"Sentirse útiles y con autonomía es vital para la autoestima de las personas con TEA"

Ultimando los detalles de la novena edición de la Marcha Solidaria a Favor de las Personas con Autismo, la presidenta de la asociación zamorana, Seila Fernández, asegura que el evento de este domingo servirá para dar visibilidad al trastorno del espectro autista entre la población. Un trastorno que se trata desde el primer momento en Autismo Zamora, ahora con muchos más medios, desde que se abriera en la avenida de Valladolid el Centro Aratoy, que engloba todos los servicios que ofrecen a las familias de Zamora, tanto de la capital como de la provincia. Los zamoranos todavía están a tiempo de apuntarse a la marcha, tanto en el centro de la asociación, como en la caseta instalada en la plaza de Castilla y León y en numerosos puntos colaboradores.

–¿Qué novedades más destacadas habrá en esta novena edición de la marcha?

–Este año salimos a las once de la mañana desde la plaza de La Marina, aunque antes daremos un pequeño obsequio a los participantes. El recorrido es muy sencillo, pero diferente al de los años anteriores, pues iremos por el centro de la ciudad, gracias al permiso que nos ha dado el Ayuntamiento de Zamora. Así le daremos mayor visibilidad a la marcha, porque antes íbamos por el extrarradio. Además, este año queremos conseguir una auténtica marea azul, por lo que pedimos a la gente que venga vestida con ese color. Llegaremos hasta el casco antiguo y regresaremos de nuevo a La Marina, donde se realizará una masterclass a cargo del Gimnasio Tres Cruces, para terminar con el sorteo de productos donados por colaboradores.

–¿Cuál es el objetivo de esta iniciativa?

–La idea es celebrar un día festivo para todos los zamoranos y conseguir la mayor visibilidad posible, que las familias y persona con autismo se animen y vengan, para que todos conozcan la labor que estamos desarrollando y ayudar a la integración.

–¿Confían en una buena participación?

–Creo que habrá más gente que se anime gracias a este nuevo recorrido por el centro de la ciudad, aunque simplemente sea uniéndose cuando nos vean por la calle. Esperamos aumentar el número de participantes este año, que suele rondar entre las trescientas y las cuatrocientas personas. Además, estamos comprobando que la venta de participaciones ha crecido, porque, entre otras cosas, lo hemos potenciado mucho en nuestras redes sociales y en los medios de comunicación. Así que esperamos multiplicar la participación, sería algo estupendo.

–¿Es la marcha una de sus vías para recaudar fondos?

–Por supuesto. Nosotros vivimos de las subvenciones de la administración pública y de las aportaciones de las propias familias. Pero con eventos como el del este domingo, aparte de hacer una campaña de sensibilización, recaudamos fondos. Además, ahora intentamos no solo depender de las administraciones públicas, sino también acceder a la empresa privada, para que se vaya concienciando y quiera participar con nosotros, no solo a nivel económico, sino también de empleabilidad, para las personas que ya tenemos en el centro de día.

–¿Qué ha supuesto estas nuevas instalaciones para la asociación?

–Llevamos aquí desde septiembre y si la asociación fue el punto de partida, el centro es un punto de inflexión, clave para nuestro desarrollo futuro. Ahora contamos con seis usuarios en el centro de día, pero esperamos doblar el número el próximo año, hasta lograr una ocupación total. Esto supone creación de puestos de trabajo y que las familias que antes se tenían que desplazar a otras ciudades, puedan venir aquí, con todo centralizado.

–¿Qué talleres de empleabilidad tienen ya en marcha?

–De informática, horticultura, cocina y cerámica. Además, estamos en negociaciones con alguna empresa para ser subsidiarios y hacer, por ejemplo, segundos montajes de productos, dándole el toque final para sacarlos a la venta.

–¿En qué beneficia esto a los usuarios?

–Nuestros chicos se sentirán útiles, con mayor autonomía y funcionalidad, lo que es vital para su autoestima.

–¿También tendrá protagonismo el nuevo edificio en verano, con los campamentos?

–Sin duda, son campamentos terapéuticos, donde intentamos es que tengan un aprendizaje, pero que también sea lúdico. Además, estará la parte festiva con los desplazamientos a la piscina, lo que también fomenta su autonomía, cogiendo un autobús, sacando la entrada o cambiándose en los vestuarios.

–¿Qué ofrece la asociación a las familias que se acercan?

–Principalmente, acompañamiento a lo largo de toda la vida de la persona con TEA. Lo principal es la atención temprana y la detección, por lo que animamos a que se acerquen para hacer una valoración a sus hijos si tienen alguna duda y, a partir de ahí, se hace un trabajo de terapia de apoyo, servicio de escuela de familia, que se va a poner en marcha este mes y se fomenta una relación con los centros escolares donde están escolarizados.

Esperamos aumentar este año el número de participantes en la marcha

–¿Qué planes hay de futuro?

–Tenemos ahora mismo tres proyectos fundamentales: las aulas de transición a la vida adulta, la atención temprana para niños de cero a tres años, con sesiones terapéuticas, y los talleres de empleabilidad y formación profesional. Estamos luchando por ese acceso educativo, adaptado a sus características, ya que cada uno es diferente pero necesitan integración en la sociedad. Cuanto más oportunidades les podamos ofrecer, más posibilidades tendrán de ser lo más autónomos posible y conseguir una vida plena. Aunque lo que más nos importa es que sean felices.

Un centro con capacidad para 32 usuarios en Zamora

El Centro Aratoy —nombre elegido por el río que pasaba por esa zona de la ciudad— abrió sus puertas el pasado septiembre y allí, en la avenida Valladolid, se ubican todos los servicios que ofrece la asociación Autismo Zamora. Un largo camino con final feliz, después de un proceso en el que han estado implicados tanto la Junta de Castilla y León como el Ayuntamiento de Zamora, junto al empeño del colectivo zamorano. Las instalaciones disponen de 32 plazas para personas con trastorno del espectro autista (TEA), repartidas en una superficie de 850 metros cuadrados, donde trabajan profesionales como psicólogos, logopedas, fisioterapeutas, educadores, cuidadores o asistentes personales, además del personal de gerencia o administrativos. Este centro permite a Autismo de Zamora prestar en espacios adecuados sus servicios de orientación y asesoramiento a familias, valoración diagnóstica, atención temprana, promoción de la autonomía personal, respiro y conciliación familiar, intervención psico-social o apoyo escolar, entre otros.

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