El Balonmano Zamora Enamora cae ante un Balonmano Burgos más eficaz impulsado por Lloria

El Balonmano Zamora Enamora salió derrotado de El Plantío al ceder ante el BM Burgos en un choque que arrancó como un tiro, dando un golpe en la mesa y superando claramente a uno de los candidatos al ascenso. Un ejemplo de garra que no pudo continuar tras el descanso, al toparse tanto con el meta local Lloria como con su propio cansancio para caer 27-23 al término del envite.

El equipo de Soto arrancó con firmeza en El Plantío. No solo en defensa, donde se mostró rocoso e impidió a BM Burgos tiros cómodos, también con un ataque que daba frutos y le permitía ponerse por delante en el intercambio de goles que tuvo lugar durante los primeros minutos.

Cubillas, con un tanto desde la esquina y uno desde los siete metros, era el estilete del plantel pistacho que se aprovechaba de la movilidad de Guille para llevar la delantera ante los locales (3-4, m. 5). Un buen hacer que se vio potenciado por la primera exclusión burgalesa, permitiendo a los de Soto ampliar su diferencia con un extraordinario Forlino (3-6) antes de verse el duelo interrumpido por la lesión del extremo izquierdo local.

Pese al parón, el colista siguió a lo suyo. Iago Costas y Guille se marcaban dos grandes jugadas para poner cinco tantos de ventaja y forzar el tiempo muerto del bloque local (3-8, m. 8). Receso tras el que llegó la primera exclusión zamorana, señalada sobre Fernando, dando aire al cuadro de Burgos con un 0-2 de parcial que igualaba la partida.

Con todos en pista de nuevo, el Balonmano Zamora Enamora volvió a ver puerta. Costas y Felipe subían la ventaja pistacho a seis goles, pero dos errores y la primera exclusión de Peinado ponían en aprietos al colista. SIn embargo, su reacción fue notable y mantuvo su renta gracias a las paradas de su guardameta (7-12, m. 20).

En la recta final de la primera parte, el cuado de Diego Soto acusó el esfuerzo realizado y comenzó a encontrarse más con un Lloria inspirado bajo la portería local. Sus actuaciones dejaron sin anotar a los zamoranos durante diez minutos, aunque por fortuna enfrente Forlino mantenía su alto nivel y dejaba al Balonmano Zamora Enamora por delante al descanso (10-12).

Un segundo tiempo con demasiados errores

La segunda mitad arrancó con un intercambio de goles y paradas que mantuvieron las diferencias en el marcador. El partido estaba muy igualado y parecía entrar en una nueva fase. Así fue, el cuadro pistacho cometió dos fallos consecutivos en ataque y el luminoso ya reflejaba un empate a 14 goles.

Lloria mantenía su buen hacer y BM Burgos, además de ponerse por delante, lograba sacar dos minutos de la pista a Guiller. El Balonmano Zamora Enamora necesitaba volver a su mejor versión, pero al menos igualaba números con su oponente gracias a la exclusión del expistacho Jaime y se mantenía en el partido. Eso sí, Forlino quedaba fuera de combate y el meta local detenía dos siete metros para agrandar la ventaja burgalesa tras diez minutos de segundo acto (18-15).

Los zamoranos no iban a tirar la toalla y trataron de dar un paso a nivel ofensivo. Sin embargo, el cuadro de Viriato no era nada fluido en campo rival. De hecho, pese a gozar de una nueva superioridad, la diferencia aumentó en favor de un BM Burgos que aprovechó cada pérdida visitante y obligaba a Diego Soto a parar el partido con 21-17 en contra.

El parón permitió al bloque zamorano coger fuerzas y firmar un parcial de 0-2, obligando a su oponente a detener el duelo también. Una interrupción tras la que la contienda se reanudó con imprecisiones en ambos bandos y un gol por equipo que mantenía la tensión en El Plantío (22-20, m. 51).

Lloria, con una doble parada, evitaba el colapso local tras quedarse su equipo con un hombre menos y obligaba al colista a dar el 200% si quería sumar con un parcial de 2-0. Un golpe que no tuvo respuesta, ya que el Balonmano Zamora Enamora se precipitó y eso solo llevó a que su rival asentara su renta.

El Balonmano Zamora Enamora nunca bajó los brazos y persiguió los puntos hasta el final, pero sus cambios tácticos no surtieron efecto y la falta de puntería en sus acciones le condenaron a la derrota.

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