más evidente se encuentra en Sanabria, la comarca donde el cóctel tiene todos los ingredientes. En primer lugar, esta es una zona turística, favorecida por su patrimonio natural y por el efecto del lago. Además, se trata de un lugar muy castigado por el éxodo rural y por todos los procesos de vaciado que han sufrido estos lugares en España. Sus gentes se han ido fuera de forma masiva, pero siguen unidas a unos pueblos a los que regresan en agosto.

Ahí están los datos. El INE estima que, en Puebla de Sanabria y su comarca, residen de manera habitual 5.119 vecinos. En torno al 15 de agosto y los fines de semana que lo acompañan, la población se eleva casi cuatro veces por encima hasta el punto de rozar los 20.000 habitantes. Las imágenes que se observan al recorrer los pueblos, al ir a hacer la compra a los ejes comerciales o al tratar de acudir a los bares y restaurantes sirven para ponerle cara a las cifras.

El sanabrés es el ejemplo paradigmático de este lleno temporal de la Zamora vaciada, pero desde luego no es el único. En siete áreas más de las 22 que analiza el INE en la provincia se calcula que la población, al menos, se duplica en estas fechas. Y eso teniendo en cuenta que, en 2021, aún quedaban restos que eliminar del freno a la actividad por la pandemia. Las citadas zonas son Santibáñez de Vidriales y su entorno, San Pedro de Ceque junto a los pueblos que lo circundan, la parte que rodea a Muelas del Pan, el marco de Montamarta y las zonas de Fonfría, Fermoselle y Alcañices.

También se perciben incrementos relevantes de la población durante estas fechas en los entornos de Villalpando, Toro, Santa Cristina de la Polvorosa, Morales de Toro, Fuentesaúco o Corrales, mientras que se detectan descensos temporales del número de vecinos en los dos grandes núcleos: Benavente y Zamora. Como queda patente cada verano, existe un flujo de población que se traslada desde las ciudades hacia sus segundas residencias en las comarcas para pasar unos días de descanso.

¿Dónde residen los que vienen?

En cuanto a la procedencia de los que residen habitualmente en otros territorios y vienen en agosto a la provincia, tampoco debe esperar el lector demasiadas sorpresas. En torno a estas fechas, pernoctan en los municipios de Zamora más de 30.000 personas que habitualmente residen en la Comunidad de Madrid. También hay unos 14.000 vascos y más de 10.000 catalanes; muchos de ellos con una conexión con la provincia que jamás se extinguirá.

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