Entrevista | Esmeralda Folgado Artesana de la lana

"La lana en España es un residuo, no hay ningún productor solo de ello en el país"

"Antiguamente el agua del primer lavado del vellón no iba al río porque sabían que lo contaminaba, esta se entrega a tierra como fertilizante"

Esmeralda Folgado, artesana de Lana&Candil, trabaja con la lana. | Carlos Hernández Foto

Esmeralda Folgado, artesana de Lana&Candil, trabaja con la lana. | Carlos Hernández Foto

Esmeralda Folgado es una de las artesanas que enseñará a trabajar la lana el próximo domingo en Porto, el municipio que acoge por segundo año consecutivo los actos de celebración del Día Europeo de la Lana. Entre vellones y mandiles barrendos, Folgado descubrirá las técnicas tradicionales que también enseña en sus talleres de Lana&Candil, un nombre que nace como homenaje "a las historias que se iban hilando a la luz del candil", relata esta artesana cuyo proyecto se basa "en la recuperación de las labores de la lana y la voz de las abuelas y abuelos que me contaron cuentos".

–En los talleres por el Día Europeo de la Lana utilizarán únicamente lana leonesa, un detalle en el que han insistido, ¿hay tanta diferencia entre el producto local y el importado?

–Primero hay una diferencia en el precio, pero sobre todo hay diferencia de calidad. Las lanas que vienen de fuera, más baratas, suelen tener las fibras quemadas. La lana es un producto natural, por lo que la calidad de la lana se ve afectada por cómo se ha alimentado la oveja, si ha tenido un parto múltiple, si ha habido sequía... todo eso afecta a la lana.

–¿El producto nacional es garantía de mayor calidad?

–Las producciones españolas seleccionan mucho la lana que quieren, recogen la mejor y también son las que pagan más al productor, por eso se quedan con la mejor lana.

–¿Existen ovejas dedicadas solo a la producción de lana?

No, las merinas se crían para carne y leche. La lana en España es un residuo, no hay ningún productor exclusivo de lana en todo el país, porque no hay ayudas. Yo trabajo mucho con castellana, que en Aliste hay mucha, que es del capaje de la merina y tiene muy buena calidad.

–A pesar de que es un residuo y que los ganaderos no reciben a penas dinero, es cara y poco común en las estanterías.

–Dentro de toda la industria la textil es la segunda más contaminante detrás de los carburantes. Dentro de la industria textil, los procesos de fabricación con lana son los más contaminantes por los residuos que genera, como la lanolina. A nivel europeo cada vez son más estrictos, como tiene que ser, a la hora del tratamiento de residuos, por tanto los lavaderos en España no han resistido esta presión que se hace desde la administración.

–¿Cuáles son esas exigencias?

–Aumenta el coste del tratamiento, por lo que tiene que aumentar el coste de la lana, ¿qué pasa?, vienen lanas de otras zonas del mundo donde no tienen estas medidas y no podemos competir.

–Sobre algo que vais a explicar en las jornadas, el proceso de elaboración de la lana ¿es muy complicado de manera artesanal?

–Es más complicado el trabajo del lino. En Aliste también hay mucho, mi abuela hacía mucha indumentaria de lana y lino, como el mandil barrendo o de picote.

–¿Y ese nombre?

Este mandil se le llama barrendo porque se hace con lo que sobra del telar cuando se cortan los sobrantes. Todo eso caía al suelo, se barría, y se utilizaba para paños como el mandil de diario. Aunque ahora nos lo pongamos de fiesta para bailar, el mandil barrendo era el de diario, por eso yo me lo pongo para trabajar, como mi abuela.

–Volvamos al proceso de elaboración de la lana, ¿por dónde se empieza?

–Lo primero es cómo se esquila. No vale cualquier forma, si se cuida la lana desde la esquila ya no va tan sucia. Es tan sencillo como esquilar en una plataforma y no esquilar en el suelo, porque la oveja al esquilar suda y se ensucia más con el barro. Tampoco hay que arratarla ni ponerle atabijos, porque si tienes un buen manejo del animal a la hora de la esquila va a sudar menos.

–Y de ahí se obtiene el vellón.

–Ese vellón hay que sortearlo, es cuando se le quitan las partes más sucias que son las patas y la zona de la cabeza y te quedas con la cruz, que es la parte de arriba que es la mejor lana.

–Luego llega el lavado, la parte más contaminante de la lana, ¿cómo se hacía para reciclar este residuo?

–Antiguamente el agua de este primer lavado no la echaban al río porque ellas sabían que lo contaminaba. Ponían el vellón en agua templada porque la lana no puede sufrir cambios bruscos de temperatura, si no la fieltras, como cuando metes un jersey en la lavadora y sale enano.

–¿Qué se hacía tradicionalmente con esa agua?

–El agua se entrega a tierra, donde es un fertilizante. Claro, esto es cuando lo haces a pequeña escala, en los grandes lavaderos sí se contaminaría. Después del primer lavado ya se lavaría en el río, aunque en otras zonas del mundo, como México, hilan sin lavar, pero en Aliste al menos mi tía me explicó que así es como se hacía.

–Su proyecto personal, Lana&Candil, nace directamente de la lana y los filandares.

–El filandar o hilandar es durante las tardes y noches en invierno. Se juntaban en una casa, de ese modo ahorraban leña, combustible para el candil y se hacía el trabajo más llevadero. De ahí nace mi nombre como Lana&Candil, de las historias que se iban hilando a la luz del candil, pues mi proyecto se basa en la recuperación y mantenimiento del saber artesanal de las labores de la lana y en mantenimiento de la voz de las abuelas y abuelos que me contaron cuentos.

–¿Qué pasos siguen tras el lavado?

–Después se varean, hay zonas donde no. Antes del cardado hay que escarmenarla, después se carda, aunque mi tía no lo hacía, vareaba muy bien la lana y luego la abre y hace el copo que es lo que se pone en el rodete, que es lo que se pone aquí en el rodete de la rueca de pastora.

–El huso tradicional de Zamora tenía una función.

–Las mujeres en Aliste, Sanabria y Sayago hilan con esta rueca. Se puede hilar sin rueca. Pero el llevar la rueca les facilitaba el poder utilizar las dos manos, poder ir encima de la burra o de pastoreo y poder ir hilando. Eran trabajos que hacían mientras hacían otro trabajo o durante la noche en los filandares o en los seranos de tarde. Una vez hecho el copo ya se hila, después tienes que juntar dos hilos y hacer la torcedura, ahí ya puedes tejer en telar o puede ir tejido con aguja.

–Usted ha centrado su vida profesional en la lana.

–Yo no vivo de la artesanía, sobre todo hago talleres. Soy maestra de formación y creo que soy buena comunicadora. Pero en la artesanía tengo una capacidad de producción muy limitada.

–¿Qué piezas además de prendas pueden realizarse con lana?

–El jabón fieltrado. Se necesita una lana muy bien higienizada, yo la compro porque no me vale la que yo lavo, tiene que tener unos estándares. Se envuelve el jabón en un en un trocito de lana y se le da agua caliente y fricción para convertir esa lana sobre el jabón en una esponja. El jabón va filtrando desde dentro, por lo que dura el doble y tienes la esponja y el jabón integrado. Además añades las propiedades de la lana que es bactericida y aunque lo dejes húmedo no se pone feo.

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