Opinión

Los malos, los buenos, y los niños de la Semana Santa de Zamora

No todos los niños son seráficos, y si no prueben a imaginarse a Hitler de pequeño

La Borriquita: Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén

La Borriquita: Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén / E. F. / Archivo

Estamos acostumbrados a dividir a los personajes de la Semana Santa en dos grupos: el de los buenos y el de los malos. No haría falta enumerarlos, ya que los unos y los otros están en la mente de todos. Podrían sintetizarse diciendo que Jesús de Nazaret, las Tres Marías y los Apóstoles son los buenos, y los sayones, judíos y romanos los malos. Todos ellos mayores de edad. Pero ¿qué pasa con los menores, con los niños?

Si te pones a recordar las numerosas figuras de los "pasos" zamoranos, a primera vista no recuerdas ninguna que llegue a representar a un niño, ni siquiera a un menor de edad. Claro que, si te esfuerzas un poco y escarbas en la memoria, reparas en que, al menos, existen dos de ellas. Quizás la más popular sea la de "El Niño de los clavos". Ese infante que porta un cesto con los clavos y las tenazas que van a ser usados en la crucifixión. Ese que tiene apoyado sobre su hombro derecho un enorme mazo. Tal figura fue creada por el insigne Don Ramón (Don Ramón Álvarez, naturalmente) en 1895. Forma parte del "paso" de "La Caída" (compuesta por siete personajes) .Y aunque el niño forme parte del séquito que va a crucificar a Jesús, luce un gesto afable, casi angelical, como si se tratara de un querubín o algo por el estilo. Quizás Don Ramón no se atrevió a darle una expresión de fiereza o de mala leche, y aprovechó la ocasión para resaltar la singular inocencia que suele primar en la gente menuda. Pero no todos los niños son seráficos, y si no prueben a imaginarse a Hitler de pequeño. "El niño de los clavos" forma parte de la cofradía de "Jesús Nazareno, Vulgo Congregación", la más numerosa de la Semana Santa zamorana, ya que cuenta con 12.000 penitentes, de los que 7.500 son varones.

Otra figura de un menor que podemos encontrar en Zamora, es la de un criado adolescente, (la única de raza negra que forma parte de la Semana de Pasión). Agachado, ofrece a Pilatos una jofaina con agua y una toalla, para que el pretor romano de la provincia de Judea pueda lavarse las manos, dejando patente que no tiene nada que ver con la sentencia que acaba de pronunciar, condenando a Jesús al martirio y a la crucifixión. Ese adolescente, no es sino una prolongación de Poncio Pilatos, quien, por diversas razones, ha pasado a la historia como un símbolo de la vileza, así como un individuo entregado sin límites a los intereses de la política.

Esta figura, la del criado, al igual que las del resto del grupo escultórico del que forma parte, es obra del gaditano Ramón Núñez, aventajado alumno de Don Ramón Álvarez. (Permítaseme que a este Ramón le coloque siempre el Don delante). "Paso" estrenado en 1926 con el nombre de "La Sentencia" y compuesto por cinco figuras. Como curiosidad, añadir que Núñez ejerció como escultor anatómico en la facultad de Medicina de Santiago de Compostela.

Pero, aunque sean éstos los primeros niños que te vienen a la memoria, en realidad existen otros tres que aparecen en el "paso" de "La Borriquita" (grupo compuesto por nueve figuras), obra de 1950 realizada por Florentino Trapero. Estos niños sí tienen motivos para ofrecer una expresión de amabilidad ya que participan en el recibimiento al Mesías en Jerusalén. Uno de los niños va en brazos de una mujer y los otros dos juegan con un pollino, en la parte posterior de la peana.

No recuerdo ya ningún otro niño o menor de edad que aparezca en nuestra Semana Santa, a pesar de la gran variedad de personajes con los que cuenta este acontecimiento. Quizás sea porque no llegó nunca a haber ninguno que participara activamente en la Pasión de Cristo. De haberlo habido, es de suponer que alguno se habría reproducido. Máxime, teniendo en cuenta el elevado número de personajes que forman parte de los desfiles procesionales. Ciento cincuenta con solo tener en cuenta los exhibidos en el Museo de Semana santa, repartidos entre treinta y seis "pasos". Una media de cuatro figuras por “mesa”.

De hecho, hay "pasos" con muchas figuras, siendo el de "La Santa Cena", con catorce personajes, el que más llega a tener. Le siguen, "La crucifixión", y "La Borriquita", con nueve figuras . Y "La elevación de la Cruz", "La lanzada", "El descendido" y "Conducción al Sepulcro", con ocho.

En cualquier caso, siempre puede quedar la duda sobre si intervino o no algún niño, en algún momento de la Pasión, ya que el amor de Jesús hacia los pequeños es citado de manera explícita en el evangelio de Mateo: "Dejad que los niños se acerquen a mí, porque de ellos es el reino de los cielos". Aclarar esta duda corresponde a aquellos que dominan con autoridad los detalles de esta gran historia.

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