Cae la banda que robó en la quesería de San Martín de Tábara

Una banda de ciudadanos rumanos que han actuado en diferentes puntos del país podría ser la autora del robo en la quesería de San Martín de Tábara y otra empresa de construcción del mismo pueblo en la madrugada del 4 de diciembre.

Los presuntos autores, hasta el momento cuatro personas, ya han sido detenidos en Madrid por la Guardia Civil tras seguir la pista a varios robos con el mismo "modus operandi" y todos en pueblos de escasa población a lo largo y ancho de la geografía nacional.

Además de los dos robos en San Martín de Tábara, uno de ellos en la quesería El Beato de Tábara que los ladrones dejaron vacía de los quesos elaborados para surtir a los clientes durante dos meses entre ellos la campaña de Navidad, los miembros de la banda habrían protagonizado varios asaltos en negocios rurales de otras provincias de Castilla y León, Aragón o Andalucía.

En Valdenoceda, en la provincia de Burgos, los miembros de la banda sustrajeron un camión pequeño de Excavaciones Varona y dejaron vacía la quesería artesanal El Carluque, el valle de Valdivielso de Burgos. En este caso también son las únicas empresas junto a tres negocios de hostelería, según informa el Diario de Burgos.

Este mismo diario precisa que su modus operandi era «robar cerca un vehículo de grandes dimensiones para llevarse los quesos». En la quesería burgalesa los ladrones se llevaron centenares de yogures, quesos de untar, madurados con mohos o semicurados de leche ecológica de cabra y de oveja que desaparecieron.

Robo en Zamora: Los ladrones vacían la quesería del Beato de Tábara

Ambas queserías, la de Zamora y Burgos, han sufrido un robo similar. En el Beato de Tábara ocurrió la madrugada del 4 de diciembre en el pueblo de San Martín de Tábara, donde los hermanos Santiago e Israel León Vasallo están al frente de la pequeña empresa familiar, que cuenta con un rebaño de cabras que se alimenta mediante el pastoreo tradicional y cierra el ciclo con la elaboración de queso ecológico artesanal con la leche procedente de la propia cabaña.

Los ladrones entraron de madrugada a la fábrica por una ventana, desde un patio interior, y se llevaron todos los quesos ya preparados para la venta, aunque sin las etiquetas. Las estanterías repletas del producto quedaron limpias para desolación de los jóvenes ganaderos y productores, que descubrieron por la mañana el desaguisado. Antes de marcharse, los ladrones revolvieron cajones y papeles en el pequeño despacho que hay a la entrada de la fábrica.

Tras la desarticulación de la banda, los jóvenes ganaderos habrían recuperado una pequeña parte de la mercancía robada pero estaría inservible.

La investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.

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