Inflación, uno de los términos más acuñados durante el año

La economía ha sido una de las grandes protagonistas del 2022, expresiones como inflación o reduflación copaban las conversaciones de los zamoranos, los carros de los supermercados eran sustituidos por cestas y llenar el depósito de gasolina hacía temblar los bolsillos de todos los ciudadanos

Un hombre en un supermercado

Un hombre en un supermercado / Emilio Fraile

S. P. F.

Pocas palabras se han repetido más durante 2022 que “inflación”, un concepto que recorre el vocabulario de la población cada vez que se entra en un periodo de crisis económico.

El año empezaba con unos precios que comenzaban a estar al alza, con las últimas facturas de la luz llegando a máximos históricos y poniendo sobre aviso a la sociedad. Con el detonante de la guerra en Ucrania la situación se agravó, el precio de los combustibles entró en competencia con el de la luz, dejando ver cifras que doblaban a las anteriores. Lo mismo sucedía con los alimentos, con el cereal por las nubes otros muchos productos se encarecían.

Poco a poco se empezó a notar como los productos de los mercados y supermercados iban en ascenso, provocando que los compradores cambiaran el carro por la cesta de la compra.

El IPC ocupaba portadas y abría los informativos, como un indicador de que la situación empeoraba. Las familias se veían en serias dificultades para llegar a fin de mes y surgían las polémicas cestas de alimentos con precios reducidos.

Al mismo tiempo, las empresas veían mermados sus márgenes de beneficios y volvían a acuñarse términos como “reduflación”, el fenómeno por el que el consumidor compra un producto al mismo precio pero con una menor cantidad del mismo.

Durante el verano el encarecimiento de la vida alcanzaba el 11,9% internaual, tras “superar todas las expectativas”, con 0,3 puntos por encima de la media autonómica y 1,4 por delante del promedio nacional, que se percibía especialmente en los costes de los alimentos, los consumos y los combustibles.

Inflación, uno de los términos más acuñados durante el año

Un hombre comprando en un supermercado de Zamora y un hombre repostando en una gasolinera | Emilio Fraile / S. P. F.

Los economistas hablaban de una recesión próxima de consecuencias apocalípticas, advirtiendo de un invierno que podría desembocar en una desestabilización política y social. La pérdida de poder adquisitivo de los zamoranos hacía sonar las alarmas y el pronóstico empeoraba. Con la llegada de noviembre, la inflación continuaba al alza, con una cesta de la compra un 8,2% más cara que el año anterior, mientras que la del país lo era un 7,3%.

La precariedad laboral y los precios generaban una disminución de los ahorros, a lo que se sumaba el encarecimiento de las hipotecas y con la mirada puesta en los recortes del gas ruso, que marcarían la economía de la provincia.

Con la llegada del invierno, pese a que el IPC se moderaba durante los meses anteriores, se cernía sobre los hogares la imposibilidad de poner la calefacción ante el elevado coste que supone. Situación a la que se añadía la llegada de las compras navideñas, que entre alimentos y regalos, suponen un gasto sustancial.

Así, los hábitos de compra cambiaban, los zamoranos adelantaban sus compras ante el temor a una subida de precios con la cercanía de las celebraciones y en las mesas donde antes había asados y mariscos, se programaban otras recetas más económicas a base de congelados y platos preparados.

Las previsiones para el próximo año son dispares, aunque los expertos coinciden en que los próximos meses serán clave para definir la economía de la provincia.