Nadie quiere cardar esta lana

Ganaderos zamoranos participan en un proyecto para comercializar la fibra natural, hoy considerada un subproducto sin valor

Selección de lana de ovejas de raza castellana en la explotación de Juan Antonio García

Selección de lana de ovejas de raza castellana en la explotación de Juan Antonio García / Cedida

Harto de malvender la lana, cuando no directamente tener que regalarla, el ganadero Juan Antonio García decidió explorar las posibilidades de dar valor a la fibra natural que se obtiene de las ovejas. Criador de raza castellana había metido algunos ejemplares de merina en la explotación comprobando que ni siquiera esa lana, tan preciada en el género textil, suscitaba interés ninguno.

Lo cierto es que la lana de merinas "no se diferenciaba mucho" de la de sus ovejas de raza autóctona. Y aún así, nadie la aprecia, empezando por los propios ganaderos para quienes no va más allá de un subproducto que no reporta nada.

Por qué no intentar terminar con esa desidia. Juan Antonio contactó con una pequeña factoría artesanal, DLana, y les llevó unas muestras extraídas de los vellones de sus ovejas. Se analizaron y, para sorpresa de todos, "era lana tan buena o de mejor calidad que la importada". Hoy esta firma artesanal madrileña ha abierto una línea de producción con lana de oveja castellana, caracterizada "por su calidez, esponjosidad y versatilidad en las agujas", destaca la propia empresa familiar.

El resultado abría la oportunidad de que la materia prima de las ovejas castellanas adquiriera una consideración hoy prácticamente perdida. Fue cuando Juan Antonio García planteó a su asociación ANCA (Asociación Nacional de Criadores de Raza Castellana, con sede en Zamora), la posibilidad de crear un grupo de selección de animales "para poder exigir precios mejores que los que nos están pagando por la lana y, desde luego, no regalarla" explica el productor.

Una de las presentaciones del proyecto Go Sebastiana

Una de las presentaciones del proyecto Go Sebastiana

Actualmente, en el mejor de los casos, un ganadero puede recibir entre 10 y 15 céntimos por el kilo de lana. Mucho menos que hace unos veinte años, cuando pudo llegar a pagarse un euro. Hoy las explotaciones no sacan ni para la esquila; hay quien opta por regalarla "con tal de quitarla de en medio. La lana ha pasado de ser un ingreso a un gasto" apunta ganadero segoviano, promotor del proyecto.

Juan Antonio García entona el "mea culpa", empezando por el propio sector y siguiendo por toda la cadena. "A diferencia de otros países, en España nunca nos hemos preocupado por la lana". Y todo ello a pesar de la fortaleza del ganado ovino en Castilla y León, y sobre todo en Zamora, primera productora.

"Increíblemente ahora mismo es un deshecho" valora la veterinaria María Concepción González, directora técnica de ANCA. "Toda esa poesía y romanticismo que rodea a la lana y a la mesta es una mentira. Llevamos 150 años sin hacer nada, se ha desmantelado toda la estructura. Se han cerrado lavaderos, secaderos, fábricas. Todo".

Selecciones de vellones de oveja castellana negra en la explotación de Juan Antonio García

Selecciones de vellones de oveja castellana negra en la explotación de Juan Antonio García

Los propios ganaderos "tiran la lana al compostaje. Hay montañas pudriéndose en las explotaciones, la gente está empezando a esparcirla poco a poco como abono. Un producto sobre el que se cantan tantas bondades, cuando la realidad es que se desprecia y encima tenemos que importarlo".

La grave crisis que atraviesa el sector abona el desinterés por el abrigo natural de las ovejas. "Todos los esquemas de selección se han ido a la leche o a la carne; la lana se ha abandonado, incluso la de la merina".

Un grupo de ganaderos, técnicos y artesanos quieren dar un giro a esta situación y es así como nace el proyecto Go Sebastiana. Un proyecto de innovación cuyo objetivo es implantar un modelo integral para la selección, clasificación y comercialización de lana, orientado al aumento de la competitividad y rentabilidad de pequeñas explotaciones de ovino.

Considerando los escasos márgenes de beneficio con los que trabaja el sector, se hace necesaria la implantación de soluciones para mejorar, valorar y clasificar la lana, dotando al ganadero de poder de negociación con terceros. Esta solución pasa por acortar los canales de comercialización de la lana, para lo que se plantea un centro de transformación de lana, su procesado y venta a nivel local, "en lugar de ser exportada y retornada a la península en forma de tejido, contribuyendo además a disminuir así la huella de carbono y a fijar población rural en el área de influencia".

Detalle de la lana de oveja de razas castellana

Detalle de la lana de oveja de razas castellana

El proyecto está subvencionado al 100 % con Fondos Next Generation y articulado a través del Programa Nacional de Desarrollo Rural y del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader). El montante total de la ayuda asciende a 566.298 y el presupuesto del proyecto a 711.862.

La agrupación está liderada por Ovigen (Centro de Selección y Mejora Genética de ovino y caprino de Castilla y León) y cuenta con 7 miembros: ANCA, un centro de transformación y preparación de las fibras de lana Ovintegral Iberia SL, una ganadería especializada en la raza castellana (El Navazo-Segovia), un centro privado de selección e inseminación Ovigen, el cual guarda y administra sementales de las principales razas de ovino que abarcan todo el territorio nacional, Genovis (especialista en genómica ovina), un artesano especializado en lana como es DLana y un Agente de Innovación especializado en el sector agroalimentario: Imasde.

El grupo operativo también cuenta con la contratación de especialistas en la transformación digital del entorno rural y el Instituto de Ganadería de Montaña-CSIC como centro de investigación especializado en ganadería.

Ovillos de lana de oveja castellana

Ovillos de lana de oveja castellana

Ocho ganaderías de raza castellana blanca y negra –entre ellas dos de la provincia de Zamora–, con 3.500 cabezas se han embarcado en el proyecto de implantación de un modelo integral para la selección, clasificación y comercialización de la lana. "Estamos viendo explotaciones y marcando las ovejas, a la vez que se realiza una formación con los ganaderos en tareas de clasificación previas a la esquila" precisa la directora técnica de ANCA.

"Con la crisis que atraviesa el sector, hay quien piensa que no está para plantearse la selección de la lana. Pero por algo hay que empezar, tenemos que valorarlo como un producto más de la explotación porque está comprobado que la lana de las ovejas castellanas tiene posibilidades en el mercado" defiende Juan Antonio García.

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