Fútbol Sala | Segunda División | Charlie Jugador y capitán del Atlético Benavente

Charlie, jugador y capitán del Atlético Benavente: «Me niego a pensar que vamos a descender»

«A la afición solo puedo darle las gracias porque ha cumplido, ha estado por encima de los jugadores»

Charlie, en plena celebración con el Atlético Benavente | A. B.

Charlie, en plena celebración con el Atlético Benavente | A. B. / Paz Fernández

Paz Fernández

Paz Fernández

A nadie que siga mínimamente la actualidad del Atlético Benavente se le escapa el papel tan importante que Carlos Muñiz tiene en el equipo blanquiazul. Conocido por todos como Charlie, el jugador no es solo el capitán de la nave sino un símbolo en la localidad con una trayectoria deportiva que lo avala. Este año, como al resto de compañeros de vestuario y componentes del club, le está tocando lidiar con la parte más dura del deporte, la lucha por una permanencia que ahora mismo, a falta de media docena de partidos, tienen a seis puntos. No es fácil, pero rendirse no es una opción ahora mismo para este jugador que, aun consciente de las dificultades, está dispuesto a intentar todo hasta el final.

–Quedan seis partidos de Liga, ¿cómo ve la situación y las opciones de salvación?

–Los números están ahí y quedan 18 puntos. Estamos a 6 del objetivo, y tenemos el golaveraje ganado a Martorell, que es ahora mismo nuestro verdadero rival porque Leganés ya se fue a 9, pero está muy complicado. Ellos tienen ahora dos partidos contra Valle y Canarias, que son los dos últimos en la clasificación. De todos modos, aunque no ganen los demás, como no ganemos nosotros va a ser muy complicado. Hemos tenido varias oportunidades de acercarnos y en partidos clave hemos fallado.

–Hablaba con un compañero suyo antes del partido frente al Betis B y me decía que, si ganaban en el Ángel Nieto, y después a Ceuta, se podía llegar al choque ante Leganés con todas las opciones, pero no se pudo. ¿Cómo se pierde un partido que fueron ganando 4-0?

–Íbamos ganando 4-0 y Leganés perdiendo 4-0, parecía que todo estaba de cara, y al final Leganés remontó con tres goles en los últimos 30 segundos para ganar 5-6, y a nosotros nos metieron 6 goles con portero-jugador en 9 minutos. Ahí está la diferencia. Son partidos a vida o muerte que te pones 4-0 y no puedes dejarte remontar. Es complicado de explicar porque yo estaba ahí en pista y me sentí superado por todos los lados.

–¿Qué ha pasado esta temporada? Parece increíble que hace un año se acariciaba el sueño de ascender a Primera y este nada sale.

–Ni los más pesimistas ni los que nos quieren mal hubieran elegido esta temporada. Al final es un cúmulo de muchas circunstancias, tanto deportivas como extradeportivas. Llevamos todo el año con infinidad de problemas, cosas dentro y fuera de la pista, jugadores que se van, otros que vienen… Podríamos escribir un libro de todo lo que ha pasado. Pero también, lo que decía antes, en los momentos importantes el equipo no está cumpliendo, no está dando la cara y te encuentras a falta de seis jornadas a seis puntos de la salvación.

–En noviembre se vivió una revolución en el club. Se dio la baja a cinco jugadores, aunque destacaron las de Novoa y Malaguti. ¿Se les ha echado en falta?

–Está claro. Al final son jugadores, y hablo de Novoa y Malaguti, que llevaban muchos años con nosotros, conocen la casa, y son importantes, lo están demostrando fuera. Pero son decisiones que se toman desde dentro del club, con el cuerpo técnico, y nosotros estamos para jugar. No son bajas solo deportivas, sino también extradeportivas que hacen daño y afectan al vestuario y a la afición.

–La situación es verdad que es muy complicada, ¿qué se le puede decir a la afición? Ojalá se puedan reencontrarse con ella en La Rosaleda el 15 de abril.

–Respecto a La Rosaleda creo que esta vez sí va la vencida, aunque yo hasta que no me vea allí entrenando no voy a decir nada. Llevamos desde diciembre pensando que el siguiente partido sí, y llevamos en Zamora cuatro jornadas. Ese es otro lastre, a mayores de todos los problemas que hemos tenido internos. Estoy convencido de que en La Rosaleda, alguno de los partidos que se nos han escapado en Zamora, los hubiéramos ganado. A la gente solo puedo darle las gracias porque ellos han cumplido, han seguido yendo a Zamora durante cuatro semanas con el gasto de desplazamiento que no tenían porqué asumir. La afición ha estado por encima de los jugadores.

–¿Qué mensaje les puede mandar?

–Me niego a pensar que vamos a descender, para eso soy muy optimista. Hay que ser realistas, y sé que es complicado, pero me niego a pensar que vamos a bajar hasta que los resultados nos den matemáticamente por descendidos. Vamos a luchar. El equipo no ha bajado los brazos, está con vida. Necesitamos el partido, que parecía que iba a ser este de Betis, que nos dé confianza porque ese es uno de los problemas del equipo, la falta de confianza. El otro día demostramos durante 30 minutos que el equipo compite, no se deja llevar y estamos con vida. Quizá pueda ser el partido de Ceuta el que nos dé ese cambio de mentalidad, ojalá, pero nosotros no nos vamos a rendir.

Llevo desde diciembre con una rotura en el tendón rotuliano y pinchándome cada lunes"

–A título personal, ¿cómo es su situación? Juega por afición en «su» equipo.

–Llevo desde diciembre con una rotura en el tendón rotuliano y pinchándome cada lunes. Para recuperarme necesitaría parar un mes, y es otra cosa que no ayuda porque estoy entrenando y jugando con dolores, y asumiendo más minutos de los que debería.

–¿Tiene planes para la próxima temporada?

–Vamos a acabar este año. Mi idea es jugar, pero vamos a ver cómo acaba el año porque ya tengo muchos años, la familia ya me exige más tiempo… pero tengo mucha ilusión por jugar, acabar la temporada en las mejores condiciones posibles y en verano ya veremos cuál es la idea del club y cómo se presentan los acontecimientos. Mi cabeza no está en la temporada que viene sino en salvar esta.

–Es el líder del equipo, un símbolo para la afición.

–Yo soy consciente, y por eso fuerzo semana tras semanas para poder estar en la pista. Dentro del campo ya no puedo jugar tantos minutos, y no estoy en un momento de forma óptimo, pero mi compromiso con el club es máximo, eso está claro.