Las dificultades para detectar las altas capacidades en niñas, mayores que en los niños

La detección de personas de inteligencia elevada es más difícil entre las féminas porque tienden a "disimular" mejor sus diferencias

Conferencia «Altas capacidades. ¿Mito o realidad?», a cargo de Victoria de la Orden.

Conferencia «Altas capacidades. ¿Mito o realidad?», a cargo de Victoria de la Orden. / Jose Luis Fernández

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Las niñas de altas capacidades suelen pasar más desapercibidas que los niños, porque disimulan mejor las diferencias que pueden tener con el resto de sus iguales y por tanto los rasgos distintivos de este tipo de personas no los suelen notar con tanta facilidad ni los padres ni los profesores.

Fue uno de los aspectos analizados por la psicóloga Victoria de la Orden Acevedo en el transcurso de la conferencia organizada por la Asociación de Altas Capacidades de Zamora - ACI Zamora - en el Museo Etnográfico. Era la puesta de largo de la entidad con una charla, titulada "Altas Capacidades ¿Mito o Realidad?" a la que asistieron sobre todo padres y docentes que tienen hijos o trabajan con alumnos que pueden tener estas características y que muchas veces no son fáciles de manejar sobre todo si no se tienen nociones claras sobre la forma de ver el mundo de estas personas.

El objetivo del evento era precisamente ese, dar a conocer la realidad de las altas capacidades y brindar herramientas útiles para la comprensión y el apoyo de los niños y jóvenes que las presentan. De hecho tras las exposición se relataron distintos aspectos de casos reales de niños con altas capacidades.

La experta se detuvo en muchos de los aspectos que marcan la personalidad de las personas con altas capacidades. Por ejemplo, su hipersensibilidad: son mucho más sensibles a las críticas y las aceptan con mayor intensidad y, en ocasiones, mucho peor que los demás. Presentan una sobreexcitabilidad que les hace muy sensibles.

Piensa rápido

El niño con altas capacidades piensa más rápido y obtiene conclusiones sin apenas análisis. "La inteligencia es equiparable a la velocidad de pensamiento. Disponen de un cerebro que procesa más rápidamente la información, que posee mayor capacidad de almacenamiento y mayor memoria. Por tanto estos aspectos les permiten llegar más rápidamente a conclusiones con pocos datos. "Conclusiones, dice la experta, en su mayor parte acertadas pero no siempre podemos explicar". Otro rasgo que identifica a las personas con altas capacidades es la alta exigencia y sentido de la lógica. "Los superdotados son muy exigentes con ellos mismos, hasta el punto de bloquearse en determinadas áreas".

La psicóloga puso como ejemplo un pensamiento típico de estas personas: "Como no soy bueno en el fútbol, ya no juego". Este nivel de exigencia "además de obstaculizar sus posibilidades, les genera estrés y ansiedad, algo que afecta a todas las áreas de su vida e incluso a su salud física".

Tienen también poca resistencia a la frustración: Cuando un superdotado fracasa a menudo abandona. Sus altas expectativas no les permiten enfrentarse a no ser buenos en algo, a tener que insistir una y otra vez para conseguir el objetivo, y prefieren abandonar".

Hiperactivos mentales

Son "hiperactivos mentales, su mente siempre está funcionando, proyectando y pensando". Y esta hiperactividad mental típica de los niños con altas capacidades, su alto nivel de exigencia y los problemas en las relaciones con los demás generan estrés".

La psicóloga deslizó algunos conceptos quizá menos conocidos. Por ejemplo, el hecho de que la mayoría de las personas con altas capacidades sean niños quizá no se deba a un sesgo de género, sino que entre las niñas el fenómeno esté infravalorado. De hecho, comentó, cuando le llega un niño con altas capacidades a la consulta siempre pregunta si tiene una hermana, porque posiblemente le pase lo mismo lo que pasa que nadie se ha dado cuenta.

La ayuda que se presta a estos niños desde la infancia va a conseguir adultos más realizados y felices. Porque los problemas de una persona con altas capacidades no se dan solo en el entorno escolar, también se van a trasladar al entorno laboral. Por eso es importante conocer y tratar bien a estos chavales, procurando una empatía que permita no sólo desarrollar su alto potencial intelectual, sino también potenciar aquellos aspectos donde presentan más carencias, como las relaciones sociales.

Suscríbete para seguir leyendo