Diabluras veraniegas a orillas del río Aliste

El Atenazador, única mascarada estival de la Raya, salió este viernes por las calles de San Vicente de la Cabeza

Los personajes de la mascarada  de San Vicente salen del molinín de las peñas. | Ch. S.

Los personajes de la mascarada de San Vicente salen del molinín de las peñas. | Ch. S.

San Vicente de la Cabeza regresaba ayer a sus orígenes y ancestrales costumbres con la celebración del Atenazador, única mascarada propia del verano de toda la Raya de España (Aliste, Tábara y Alba) y Portugal (Tras os Montes y Alto Douro).

El Atenazador se celebraba antiguamente coincidiendo con la festividad de san Pedro, cada 29 de junio, hasta que llegaron los efectos de la despoblación rural galopante, situando en peligro de extinción la presencia de solteros por esas fechas. Tras su recuperación se optaba por su traslado a las fiestas de san Lorenzo, en agosto.

Los orígenes están en la costumbre consuetudinaria por la cual los mozos eran los encargados en la mañana de san Pedro de limpiar los acuíferos del pueblo, urbanos y campestres, pues las fuentes eran parte vital para la vida cotidiana de los agricultores y ganaderos durante las tareas veraniegas de la cosecha: siega, acarreo y trilla. En ellas se bebía el agua, aparte de llenar los cántaros y barrilas de Moveros.

El Atenazador de San Vicente de la Cabeza.

El Atenazador de San Vicente de la Cabeza. / Ch. S.

Como compensación, por la tarde salía el Atenazador pidiendo la cuestación por todas las casas, aportando cada familia lo que buenamente podía, principalmente huevos, pues a esas alturas los productos de la matanza que se conservaban en la despensa estaban destinados a los segadores que trabajaban desde antes de salir el sol hasta pasada la anochecida, quedándose incluso a dormir en la propia facera.

Ayer se limpiaron y adecentaron las fontanas de Fuente Vieja y la de Valdeosa cuyo manantial abastece así mismo a las de La Ara y La Iglesia. Una vez limpia la fuente se o instala un ramo de flores silvestres, de esta manera los vecinos saben que ya están listas para volver a coger agua y saciar la sed.

Una tradición que casi desapareció

La mascarada vio peligrar su supervivencia durmiendo el sueño de los justos durante 26 años: dejó de celebrarse en 1984 y no resurgió de las cenizas del olvido hasta 2010. Se trata de una tradición que antaño era representada sólo por los varones solteros, aunque, eso sí, luego en la cena se convidaba también a las mujeres solteras.

En esta nueva etapa las féminas están tomando la alternativa. Ayer salieron 19 personas y de ellas cuatro eran mujeres y 15 eran hombres. Igualmente, ahora pueden participar tanto solteros como casados.

Dos atenazadores recorren las calles de San Vicente de la Cabeza. | Ch. S.

Dos atenazadores recorren las calles de San Vicente de la Cabeza. | Ch. S.

El Atenazador estrenó ayer su salida desde el Molinín de las Peñas, que una vez sea inaugurado pasará a ser su museo donde mostrar sus valores patrimoniales.

Tórrida tarde de verano a orillas del río Aliste donde para regocijo de los vecinos, emigrantes y turistas no salió un Atenazador, sino cuatro, a los que dieron vida Manuel Martín Blanco, Pascual Crespo Vaquero, José Antonio Alonso Vaquero y Martín Casas Gallego. Caso especial el de este último, pues en sus años jóvenes cada 1 de enero daba vida al Diablo Grande de Sarracín de Aliste, su pueblo, y ahora hace de Atenazador en San Vicente, donde está casado.

Diabluras a orillas del río Aliste

Diabluras a orillas del río Aliste

La Filandorra cobraba vida gracias a Iván Fernández Ferrero, mientras que Óscar Blanco Ferrero era el Novio y Gregorio Alonso Vaquero la Novia. Como gaiteros y tamborileros estuvieron Lucía Fuentes Esteban, Aitor Caballero Pérez, María Belén Blanco Rivera y Sonia Fernández Rivera. Alexánder Vaquero Canas, Miguel Ángel Pérez Casas, Roberto Sánchez Garrido, Jesús Blanco Blanco, Marcos Peláez Vaquero y José Luis Ferrero Vara fueron los Pobres. Con la capa parda alistana de honras y respeto el incansable y más veterano Paulino Blanco Garrido y Silvia Vara Navacerrada.

Por la mañana, los niños y niñas de San Vicente de la Cabeza hicieron su propia representación del Atenazador. Las nuevas generaciones asegurarán la superviviencia de ancestral tradición, por eso inculcársela significa dar continuidad a un rito que tienen siglos de antigüedad.

Una comida de hermandad, orquestas y DJs en las fiestas de san Lorenzo

Este año los festejos de San Lorenzo Mártir contaron con la tradicional misa y procesión en honor al santo patrono y bailes folclóricos con la Ribera de los Chirlos, de Domez de Alba.

Los bailes nocturnos estuvieron amenizados por las orquestas Iris y Horus en dos animadas verbenas populares.

Ayer San Vicente de la Cabeza disfrutaba de una comida de convivencia y hermandad en la que participó la práctica totalidad de los vecinos y emigrantes. Por la noche la música la puso DJ Marc, de Sarracín.

La organización de la mascarada estival corre a cargo de la asociación cultural El Atenazador, que fue creada en el año 2017 y está presidida por Adrián Blanco Rivera, siendo vicepresidente y secretario Óscar Blanco Ferrero. Completan la Junta Directiva Iván Fernández Ferrero (tesorero), Johan Ferrero González y Moisés Vaquero González (vocales).

Como sede de la entidad se ha elegido el Molinín de las Peñas, listo para inaugurar, cuyos orígenes datan del año 1891 y el cual se abastecía para la molienda de las aguas del río Aliste. Ha sido restaurado por el Ayuntamiento de San Vicente de la Cabeza, cuya Corporación Municipal preside Fernando González Rodríguez.

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