Fútbol Sala | Segunda División

La Rosaleda decidirá el futuro del Atlético Benavente

El equipo blanquiazul ya se entrena con normalidad en la nueva pista en la que jugará este sábado frente al Leganés FS

Panorámica del pabellón de La Rosaleda, ayer. | Cedida

Panorámica del pabellón de La Rosaleda, ayer. | Cedida / Paz Fernández

Paz Fernández

Paz Fernández

15 puntos en juego y a seis de la permanencia. La situación del Atlético Benavente Caja Rural es crítica a estas alturas de competición, pero el club ya ha visto cumplido su primer "sueño" de las últimas semanas y es que su futuro, el que tenga que ser, se decida en su casa, en La Rosaleda, y frente a su fiel afición, que se ha visto obliga a desplazarse hasta en cuatro ocasiones a Zamora capital, al Ángel Nieto, para disfrutar de los suyos.

Ya hace días que el Ayuntamiento benaventano dio por finalizada la primera fase de las obras en el pabellón y este sábado se estrenará de forma oficial, aunque es cierto que la plantilla ya lleva algunas sesiones de trabajo en la nueva pista, el firme por el que pasa su salvación en la Segunda División de Futsal. Las obras también han supuesto aseos nuevos, y se espera en la segunda fase ampliar el graderío en trescientas localidades y la construcción de una nueva salida de emergencia, con acceso para personas con movilidad reducida.

En el plano deportivo, y aunque no dependen de sí mismos para conseguir el propósito marcado en una temporada bastante nefasta, quien más y quien menos hace cuentas de lo que es necesario para mantener una categoría a la que costó mucho llegar y la que nadie quiere renunciar.

A pesar de tener que estar a expensas de terceros y de haber dejado escapar oportunidades de oro para acortar distancias, en el club confían en el milagro, aunque saben que un paso ineludible será ganar, como mínimo, los tres partidos que quedan en casa.

Todo pasa por el feudo propio

En un horario poco habitual para ser en feudo propio, a las 16.00 horas según marca la página de la LNFS, el equipo recibirá este sábado al Leganés FS, plantel que, aunque está dos puestos por encima del descenso, todavía no está salvado y llegará a Benavente dispuesto a todo.

El triunfo ante el cuadro madrileño es irrenunciable para después visitar a Burela y recibir al Barcelona B, que, aunque suena complicadísimo, ya se le ganó el curso pasado. El último desplazamiento de la campaña 22-23, y se espera que con opciones, será en Zaragoza, para llegar al fin de fiesta en casa ante Peñíscola que es probable que a esas alturas no se juegue nada. Las cuentas están expuestas y, aunque es complicado, en la entidad no se rinden y recuerdan su lema de que "a veces los sueños se cumplen".