La alimentación sostiene el peso de las relaciones comerciales de Zamora con el exterior

La provincia incrementó un 8% en 2023 sus ventas al extranjero mientras que las importaciones se elevaron un 29,7% durante el pasado ejercicio

Industria cárnica de la provincia.

Industria cárnica de la provincia. / Ical

Las exportaciones aumentaron en la provincia de Zamora un 8% durante el pasado año, alcanzando un valor de 351,4 millones de euros. Respecto a las importaciones, éstas se incrementaron un 29,7% respecto al ejercicio anterior, suponiendo un valor de 193,7 millones de euros.

Estos datos sitúan a Zamora en el puesto 50 del ranking nacional por sus ventas al extranjero y el número 52 en cuanto a sus compras, según indica el Observatorio de Comercio Exterior de Castilla y León llevado a cabo por el Servicio de Estudios Económicos del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora. En cuanto a la posición de la provincia en el conjunto regional, desde la misma se exporta el 2% del total y se importa el 1,3%.

La evolución del saldo comercial muestra un empeoramiento del mismo debido a la influencia de la realidad socioeconómica en la que "la demanda esperada por las empresas no es suficiente para incrementar la producción y, por tanto, la inversión", tal y como valora el director del Colegio, Juan Carlos De Margarida.

Asimismo, las relaciones comerciales están afectadas por "la carestía de la cesta de compra, debido a la inflación y el encarecimiento de los créditos por los todavía elevados tipos de interés que hacen que el consumo no tenga la fortaleza suficiente", añade el economista.

En cuanto a las empresas, en Zamora hay 498 industrias exportadoras dedicadas principalmente al sector de la alimentación, ya que el mayor volumen de productos que se comercializan son alimentos suponiendo un 73,2% del total de exportaciones, seguidas a gran distancia por las semimanufacturas (19,7%). La venta media de las industrias que venden al exterior es de 0,71 millones de euros.

El sector del automóvil destacó durante el año previo como el que mayor repunte tuvo en cuanto al comercio exterior, en contraste con el retroceso producido en el sector de bienes de consumo duradero. La relación entre el volumen exportado y el número de empresas revela que la venta media por empresa más elevada se realiza en los alimentos (0,98 millones de euros) y la más reducida, prácticamente irrelevante, en otras mercancías.

La debilitación de las exportaciones está a su vez marcada por la realidad geopolítica y económica de la Unión Europea, en donde "muchos países se encuentran con crecimiento nulo y algunos en recesión, lo que hace que importen menos productos y, por tanto, compren menos a España y a nuestra región", indica De Margarida.

Respecto a las empresas importadoras zamoranas se contabilizan 1.055 cuyas operaciones se concentran en la compra de alimentos (31,7%) y bienes de equipo (41,8%).

No obstante, 438 empresas zamoranas se centraron en la adquisición de bienes de equipo, cantidad muy superior a las 12 que compraron productos energéticos fuera de las fronteras nacionales. De media, cada compañía adquirió productos foráneos por valor de 0,18 millones de euros el pasado año.

Principales países

En cuanto al destino de las exportaciones, la mayoría se dirigieron a Europa (81,7%) concentrándose en un número reducido de países entre los que sobresale Portugal. Le siguen Países Bajos, Francia, Italia y Reino Unido. Como curiosidad, durante el año 2023 se incrementaron las exportaciones dirigidas a Chile, retrocediendo las que tenían destino a Francia, Estados Unidos y Polonia.

Las importaciones zamoranas proceden en su mayor parte de Portugal, China, Países Bajos, Francia y Alemania.

Los datos de compras y ventas al exterior por tipo de productos arrojan así un saldo positivo en alimentos, bienes de equipo, el sector del automóvil y bienes de consumo duradero.

El hecho que la mayor parte de operaciones se lleven a cabo con países europeos menos expuestos a determinadas amenazas comerciales, otorga una cierta ventaja a la región ya que se tiene un "comercio estable y sin grandes sobresaltos", apunta el economista.

Perspectivas económicas

La solidez de la economía europea frente a otras muy dependientes de países en conflicto ofrecen un cierto optimismo en las perspectivas económicas para este año 2024 de las relaciones comerciales de Zamora con el exterior. De este modo, la caída del comercio exterior será leve y contenida hasta el tercer trimestre mientras que "los indicadores sugieren que la economía crecerá a partir de septiembre y tendrá un formato de V", tal y como anuncia el director del Servicio de Estudios Económicos, Juan Carlos De Margarida.

Crecimiento que dependerá de la estabilidad del comercio a nivel mundial por lo que es importante que las empresas locales reduzcan "la excesiva dependencia de suministros en determinadas zonas geográficas", además de "volver a localizar las empresas en el ámbito de la Unión Europea para garantizar la autosuficiencia de materias primas, bienes y servicios", advierte De Margarida.

El director del Colegio de Economistas apunta también a la influencia de varios factores para lograra que el crecimiento de la economía se incremente. En concreto, señala a la necesidad de que el conflicto de Oriente Medio no conlleve el incremento del precio del petróleo lo que tendría un "efecto directo de aumento de la inflación a nivel mundial provocando una gran inestabilidad económica, en unos momentos en donde la Unión Europea se encuentra con un crecimiento económico plano y rozando la recesión en las economías de algunos de sus miembros".

Por tanto, la mejora de las relaciones comerciales con el exterior de la provincia zamorana y del conjunto de la comunidad de Castilla y León dependerán de varias causas, entre las que se encuentra en primer lugar la estabilidad del comercio a nivel mundial por lo que estaría condicionada a que "las tensiones geopolíticas y la incertidumbre política no limiten el alcance de la recuperación del comercio de la región", señalan los expertos.

Asimismo, se prevé una disminución del precio del dinero, que pasará del 4,5% a estar por debajo del 3%, así como una inflación que se moderará aunque "muy lentamente", con la previsión de finalizar el año en una inflación cercana al 2,5%.

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