Procesión del Espíritu Santo: estación en la Catedral

La Hermandad del Santísimo Cristo del Espíritu Santo cumple los 50 años del acto de Proclamación de la Pasión, pero no del desfile, suspendido dos ediciones por la pandemia

Procesión del Espíritu Santo.

Procesión del Espíritu Santo. / José Luis Fernández

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

La Hermandad del Cristo del Espíritu Santo atravesó la puerta de la Misericordia para penetrar en la Catedral y rezar una oración frente a Nuestra Señora de la Majestad, conocida popularmente como la Virgen de la Calva. Era la manera de conmemorar el 50 aniversario de la Proclamación de la Pasión, que hubiera coincidido con el 50 desfile procesional de no ser por los dos años de pandemia en que hubo la primera pero no el segundo. La estación, parecida a la realizada en 2016 con motivo del Año Jubilar de la Misericordia (aunque esa vez frente al Cristo de las Injurias) dio paso al acto de Proclamación de La Pasión, que termina con el "Christus factus est".

Estación en la Catedral

Estación en la Catedral / Carlos Gil Andrés

Si la entrada en la Catedral es un evento que rara vez se da en la cofradía, este Viernes de Dolores se produjo otro acontecimiento que nunca se había producido, la participación de mujeres, dando voz a las introducciones y la narración evangélica.

Estación en la Catedral

Estación en la Catedral / Carlos Gil Andrés

Todo eso ocurrió después de que a las diez de la noche, como siempre, partiera de la iglesia del Espíritu Santo la procesión de los "monjes". Este año se prohibió el aparcamiento calle arriba, pero no porque se necesitara para facilitar la salida procesional, sino por un asunto de fluidez del tráfico.

Porque los hermanos salieron como siempre, de la iglesia, perfectamente formados ante una muchedumbre ávida de procesiones de Semana Santa, en una noche agradable.

Estación en la Catedral

Estación en la Catedral / Carlos Gil Andrés

Los hermanos, a voluntad, utilizaron el sobre de caridad que permite poner un donativo para apoyar la labor social de la hermandad, una iniciativa que comenzó hace una década y aún continúa.

Estación en la Catedral

Estación en la Catedral / Carlos Gil Andrés

Perfectamente ordenadas las filas, sandalia franciscana o pie desnudo, fueron iniciando el camino arropados por el sonido de las carracas, el tañido del Campanil y el aroma del incienso.

Estación en la Catedral

Estación en la Catedral / Carlos Gil Andrés

Casi al final, el Cristo, la sencilla figura que cargan a hombros los hermanos de paso con el rítmico sonido de los tambores destemplados, lucía especialmente, tras ser sometido a una restauración. Desde su aparición, la vieja talla ha pasado varias veces por el "quirófano" para resolver sus achaques y ésta última ha permitido limpiar y consolidar su color natural, además de reponer algunos clavos de la corona. Se trata de un Cristo del último tercio del siglo XIII que llama la atención precisamente por eso, por su autenticidad y antigüedad.

Estación en la Catedral

Estación en la Catedral / Carlos Gil Andrés

Sobre las andas del Cristo, junto a la calavera de Adán iba colocada la medalla de la Hermandad Penitencial de Jesús Coronado de Espinas de La Roda (Albacete). Es la misma medalla que portan los nazarenos de esta cofradía en sus cultos y procesión, réplica del crucifijo que remataba la férula papal de San Pablo VI. Era uno de los gestos del hermanamiento que iniciaron el pasado año ambas hermandades.

Estación en la Catedral

Estación en la Catedral / Carlos Gil Andrés

Y especial significación tenía también en el desfile de este año la cruz de Penitencia que cierra el desfile. Y que es obra de Ricardo Flecha el escultor que era, además, hermano del Espíritu Santo. Estrenada en 1991, se trata de una cruz de madera carcomida, armada con una cruceta de hierro, como corresponde a un desfile humilde y austero. El nombre de Flecha y del resto de fallecidos de la hermandad, figuraba en una de las velas del Cristo y por todos ellos se aplicó la función principal.

De todas estas novedades fueron conscientes los miles de zamoranos que salieron a las calles para ver a hermanos y enseres y escuchar carracas y coro poner la nota de especial sentimiento a la noche.

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